La Secretaría de
Ambiente de la Provincia establecerá, por resolución, el abandono
gradual y obligatorio de ese tipo de perdigón por la contaminación
del suelo que ocasiona. Admiten que la normativa actual no permite un
control exhaustivo. Disgusto empresarial.
por Javier Cámara
El turismo
cinegético, ese que se ha generado y establecido en Córdoba para la
caza de la paloma, deja cada año varios millones de dólares. Pero
durante las últimas décadas también ha dejado en un amplio sector
del territorio provincial otra cifra millonaria: la de los kilos de
perdigones de plomo que produce la actividad.
Tras varios años
de cierto silencio oficial, desde la Secretaría de Ambiente de la
Provincia se admite ahora el riesgo de contaminación que esto
representa. Y aunque se ponen en duda las conclusiones alarmantes de
algunos informes que denuncian la afectación de la producción
agrícola con plomo, algo está cambiando.
En los próximos
60 días, la Secretaría de Ambiente publicará una resolución que
establecerá un plazo de dos años para que los palomeros dejen de
usar, de manera definitiva, ese tipo de perdigón.
El dato fue
confirmado por el secretario de Ambiente, Javier Britch: “Venimos
trabajando con las empresas que desarrollan esta actividad, y una de
las exigencias grandes que ya hemos acordado es la necesidad de una
planificación para ir disminuyendo el uso del perdigón de plomo
hasta erradicarlo en dos años”.
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Apoyos y críticas
Para avanzar en
esta decisión, que ya está recibiendo críticas del sector palomero
y una medida aprobación de ecologistas, Britch cuenta con el
respaldo de dos instituciones importantes: el Consejo de Desarrollo
Sustentable de la Provincia, creado por la ley 10.208 e integrado por
representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, entre otros
referentes del sector público. Y del Consejo Federal de
Medioambiente (Cofema), que nuclea a los secretarios de Ambiente de
todas las provincias del país. Este organismo sesionó en Córdoba
en julio pasado y, por unanimidad, declaró “de interés” la
reducción del uso de la munición de plomo en todo el país en
actividades deportivas.
Además, en la
Legislatura, la parlamentaria radical Amalia Vagni acaba de presentar
un proyecto de ley que propone la prohibición -inmediata, sin
plazos- del uso de ese tipo de munición.
Consultado por
este diario acerca de ese proyecto, Britch dijo que comparte el
objetivo final (eliminar el uso de la munición de plomo), pero
añadió que la resolución que está preparando contempla algo
“fundamental” que la iniciativa legislativa no incluye, la
gradualidad. “Para atender al desarrollo sostenible -aclaró-,
ese que contempla todo el contexto, el turismo cinegético, el
servicio que brinda cuando combate la plaga de las palomas, las
fuentes de trabajo, los recursos que ingresan mediante esta
actividad, necesitamos el espíritu de gradualidad en los cambios”.
En ese sentido,
Britch aseguró que viene trabajando con las empresas del rubro “en
planes de sustitución del perdigón de plomo por otros alternativos,
más ecológicos”.
En Córdoba, el
turismo cinegético está regulado por la resolución 1.115, del año
2012. Esta normativa prohíbe el uso de perdigones de plomo en
humedales (zonas de bañados, lagunas, lagos y ríos) y en zonas
declaradas áreas naturales protegidas.
Más controles
Además,
establece un registro de operadores cinegéticos en el que están
inscriptos 19 empresas que tienen bajo su responsabilidad, además de
hoteles y de lodges , campos “fijos” y campos “eventuales” en
los que se desarrolla la caza de paloma.
El secretario de
Ambiente dijo que esa normativa “no permite un control exhaustivo
de la actividad”. Por ese motivo, además del plazo para la
erradicación definitiva de los perdigones de plomo, se está
hablando con los palomeros sobre nuevas exigencias.
“Una de las
cosas que acordamos es que las empresas van a tener que presentar, en
el marco de la ley 10.208 (de agosto de 2014), planes de gestión
ambiental para que podamos controlar qué hacen con los animales
muertos y con los cartuchos”, explicó Britch.
El funcionario
agregó que los que desarrollan esta actividad “son generadores de
residuos sólidos y deben explicar qué hacen con esos residuos”.
Las nuevas
exigencias también incluirán un análisis sobre
la cantidad de
plomo que hay en los campos que vienen utilizando, “con la
discriminación de la
cantidad de plomo libre (el perdigón no
disuelto) y de plomo
disuelto”.
Documentos para
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Gráfico Entre el negocio y la contaminación (684.2 KB)
La larga historia
de esta discusión
La decisión que
se apresta a tomar Córdoba tiene antecedentes y también una década
de discusión local.
Dinamarca propuso
la prohibición de los perdigones de plomo a mediados de la década
de 1980, y 10 años después se declaró libre del uso de ese tipo de
munición.
