por Leonardo
Coscia
La inundación
ocurrida días atrás en la vecina ciudad de Pergamino activó los
recuerdos y la memoria emocional de la vivida en 1995, con las mismas
emociones que provocan esas catástrofes, como la angustia, el
desamparo y la sensación de desprotección e indefensión frente al
avance del agua.
El psicólogo
Santiago Gómez, director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de
Psicología Cognitiva, explicó que "en las víctimas de la
inundación, aparecen dos emociones básicas como son el miedo y la
incertidumbre, que se activan frente a la amenaza de peligro a
inundarse".
"Dicho
cuadro genera un estado de estrés, producto de que las personas
están en un alerta permanente, pendientes del servicio
meteorológico, de la cantidad de agua caída, de la crecida del
arroyo y el avance del agua en las calles", detalló Gómez.
El psicólogo
señaló que el miedo es una emoción psico-biológica "cuya
función es la protección y supervivencia del ser humano y se activa
frente a situaciones de peligro real -como las inundaciones- para que
el sujeto realice acciones de prevención y autocuidado, para sí
mismo y sus pares".
Por su parte, el
especialista dijo que la incertidumbre es "un estado de
inseguridad, que aparece en aquellas situaciones que generan
desconfianza por lo que pueda llegar a ocurrir".
"Concretamente
en estos casos, luego de sufrir una previa inundación -como ya
ocurrió en Pergamino 20 años atrás- cada vez que llueve un gran
caudal de agua, esta situación provoca inseguridad y miedo a volver
a pasar nuevamente por otro episodio similar", afirmó el
psicólogo.
Gómez aseveró
también que hay personas que frente a este cuadro "presentan
inhibición conductual, ya que al no saber qué hacer por el miedo a
lo incierto, el sujeto queda paralizado y no puede ejecutar ninguna
acción de autoprotección frente al peligro que genera la
inundación".
Las problemáticas
El psicólogo
manifestó que "al tratarse de una situación de peligro real,
genera en las personas un cuadro de estrés y ansiedad que activa la
hormona cortisol y provoca diferentes consecuencias en el organismo
como en el comportamiento del individuo".
Otras
problemáticas psicológicas que pueden aparecer son:
- ansiedad
excesiva;
- trastornos en
el estado del ánimo;
- problemáticas
psicosomáticas;
- estrés
postraumático.
Sugerencias
- Tener una
actitud solidaria con las personas que son víctimas de la
inundación, ya que no solo son necesarios los alimentos, estar en un
lugar seco y seguro, sino también recibir la contención afectiva de
los pares.
- Mantener una
conducta empática con las personas afectadas por la inundación;
esto significa no actuar con indiferencia, sino poder ponernos en el
lugar de la víctima.
- No perder de
vista que lo más importante que se tiene es la vida, por lo tanto,
no tomar riesgos innecesarios por temor a perder las cosas
materiales.
- Tratar de que
los pensamientos trabajen para nosotros, es decir, pensar en
soluciones y no desesperarse.
- Tener en cuenta
que la situación de estar inundado ya es difícil, por lo tanto,
estar atentos, para no agravar dicha situación con los pensamientos
negativos.
- Pedir ayuda y
dejarse ayudar.
Fuente:
Leonardo Coscia, El impacto emocional de las inundaciones, 03/01/17, Diario Democracia. Consultado 03/01/17.
No hay comentarios:
Publicar un comentario