En la
última década creció un 300 por ciento la cantidad de pueblos que
regularon las aplicaciones ante la presión social.
por
Jorgelina Hiba
Desde
2006 a esta parte, en coincidencia con los años del boom de la
agricultura industrial basada en el uso intensivo de agroquímicos,
unas 80 comunas o municipios de los departamentos del sur de la
provincia (sobre 97 que tienen ordenanzas) pusieron en práctica
normas para reglamentar las fumigaciones como consecuencia de la
creciente presión social respecto a las consecuencias sanitarias y
ambientales del modelo agrícola pampeano.
Así
se establece en un artículo de divulgación publicado este mes por
investigadores de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, que
señala que en los últimos años "los habitantes de pueblos y
ciudades perciben la aplicación de fitosanitarios como un riesgo
potencial para su salud y para el ambiente".
"La
consideración sobre el ambiente está creciendo en la sociedad como
punto de atención. Esto está demostrado por el alto grado de
preocupación puesto de manifiesto sobre la producción agropecuaria
en los últimos tiempos en lo referente al uso de los
fitosanitarios", agrega el documento, que explica que esta
situación genera inconvenientes entre productores y habitantes de
esas zonas. Según se advierte, este proceso se da principalmente en
las franjas periurbanas, que constituyen "espacios intermedios y
sin delimitación aparente entre lo que se considera que termina el
pueblo y comienza el campo".
Los
investigadores proponen que para atender este fenómeno social -que
se corrobora en el sur de la provincia y que se replica en toda el
área pampeana- es necesario desarrollar el concepto de
"agromedicina", con el objetivo de "generar un nuevo
espacio de información y formación en el manejo de los
fitosanitarios para los actores de la producción, de la vida rural y
urbana" ya que asocia de manera íntima dos aspectos: la salud y
la producción.
Ordenanzas.
El trabajo "Relevamiento de normativas sobre aplicaciones de
fitosanitarios en zonas periurbanas de los departamentos del sur de
Santa Fe" (Bulacio, Giuliani y Gonella) se realizó en los
departamentos Belgrano, Iriondo, Rosario, Caseros, Constitución, San
Lorenzo y General López, donde sobre 120 localidades censadas se
encontró que 97, o sea el 81 por ciento, poseen ordenanzas relativas
a la aplicación de fitosanitarios.
Otro
dato relevante es que la enorme mayoría de esas regulaciones (casi
el 75 por ciento) fueron elaboradas durante el período establecido
en los últimos 10 años, cuando el modelo agrícola llegó a su pico
de producción y se multiplicó considerablemente la utilización de
herbicidas y pesticidas como insumo fundamental para la producción
de soja transgénica.
"De
las localidades que poseen ordenanzas se observó que la mayor
proporción (el 56 por ciento) fueron promulgadas entre los años
2006 y 2010", señala la investigación, que recuerda que en
Santa Fe existe legislación sobre el tema desde el año 1978, aunque
la que rige en la actualidad es la ley 11.273 sancionada en 1995.
Percepción.
Para los investigadores de la facultad de Agrarias, esta explosión
normativa de la última década se explica por la atención creciente
de la percepción pública sobre las aplicaciones de agroquímicos
"debido a los accidentes y posibles malas prácticas en la
aplicación de fitosanitarios", lo cuál llevó a que se
"mejoraran las regulaciones y los controles" tanto a nivel
provincial como municipal.
El
trabajo sugiere que tanto los municipios como las comunas "deberán
delimitar bien la zona urbana de la rural", y que las ordenanzas
promulgadas deben "ser aplicables de acuerdo a la idiosincrasia
de cada población", y realizarse "con acuerdos y consensos
de todos los actores involucrados".
Fuente:
Fuente:
Jorgelina Hiba, Unas 100 localidades santafesinas limitan el uso de agroquímicos, 30/05/16, La Capital. Consultado 30/05/16.
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