lunes, 22 de agosto de 2016

En dos años, los palomeros deben abandonar el plomo

La Secretaría de Ambiente de la Provincia establecerá, por resolución, el abandono gradual y obligatorio de ese tipo de perdigón por la contaminación del suelo que ocasiona. Admiten que la normativa actual no permite un control exhaustivo. Disgusto empresarial.

por Javier Cámara

El turismo cinegético, ese que se ha generado y establecido en Córdoba para la caza de la paloma, deja cada año varios millones de dólares. Pero durante las últimas décadas también ha dejado en un amplio sector del territorio provincial otra cifra millonaria: la de los kilos de perdigones de plomo que produce la actividad.

Tras varios años de cierto silencio oficial, desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia se admite ahora el riesgo de contaminación que esto representa. Y aunque se ponen en duda las conclusiones alarmantes de algunos informes que denuncian la afectación de la producción agrícola con plomo, algo está cambiando.

En los próximos 60 días, la Secretaría de Ambiente publicará una resolución que establecerá un plazo de dos años para que los palomeros dejen de usar, de manera definitiva, ese tipo de perdigón.

El dato fue confirmado por el secretario de Ambiente, Javier Britch: “Venimos trabajando con las empresas que desarrollan esta actividad, y una de las exigencias grandes que ya hemos acordado es la necesidad de una planificación para ir disminuyendo el uso del perdigón de plomo hasta erradicarlo en dos años”.

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Apoyos y críticas
Para avanzar en esta decisión, que ya está recibiendo críticas del sector palomero y una medida aprobación de ecologistas, Britch cuenta con el respaldo de dos instituciones importantes: el Consejo de Desarrollo Sustentable de la Provincia, creado por la ley 10.208 e integrado por representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, entre otros referentes del sector público. Y del Consejo Federal de Medioambiente (Cofema), que nuclea a los secretarios de Ambiente de todas las provincias del país. Este organismo sesionó en Córdoba en julio pasado y, por unanimidad, declaró “de interés” la reducción del uso de la munición de plomo en todo el país en actividades deportivas.

Además, en la Legislatura, la parlamentaria radical Amalia Vagni acaba de presentar un proyecto de ley que propone la prohibición -inmediata, sin plazos- del uso de ese tipo de munición.

Consultado por este diario acerca de ese proyecto, Britch dijo que comparte el objetivo final (eliminar el uso de la munición de plomo), pero añadió que la resolución que está preparando contempla algo “fundamental” que la iniciativa legislativa no incluye, la gradualidad. “Para atender al desarrollo sostenible -aclaró-, ese que contempla todo el contexto, el turismo cinegético, el servicio que brinda cuando combate la plaga de las palomas, las fuentes de trabajo, los recursos que ingresan mediante esta actividad, necesitamos el espíritu de gradualidad en los cambios”.

En ese sentido, Britch aseguró que viene trabajando con las empresas del rubro “en planes de sustitución del perdigón de plomo por otros alternativos, más ecológicos”.

En Córdoba, el turismo cinegético está regulado por la resolución 1.115, del año 2012. Esta normativa prohíbe el uso de perdigones de plomo en humedales (zonas de bañados, lagunas, lagos y ríos) y en zonas declaradas áreas naturales protegidas.

Más controles
Además, establece un registro de operadores cinegéticos en el que están inscriptos 19 empresas que tienen bajo su responsabilidad, además de hoteles y de lodges , campos “fijos” y campos “eventuales” en los que se desarrolla la caza de paloma.

El secretario de Ambiente dijo que esa normativa “no permite un control exhaustivo de la actividad”. Por ese motivo, además del plazo para la erradicación definitiva de los perdigones de plomo, se está hablando con los palomeros sobre nuevas exigencias.

Una de las cosas que acordamos es que las empresas van a tener que presentar, en el marco de la ley 10.208 (de agosto de 2014), planes de gestión ambiental para que podamos controlar qué hacen con los animales muertos y con los cartuchos”, explicó Britch.

El funcionario agregó que los que desarrollan esta actividad “son generadores de residuos sólidos y deben explicar qué hacen con esos residuos”.

Las nuevas exigencias también incluirán un análisis sobre 
la cantidad de plomo que hay en los campos que vienen utilizando, “con la discriminación de la 
cantidad de plomo libre (el perdigón no disuelto) y de plomo 
disuelto”.

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La larga historia de esta discusión

La decisión que se apresta a tomar Córdoba tiene antecedentes y también una década de discusión local.

Dinamarca propuso la prohibición de los perdigones de plomo a mediados de la década de 1980, y 10 años después se declaró libre del uso de ese tipo de munición.

