Entrevistamos a Agustina Baraz autora del libro Bajo Agua - Crónica de una inundación, en el que repasa en primera persona lo vivido por los vecinos de Sierras Chicas el 15 de Febrero de 2015.
por Jaco Rosi
Comenzas el libro
con la frase “a las catástrofes las llaman naturales como si la
naturaleza fuera el verdugo”, ¿por qué la elegiste?
Luego de la
inundaciones el gobernador De La Sota dijo que “fue un tsunami que
cayó del cielo” intentando amparase en un fenómeno de la
naturaleza y desligándose de cualquier responsabilidad como jefe de
gobierno. Entonces, quiero decir que no fue una catástrofe natural.
Si bien fueron muchos los factores que se dieron al mismo tiempo en
la situación, desde el gobierno se cubrieron diciendo que era un
fenómeno extremo de la naturaleza, se lavaron las manos con eso, y
en realidad hay mucha negligencia y mucho abandono desde el Estado.
Por esto me pareció importante retomar esta frase.
El libro tiene
claramente dos partes. La primera cuenta sobre los estudios que
realizaron profesionales de distintos ámbitos universidad,
Secretaria de Recursos Hídricos, Centro de la Región Semiárida,
entre otros. La segunda, se concentra en el relato de los vecinos que
vivieron la inundación aquel 15 de febrero. ¿Por qué lo dividiste
así? ¿En qué querías hacer hincapié en cada parte?
Personalmente me
gusta mucho el periodismo que ayuda a pensar. Que enseña y logra
dejarte esa chispita que te lleva a decir “quiero saber más,
quiero saber que pasó, quiero entender”. Entonces la idea de hacer
una primera parte con datos más duro, una primera parte más
teórica, es para aquel que agarre el libro sin conocer Sierra Chicas
pueda entender cómo se produjo la inundación aquel 15 de febrero,
que pudiera entender cuáles fueron los factores. Pero de una manera
también no tan científica, tan dura. Poder hacerlo un poco más
literario.
Y la división
del libro en dos, creo que surgió mientras fui haciendo el trabajo.
Yo comencé con la investigación, me dedique un mes y medio
puramente a la investigación. Fueron horas, horas y horas en esa
primera etapa. Luego comencé con las entrevistas. Entonces, el libro
refleja un poco la forma en que trabajé para reflejar el problema de
las inundaciones. Pero durante las entrevistas, mientras los vecinos
me contaban cosas, algunos datos me servían para agregarlo a la
primera parte.
Al principio iba
a poner primero las historias de los vecinos, para no comenzar el
libro con la parte de datos y estudios, pero me di cuenta que
necesitaba contextualizar todas la entrevistas que había hecho. Así
que el primer trabajo de investigación quedo en la primera parte del
libro.
Mi intención es
que aquel que lea el libro pueda entender de manera fácil por qué
paso el fenómeno del 15 de febrero del 2015.
En la primera
etapa del libro, las investigaciones están cruzadas por la pérdida
del bosque nativo. Según tu trabajo, ¿cuáles son los factores
principales? ¿Cuáles son las consecuencias del desmonte?
El día de la
inundación se conjugaron todos los factores posibles para que
ocurriera. El desmonte que venía y que viene avanzando de manera
indiscriminada, de forma abusiva contra la naturaleza. El poco
control, o mejor dicho el descontrol del crecimiento de las ciudades
y localidades: por ejemplo Mendiolaza creció entre 2000 a 2010 más
de 10000 habitantes. No hubo y no hay un control siquiera de la
diagramación de la ciudad. Los vecinos contaban como muchas casa se
construyeron al margen de pequeños arroyos que hoy no son ríos.
Por otro lado,
está el manejo del dique La Quebrada. El dique los últimos años
estuvo muy mal manejado, no hubo ningún control de la cota del
embalse, y principalmente para esa fecha que es una época de lluvia
en el que hay que bajar un poco el nivel para regular la crecida.
En el libro
también mencionas son los incendios en la provincia.
Si, el 99 % de los
incendios son de origen antrópico. Sierras Chicas no está afectada
tanto por los incendios, pero en el resto de la provincia es un
factor muy importante en la perdida de bosques.
¿Cuál
consideras que es el aporte de tu trabajo luego de las inundaciones
del 15 de febrero del año pasado?
Mi idea para el
libro es que los vecinos que vivieron aquel domingo arriba de los
techos de sus casas, encerrados en sus casas sin poder salir, o
aquellos que sufrieron la perdida de familiares y amigos pudieran
tener una voz. Muchos no tuvieron la oportunidad de contar lo que les
pasó. Muchos porque no tienen ese lugar para poder contar. El libro
es eso, un registro de las historias de los vecinos de Sierras
Chicas, lo podes leer de acá a muchos años y conocer esas
historias. Mi principal objetivo era contar esas historias lo más
fehacientemente posible, para el que lo lea sienta que estuvo ahí.
Cada vez que yo
escribía una de esas historias pensaba no en el público que lo iba
a leer, sino en la persona de esa historia. Que iba sentir cuando la
leyera.
La pelea en
Sierras Chicas sigue, ¿sabes que los vecinos de Mendiolaza
presentaron un amparo para frenar las obras en El Terron?
Lo que están
haciendo en El Terron es una locura. Me parece importante comprender
la gravedad de lo que pasa. Los vecinos que vivieron las
inundaciones, que estuvieron arriba del techo de sus casas, saben de
qué se trata y por eso se oponen al desmonte que genera semejante
megaempredimeinto. El gobierno provincial y municipal no les importa,
la plata puede más y por eso permiten que esto continúe pasando.
Parece que están esperando otra inundación como la que paso en
2015.
Fuente:
Jaco Rosi, Sierras Chicas: crónica de una inundación, 01/09/16, La Izquierda Diario.
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