viernes, 22 de noviembre de 2013

Alumnos de una escuela rural salen a proteger el bosque nativo

Se trata de un grupo de niños que asiste a la escuela Pedro Arias, enclavada en medio del corredor biogeográfico del caldén. Alarmados por la pérdida de estos árboles concientizan a productores y vecinos.

Ante los últimos acontecimientos ocurridos en el Corredor Biogeográfico del Caldén donde se han producidos quemas y tala de bosque nativo, alumnos y la directora de la Escuela “Pedro Arias”, concientizan a los productores y a la comunidad sobre la necesidad de preservar el ecosistema endémico que a pasos agigantados tiende a desaparecer.

La escuela está enclavada en el área protegida y rodeada del paisaje que ofrece el Caldenal. La constante desaparición de este ecosistema no fue pasado por alto por los alumnos que se pusieron al frente de un proyecto que tienen como objetivo poner en relieve la importancia de preservar el bosque que se ve seriamente amenazado por la ampliación de la frontera agropecuaria.

María Isabel Pascal, directora del establecimiento rural desde hace años viene trabajando junto a sus alumnos en un proyecto que fue presentado recientemente en el Congreso de Docentes Rurales, logrando una muy buena repercusión. “Esta iniciativa la tuvimos hace años porque nosotros estamos rodeados de los caldenes y somos testigos de cómo se van reduciendo. Sin embargo, habíamos dejado hace un tiempo el proyecto porque nos parecía que Córdoba Ambiente estaba trabajando, pero hoy retomamos porque vemos que el desmonte continúa", indica la docente.

Un grupo de unos 10 alumnos asumieron así el compromiso de ser agentes multiplicadores en la tarea de concientizar a las comunidades vecinas y, en particular, a los productores o dueños de las tierras que en el afán por ganarle terreno al suelo, destruyen la única reserva natural nativa que queda en el sur cordobés. “Los chicos participan activamente, con las computadoras buscando información y salidas de campo, ellos mismos se interesan por lo que sucede y les ha quedado grabado a fuego todo esto porque es un tema que viven directamente", señaló la directora.

Al tiempo que agregó que "apenas se enteran por las noticias de que están desmontando o hablando sobre los caldenes se preocupan y empiezan a preguntar", señaló.

"Nos impacta fuertemente"
El establecimiento, enclavado en el corazón del corredor biogeográfico es testigo único de los continuos ataques que recibe el ecosistema del lugar, y además sufre las consecuencias de estas variaciones que se evidencian en polución, contaminación ambiental y otros aspectos.

Pascal sostuvo que hoy tanto este colegio como el Gabriela Mistral, ambos rurales, sufren las problemáticas propias de las modificaciones del entorno, de la contaminación y, ambas instituciones están luchando para evitar que se siga perjudicando el ambiente.

La docente señaló que debido a la expansión de la frontera agrícola, son reiterados los desmontes en la zona, que como inmediata consecuencia provoca cambios en el clima.

El compromiso de los alumnos es tal, que repiten de memoria a quienes quieren oírlos el artículo 41 de la Constitución Nacional que afirma: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano" , y es bajo esa premisa que los chicos hacen conciencia entre los productores.

También son los mismos chicos quienes juntan las semillas del caldén que luego envían a Medio Ambiente para que éste órgano los cultive y los devuelva a la zona para ser repartidos entre los productores y así se reforesten los campos.

Muy lejos de todo, estos chicos de la escuela Arias dan el ejemplo. No les hace falta gran tecnología ni grandes medios, sólo las ganas de cuidar el paisaje que los rodea y en particular salvar este pulmón verde.

Fuente:
Alumnos de una escuela rural salen a proteger el bosque nativo, 21/11/13, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 22/11/13.

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