El ministro de Planificación firmó un acuerdo de cooperación
en energía atómica con la empresa china CNNC. El Gobierno pretende que haya
mayor transferencia de tecnología en el proyecto de construcción de una nueva
central nuclear.
por Javier Lewkowicz
El Gobierno pretende que la cuarta central nuclear, que
utilizaría la tecnología de uranio enriquecido, novedosa para el país, tenga un
contenido de industria nacional cercano al 60 %. Por esa razón el
ministro de Planificación, Julio De Vido, se reunió ayer en esta ciudad con Sun
King, presidente del directorio de la Compañía Nacional
Nuclear China (CNNC), firma que está interesada en el proyecto y participaría
de la licitación que, según está previsto, se abrirá el año que viene. Por otro
lado, la poderosa China State Construction Engrg. Corporation confirmó a De
Vido que está interesada en la construcción de las represas hidroeléctricas
Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Para esa compañía sería el primer desembarco
en América latina.
De Vido fue recibido a la mañana por Zhang Xiaoquian,
viceministro de la
Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el organismo
responsable de la planificación económica en China. El funcionario asiático le
manifestó que está “entusiasmado por la participación de empresas chinas en el
proceso de licitación de las represas”. Como el Estado es propietario tanto de
las empresas contratistas como de los bancos que financiarían la operación, el
guiño de Zhang es una buena señal, advierten miembros de la delegación oficial.
Acompañaron a De Vido el secretario de Obras Públicas, José López; el
subsecretario de Recursos Hídricos, Edgardo Bortolozzi, y el vicepresidente de
la estatal Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA), José Luis
Antúnez.
El gobierno chino también resaltó su intención de apoyar la
participación de las empresas de telecomunicaciones en el mercado nacional,
desembarco que se facilitaría a partir del 25 % del espacio
radioeléctrico sobre el que recientemente Arsat logró tener el manejo. En China
hay 1060 millones de usuarios de celulares, de los cuales 180 millones utilizan
la tecnología 3G. La firma china interesada es Datang Mobile Comunication,
operadora y fabricante para el sector en este país.
El Gobierno tiene proyectadas dos nuevas centrales nucleares
para la generación eléctrica hacia el año 2025. La primera de ellas sería
Atucha III, licitación que podría abrirse el año viene. Por eso, además del
interés que los chinos mostraron en la energía hidroeléctrica, el petróleo, las
telecomunicaciones y la energía eólica, se firmó también un acuerdo en el área
nuclear de entendimiento con la firma china CNNC, para estudiar la posibilidad
de que los asiáticos se desenvuelvan en la Argentina , pero bajo condiciones de transferencia
tecnológica hacia adentro del tejido industrial nacional.
La intención oficial es que las próximas centrales nucleares
utilicen la tecnología de uranio enriquecido en lugar del agua pesada y el
uranio natural, modalidades que, como se utilizaron en Atucha I y Embalse, ya
son conocidas. El uranio enriquecido genera más energía que el natural o agua
pesada para el mismo parque de maquinarias.
“Para Argentina es muy importante tener en este nuevo
proyecto la mayor cantidad de transferencia tecnológica, para que Argentina sea
realmente dueña de la central y que esto permita que el tejido industrial
nacional se beneficie del proyecto”, explicó Antúnez. Por eso, De Vido y sus
colaboradores se reunieron con la
CNNC. Las negociaciones son complejas porque detrás está el
Estado chino, que impulsa siempre que sus compañías controladas puedan exportar
la mayor cantidad posible de tecnología y valor agregado. En el país
actualmente se fabrica uranio natural y agua pesada.
No es la primera empresa con la cual la cartera de
Planificación mantiene reuniones. Anteriormente se mostraron interesados
Westinghouse, de Estados Unidos, Areva (Francia), Rosatom (Rusia) y Kepco
(Corea). Precisamente, con los rusos De Vido tendrá el lunes, durante su visita
a Moscú para continuar con el “road show” de las represas en el río Santa Cruz,
un encuentro por el tema nuclear.
Según explicó Antúnez, conocedor al detalle de los tres
proyectos nucleares en Argentina que existen en la actualidad, en el caso de
Atucha I la adquisición fue de tipo “llave en mano” a la firma Siemens, “con un
grado muy bajo de contenido local, menor al 10 %”. En Embalse, cuya
tecnología fue adquirida a ASL de Canadá, la participación local ascendió a un
30 %, mientras que Atucha II se está terminando con un grado de
presencia nacional del 40 %. Si bien la tecnología que tendría la
próxima central de uranio enriquecido no se practica en Argentina, la intención
oficial es seguir elevando el contenido local, con el objetivo del 60 %.
Eso implica que la firma contratista deberá adquirir
maquinarias, equipos e insumos a empresas locales, a las que, llegado el caso,
tendrá que capacitar. Como ningún actor económico de esta relevancia regala
nada, el Estado Nacional pondrá determinadas exigencias en la propia
licitación. Cuanto mejor sea la oferta de los privados en términos de
financiamiento y de transferencia de tecnología, más posibilidades tendrá de
quedarse con el proyecto. El esquema financiero incluiría la importación de los
equipos por parte del Estado con un crédito de los bancos de desarrollo de los
países donde radica la empresa contratista.
En general, la mayor cantidad de centrales nucleares en
funcionamiento se ubican en países desarrollados, como Estados Unidos (104 centrales)
y Francia (58), y también en Rusia (30). En China hay 11 centrales, pero 27 en
construcción, lo que lo ubica en el país con mayor grado de expansión en
energía nuclear en términos absolutos.
Fuente:
Energía nuclear, nacional y popular, 29/09/12, Página/12. Consultado 29/09/12.
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