En 2004, el médico Carlos Nouzeret, por entonces legislador de Unión por Córdoba por el departamento Totoral, presentó un proyecto de ley que proponía prohibir el uso de municiones de plomo en la caza de la paloma. A pesar de ser una iniciativa del oficialismo, el proyecto nunca llegó a ser tratado en el recinto.

En 2010, el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC tomó 94 muestras de suelo en diferentes zonas de Córdoba, y en los campos donde se practicaba con alguna frecuencia tiro a las palomas se registraron niveles muy altos de plomo, en aire y en suelo. El informe también indicó la presencia de plomo en cultivos.

En 2011, el Gobierno de Santa Fe reglamentó la caza deportiva y estableció por primera vez la exigencia de que al menos el 25 por ciento de las municiones utilizadas en caza de patos y de otras especies no sea de plomo, sino de metales no contaminantes.

En noviembre de 2014, en la Conferencia “de las Partes” de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), más de 100 países firmaron una resolución a través de la cual se comprometieron a erradicar el uso de la munición de plomo.

Sería mejor si fuese inmediato, pero al menos es razonable”

A favor. Diego Gurvich, investigador del Conicet e integrante del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), erradicar definitivamente el uso de perdigones de plomo “sería, en principio, la medida más razonable en este contexto”.

Para el biólogo Diego Gurvich, investigador del Conicet e integrante del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), erradicar definitivamente el uso de perdigones de plomo “sería, en principio, la medida más razonable en este contexto”.

Gurvich le dijo a este diario: “Hace más de 10 años que venimos alertando sobre los problemas ambientales que genera el plomo. Sería muy bueno el reemplazo total inmediato de ese tipo de munición, pero en líneas generales es razonable que se inicie el proceso”.

Para el investigador, el problema más grave de la zona “es que el plomo está desperdigado en miles de hectáreas”. Al respecto, sostuvo que “si bien las empresas informan dónde están los campos de caza, también hay otros lugares donde llevan a los cazadores a tirar que no están declarados”.

Con estos argumentos, consideró necesario que la Secretaría de Ambiente realice “controles epidemiológicos, que mida el plomo en sangre de los vecinos de la zona palomera”. Dijo que eso “sería fundamental para saber hasta dónde llega el impacto de la caza de palomas”.

El investigador señaló que, a la par de la eliminación del perdigón de plomo, es necesario realizar controles.

Hay que ver cómo se harán los monitoreos, quién los controlará, cómo será la información que presentarán las propias empresas, porque si los monitoreos los hacen ellos mismos, no creo que informen a las autoridades si se dan con datos que los perjudican en su actividad económica”.

Es demasiado apresurado para un cambio tan drástico”

En contra. Desde la Cámara de Turismo Cinegético de la Provincia de Córdoba, Octavio Crespo cuestionó duramente la disposición que anunció el secretario de Ambiente, Javier Britch.

Desde la Cámara de Turismo Cinegético de la Provincia de Córdoba, Octavio Crespo cuestionó duramente la disposición que anunció el secretario de Ambiente, Javier Britch.

Me parece que plantear un cambio tan drástico como la erradicación total de la munición de plomo en un plazo de sólo dos años es muy apresurado”, dijo el empresario.

Crespo aseguró que no está al tanto de la decisión oficial, y dijo sentirse “sorprendido” porque el Estado “desconoce a los actores de esta actividad productiva que invierten recursos y generan fuentes de trabajo en una zona en la que no sobran”.

Tras poner en duda que los perdigones de plomo generen una contaminación nociva en el suelo, Crespo dijo: “La Secretaría de Ambiente de la Provincia es la autoridad, pero con este tipo de decisión no contribuye a dialogar. Debe tener en cuenta otras cosas que hacen a esta actividad, como las fábricas de munición que hoy no disponen de munición alternativa”.

Disconforme, Crespo preguntó: “¿Por qué no se impone esta misma medida a la caza común y corriente y al tiro al blanco, dos actividades que también usan munición de plomo?”.

Aseguró que si no se acuerda la misma disposición para la actividad cinegética de todo el país, se pondrá a Córdoba en inferioridad de condiciones respecto de otras provincias a la hora de atraer visitantes. Y enfatizó: “Que, en todo caso, la Provincia no diga que ya no quiere esta actividad aquí y nosotros vemos de irnos a otro lado”.

Fuentes:
Javier Cámara, Es demasiado apresurado para un cambio tan drástico”, 21/08/16, La Voz del Interior.
La larga historia de esta discusión, 21/08/16, La Voz del Interior.

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