por Danny Hakim
Huddersfield,
Inglaterra. La fábrica está en un pueblo industrial, verde y
accidentado, y celebró recientemente su centenario. Produce
paraquat, uno de los herbicidas de mayor duración en el mundo, pero
que no se puede comprar en esta parte del norte de Inglaterra, ni en
el resto de Gran Bretaña ni en la Unión Europea (UE). Así que se
mandará a Estados Unidos o a otras partes del mundo donde todavía
se permite rociar el paraquat sobre la hierba.
El paraquat ha
sido polémico desde tiempo atrás porque se usa para suicidarse; un
sorbo puede ser letal. Ahora los reguladores en Estados Unidos están
luchando con una ola de investigaciones que lo vincula con un efecto
menos evidente inmediatamente: el mal de Parkinson. En unos
documentos poco difundidos del Departamento de Protección Ambiental
(EPA, por la sigla en inglés) puede leerse: “existe un enorme
cuerpo de datos epidemiológicos sobre el uso del dicloruro de
paraquat y la enfermedad de Parkinson. Se está sopesando si se sigue
permitiendo que se rocíe el químico en las tierras de cultivo
estadounidenses, aunque no se espera que haya una decisión antes de
2018, y no está claro cómo el gobierno de Donald Trump verá el
asunto”.
En casa, no
Son muchos los
países que prohíben el paraquat y otros químicos, pero permiten
que se fabrique, siempre y cuando se exporte a campos muy lejanos. La
planta de Huddersfield es propiedad de Syngenta, un gigante de los
pesticidas que tiene su sede en Suiza, donde no se permite el
paraquat desde 1989.
Hasta el gobierno
de China, un país al que no se conoce por sus regulaciones
ambientales, aseguró en 2012 que eliminaría el paraquat “para
salvaguardar la vida de la gente”. Sin embargo, continúa
permitiendo su producción para exportación.
En
contraposición, su uso está repuntando en Estados Unidos, particularmente
en los campos de soja, donde la cantidad utilizada se cuadruplicó en
la última década, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos
El herbicida más popular es Roundup, de Monsanto; se utilizaron unos
220 millones de libras de su ingrediente activo el año pasado en Estados Unidos según el EPA.
Pero las hierbas
se están haciendo resistentes, y se comercializa al paraquat como
una alternativa. Se utilizaron siete millones de libras el año
pasado en casi 15 millones de acres de Estados Unidos, reconoció Syngenta.
El paraquat es
solo uno de las veintenas de pesticidas prohibidos en Europa pero que
se venden fuera de ella. En 2013, la UE impuso una moratoria a
insecticidas de uso generalizado que fabrican Syngenta y Bayer, el
gigante alemán, vinculados a un descenso de la población en las
colonias de abejas. En 2003, la UE prohibió uno de los herbicidas
más populares en Estados Unidos, el atrazina, de Syngenta.
A menudo, los
ejecutivos del sector y académicos que reciben fondos de empresas
agroquímicas critican a los reguladores europeos por adoptar un
enfoque preventivo en la normatividad. Sin embargo, el paraquat
muestra cuán compleja puede ser la cuestión del riesgo. El vínculo
con el Parkinson se ha demostrado en estudios que se remontan a más
de dos décadas, pero la investigación en los últimos cinco años
ha incluido un estudio prominente de los Institutos Nacionales de
Salud y un metaanálisis de un enorme cuerpo de investigación sobre
la exposición de los granjeros que rocían paraquat, así como de
personas que viven cerca de donde se utiliza.
“Los datos son
abrumadores”, comentó Samuel M. Goldman, epidemiólogo del sistema
de salud del Departamento de Asuntos de Veteranos en San Francisco,
quien ha estudiado la conexión. “Yo no soy agricultor, no necesito
eliminar las hierbas, pero tengo que creer que existen opciones menos
peligrosas”, reclamó. Freya Kamel, científica en una de las ramas
de los Institutos Nacionales de Salud, también ha estudiado el
tópico y encontró que la amplitud de la investigación era “casi
tan persuasiva como estas cosas pueden serlo”. “No se trata de un
juego de niños; nunca lo es -resaltó Kamel-. Pero para mí el peso
de la evidencia indica que existe una relación”. Añadió que
debería prohibirse el paraquat.
De los
fabricantes
Hace mucho que
Syngenta rebate el vínculo con el Parkinson. Philip A. Botham, jefe
de seguridad en los productos de Syngenta, aseguró: “nunca
comercializaríamos, ni seguiríamos comercializando ningún químico
que pensáramos que, genuinamente, representara un riesgo para la
salud o un riesgo para el ambiente”.
“Nuestro punto
de vista sobre esos estudios es que son interesantes -no los
descartamos-, pero solo generan una hipótesis interesante que vale
la pena explorar”, subrayó.
Fuente:
Danny Hakim, Europa fabrica y exporta pesticidas, pero tiene prohibido utilizarlos, 31/12/16, La Gaceta de Tucumán. Consultado 03/01/17.
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