En 2004, el
médico Carlos Nouzeret, por entonces legislador de Unión por
Córdoba por el departamento Totoral, presentó un proyecto de ley
que proponía prohibir el uso de municiones de plomo en la caza de la
paloma. A pesar de ser una iniciativa del oficialismo, el proyecto
nunca llegó a ser tratado en el recinto.
En 2010, el
Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC tomó 94
muestras de suelo en diferentes zonas de Córdoba, y en los campos
donde se practicaba con alguna frecuencia tiro a las palomas se
registraron niveles muy altos de plomo, en aire y en suelo. El
informe también indicó la presencia de plomo en cultivos.
En 2011, el
Gobierno de Santa Fe reglamentó la caza deportiva y estableció por
primera vez la exigencia de que al menos el 25 por ciento de las
municiones utilizadas en caza de patos y de otras especies no sea de
plomo, sino de metales no contaminantes.
En noviembre de
2014, en la Conferencia “de las Partes” de la Convención sobre
la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres
(CMS), más de 100 países firmaron una resolución a través de la
cual se comprometieron a erradicar el uso de la munición de plomo.
“Sería mejor
si fuese inmediato, pero al menos es razonable”
A favor. Diego Gurvich, investigador del Conicet e integrante del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), erradicar definitivamente el uso de perdigones de plomo “sería, en principio, la medida más razonable en este contexto”.
Para el biólogo
Diego Gurvich, investigador del Conicet e integrante del Instituto
Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de
Córdoba (UNC), erradicar definitivamente el uso de perdigones de
plomo “sería, en principio, la medida más razonable en este
contexto”.
Gurvich le dijo a
este diario: “Hace más de 10 años que venimos alertando sobre los
problemas ambientales que genera el plomo. Sería muy bueno el
reemplazo total inmediato de ese tipo de munición, pero en líneas
generales es razonable que se inicie el proceso”.
Para el
investigador, el problema más grave de la zona “es que el plomo
está desperdigado en miles de hectáreas”. Al respecto, sostuvo
que “si bien las empresas informan dónde están los campos de
caza, también hay otros lugares donde llevan a los cazadores a tirar
que no están declarados”.
Con estos
argumentos, consideró necesario que la Secretaría de Ambiente
realice “controles epidemiológicos, que mida el plomo en sangre de
los vecinos de la zona palomera”. Dijo que eso “sería
fundamental para saber hasta dónde llega el impacto de la caza de
palomas”.
El investigador
señaló que, a la par de la eliminación del perdigón de plomo, es
necesario realizar controles.
“Hay que ver
cómo se harán los monitoreos, quién los controlará, cómo será
la información que presentarán las propias empresas, porque si los
monitoreos los hacen ellos mismos, no creo que informen a las
autoridades si se dan con datos que los perjudican en su actividad
económica”.
“Es demasiado
apresurado para un cambio tan drástico”
En contra. Desde
la Cámara de Turismo Cinegético de la Provincia de Córdoba,
Octavio Crespo cuestionó duramente la disposición que anunció el
secretario de Ambiente, Javier Britch.
Desde la Cámara
de Turismo Cinegético de la Provincia de Córdoba, Octavio Crespo
cuestionó duramente la disposición que anunció el secretario de
Ambiente, Javier Britch.
“Me parece que
plantear un cambio tan drástico como la erradicación total de la
munición de plomo en un plazo de sólo dos años es muy apresurado”,
dijo el empresario.
Crespo aseguró
que no está al tanto de la decisión oficial, y dijo sentirse
“sorprendido” porque el Estado “desconoce a los actores de esta
actividad productiva que invierten recursos y generan fuentes de
trabajo en una zona en la que no sobran”.
Tras poner en
duda que los perdigones de plomo generen una contaminación nociva en
el suelo, Crespo dijo: “La Secretaría de Ambiente de la Provincia
es la autoridad, pero con este tipo de decisión no contribuye a
dialogar. Debe tener en cuenta otras cosas que hacen a esta
actividad, como las fábricas de munición que hoy no disponen de
munición alternativa”.
Disconforme,
Crespo preguntó: “¿Por qué no se impone esta misma medida a la
caza común y corriente y al tiro al blanco, dos actividades que
también usan munición de plomo?”.
Aseguró que si
no se acuerda la misma disposición para la actividad cinegética de
todo el país, se pondrá a Córdoba en inferioridad de condiciones
respecto de otras provincias a la hora de atraer visitantes. Y
enfatizó: “Que, en todo caso, la Provincia no diga que ya no
quiere esta actividad aquí y nosotros vemos de irnos a otro lado”.
Fuentes:
Javier Cámara, “Es demasiado apresurado para un cambio tan drástico”, 21/08/16, La Voz del Interior.
La larga historia de esta discusión, 21/08/16, La Voz del Interior.
“Sería mejor si fuese inmediato, pero al menos es razonable”, 21/08/16, La Voz del Interior.
“Es demasiado apresurado para un cambio tan drástico”, 21/08/16, La Voz del Interior.
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