Tras la tormenta del 22 de noviembre, un complejo de cabañas
fue sepultado por árboles. Tardarán meses en arreglarlo.
por Carina Mongi
Villa General Belgrano. Los vendavales no hacen
distinciones. Cuando el viento enfurecido pasa, no hay quién se oponga. De eso
puedan dar fe en Estancia Las Cañitas Resort, Bodega & Viñedos, uno de los
complejos turísticos más categorizados de las sierras cordobesas (Infografía).
“Envuelto en un microclima de 1.300 hectáreas de
bosques de pinos, abedules, cedros, liquidámbares y robles. Un paisaje de
enorme belleza entre lomas y valles poblados de arroyos, vertientes y ríos que
suman cascadas y pezones de agua cristalina que dejan ver el nado de las
truchas”. La página web describe sin exagerar lo que era, hasta hace unos días,
ese exclusivo establecimiento ubicado entre Villa Berna y La Cumbrecita , a unos 25 kilómetros de
Villa General Belgrano.
En apenas cuatro minutos, de noche, apenas iniciado el 22 de noviembre pasado, ese paraíso se transformó en un paraje devastado. Miles de pinos arrancados de raíz y otros mutilados a la mitad, con cabañas e infraestructura destrozada, es lo que quedó del encantador entorno.
En apenas cuatro minutos, de noche, apenas iniciado el 22 de noviembre pasado, ese paraíso se transformó en un paraje devastado. Miles de pinos arrancados de raíz y otros mutilados a la mitad, con cabañas e infraestructura destrozada, es lo que quedó del encantador entorno.
Fuertes vientos de casi 100 kilómetros por
hora generaron destrozos en varias zonas de Calamuchita. Las localidades de
Santa Rosa, Villa General Belgrano y Los Reartes sufrieron serios daños. Pero
por este punto serrano parece haberse acelerado aun más el motor que alimentaba
esas ráfagas.
En primera persona. “Era la una y cinco, llovía con
descargas eléctricas, y de golpe se sintió como si se hubiera prendido la
turbina de un avión. Fue un viento devastador, duró cuatro minutos y nos hizo
todo esto. Tenemos miles de árboles caídos. Fue un huracán porque los árboles
quedaron como si estuviesen exprimidos. Uno de los techos de las cabañas fue
arrastrado 50 metros ”,
relató a este diario Juan Navarro, el dueño del complejo.
En el lugar se perciben olores nauseabundos. “Es que tenemos
vacas y caballos que todavía no podemos sacar, recién están llegando las
máquinas, varios murieron y tienen 10 o 12 pinos arriba”, apuntó Navarro.
“Parece que la naturaleza no quiere pinos, son los primeros
que se caen. Por eso vamos a plantar más viñedos y olivos, vamos a darle eso a
la tierra para ver si está más feliz”, señaló el empresario, buscando una
salida. “Vamos a hacer Las Cañitas del Sol”, añadió.
En el complejo, a 1.300 metros sobre el
nivel del mar, tienen un viñedo de altura. Allí generan y elaboran sus propios
vinos, en una bodega boutique. Tienen 20 hectáreas de vides
y están por plantar 10 más.
Cerrado. El turismo de estancia es la otra pata del
complejo, donde ofrecían un sistema con “todo incluido”, en 13 coquetas cabañas
dispersas por los bosques, equipadas hasta con jacuzzi.
“Teníamos reservado enero, febrero y marzo, pero con esto es
muy difícil que abramos”, aclaró el propietario.
El complejo está cerrado y, con suerte, dicen que podrían
reabrirlo recién para Semana Santa de 2013.
“Gracias a Dios nadie salió lastimado, es la fuerza de la
naturaleza que aceptamos, debemos interpretar lo que nos está diciendo con su
energía”, apuntó Navarro.
Cayeron árboles de todo tipo, muchos grandes ejemplares de
70 años. Aseguran que sólo en este amplio campo muy forestado, fueron varios
miles.
Casi todas las cabañas para turismo tuvieron graves daños,
además de otras instalaciones.
Guillermo es peón, procedente de Bell Ville, y hace apenas
20 días trabaja en Las Cañitas. Contó a este diario que sobre la cabaña en la
que vive cayó un pino, y en la de un compañero fueron cinco que prácticamente
la sepultaron. “No se veía, había desaparecido la casa, pero por suerte nadie
resultó herido”, relató.
En el lugar, cuesta comparar la postal anterior a la
tormenta con la que ofrece el actual escenario después de esos cuatro minutos
de furia destructiva.
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Fuente:
Calamuchita: lo que el viento se llevó en 4 minutos, 05/12/12, La Voz del Interior. Consultado 05/12/12.
Dias pasados una congregación evangelica de villa General Belgrano, presento una charla con una Cientifica local que se dedica a estudiar las caracteristicas del paso de las tormentas. Una charla sumamente interesante y muy formativa. Lo único que me dejo boquiabierto es cuando en su presentación Negó qiue esta tormenta se vinculaba al cambio climatico, y hasta se animó a desmentir ese cambio climático diciendo que hoy en día las estadisticas son mas gruesas en casos de tormentas por que hay internet y la información fluye mas facil..??? Asombroso!! ante la pregunta de sus dichos, evadó escuchar la totalidas de la pregunta y se remitio a explicar que es un climatologo y aque se dedica.Me asusta ver este tipo de "científicos" que desde una "cuspite" predican o pontifican cuando en la realidad el mundo a gritos anuncia la ferocidad y velocidad de cambios que estan ocurriendo a raiz de una larga suma de sucesos provocados por la especie humana , amparada en cientificistas de esta calidad... Ya basta, debemos asumir la emergencia y prepararnos de la mejor forma ate lo que se viene , lo que ya esta aqui..http://identidadlra9.blogspot.com.ar/2012/12/declive-energetico-y-cambio-climatico.html
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