La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, estuvo presente en
la inauguración de Rio+20. Se intentarán consensuar posiciones sobre
desigualdad social, crisis de energía, alimentación, escasez de agua y aumento
de la temperatura del planeta.
Gobiernos de todo el mundo se reúnen en la conferencia de la ONU Rio +20 en pos de un
compromiso para salvar el planeta, en medio de serias dudas sobre la
posibilidad de un acuerdo a la altura de lo que el planeta requiere para su
supervivencia.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llamó al
"compromiso de todos los países del mundo" para alcanzar un acuerdo
que responda a las acuciantes necesidades ambientales y sociales del planeta,
al inaugurar el pabellón de Brasil en la conferencia.
La cita Rio+20, que se extenderá 10 días, será la mayor
conferencia de la ONU
jamás realizada, con más de 50.000 participantes entre líderes de gobierno,
sociedad civil y el mundo empresarial, para buscar un acuerdo que garantice una
transición hacia una economía verde para el planeta, que ayude a preservar sus
recursos naturales y luchar contra la pobreza.
"Debemos acelerar dramáticamente el ritmo de las
negociaciones", urgió el secretario general de la reunión, Sha Zukang, en
la primera rueda de prensa del evento, y explicó que la negociación fue
dividida en grupos para avanzar.
Gobiernos de todo el mundo tienen por delante tres
maratónicos días para definir un acuerdo del que menos de un tercio ha sido
consensuado, y muchos esperan que la negociación se extienda hasta la cumbre
del 20 al 22 de junio.
Más de un centenar de gobernantes son esperados, entre ellos
el presidente francés François Hollande y el primer ministro chino Wen Jiabao,
pero habrá ausencias claves, como las del presidente de la primera economía del
planeta, el estadounidense Barack Obama, o la canciller alemana Angela Merkel.
Obama y Merkel sí son esperados en la cumbre del G20 la
próxima semana en México para debatir la crisis económica.
Soluciones urgentes
Recientes estudios dejan claro que el mundo requiere urgentemente
de soluciones. Según cifras de la
ONU , la demanda de alimentos aumentará 50 % para 2030 y la de
energía 45 %, en un contexto de incremento de la desigualdad social, escasez de
agua y aumento de la temperatura del planeta.
Los gobernantes deben definir cómo alimentar a mil millones
de personas que pasan hambre y atender las expectativas de centenas de millones
que están accediendo a las clases medias en las grandes economías emergentes,
sin agotar los recursos naturales.
Los países coinciden: el encuentro mundial es crucial para
el futuro del planeta. Pero bajo condición de anonimato, expresan dudas sobre
las posibilidades de un compromiso ambicioso en un contexto de crisis económica
internacional.
"Las crisis financieras mundiales ya proyectaron su
sombra sobre esta conferencia", denunció por su parte el Fondo Mundial
para la Naturaleza
(WWF).
Los países en desarrollo reunidos en el Grupo de los 77 y
China propusieron crear un fondo de 30.000 millones de dólares por año para
financiar la transición al desarrollo sustentable, informó el miércoles el
máximo negociador de Brasil en Rio+20, Luiz Alberto Figueiredo.
El reclamo pone sobre la mesa una brecha entre las
exigencias de las economías en desarrollo y las industrializadas.
Una de las propuestas más ambiciosas, que surgió de los
países latinoamericanos, es aprobar los Objetivos del Desarrollo Sustentable
que comprometan a todos los países en áreas que pueden ir de la seguridad
alimentaria a la energía o agricultura sustentables.
En paralelo a la conferencia se celebrará desde el viernes la Cumbre de los Pueblos, con
decenas de miles de activistas ambientales, ONGs, representantes de la sociedad
civil e indígenas de todo el mundo que presionarán a los gobernantes a adoptar
soluciones concretas.
"La ONU
debate la sustentabilidad, pero es un argumento teórico para seguir devastando
la naturaleza", expresó uno de los participantes, el cacique Marcos
Terena, al poner en duda el concepto de "economía verde".
Un gran dispositivo de seguridad tomó la ciudad, vigilada
por 20.000 militares y policías e inmersa en un caótico tránsito.
Pero la violencia ha disminuido significativamente en
relación a 20 años atrás, cuando se celebró la Cumbre de la Tierra de 1992 y los
tanques apuntaban a las favelas, controladas por el narcotráfico y muchas de
ellas hoy pacificadas.
Agenda "verde": los problemas ambientales más
graves desde 1972
Desde 1972, cuando se hizo la primera gran conferencia
mundial sobre medio ambiente, pocos problemas fueron resueltos y algunos están
empeorando rápidamente.
Desde la primera gran conferencia mundial sobre medio
ambiente en 1972, los temas "verdes" han ingresado en la agenda
política y en la conciencia del consumidor.
Protección de la capa de ozono: El Protocolo de la ONU de 1987 ilegalizó el uso
de gases de clorofluorocarburos (CFC) que erosionan la capa de ozono, la cual
protege al planeta de los rayos solares que pueden causar cáncer de piel. Se
detuvo una mayor expansión del hoyo en la capa de ozono, pero su recuperación
total está prevista para mediados de este siglo o incluso después.
Cambio climático: En la cumbre de Rio de Janeiro de 1992, la ONU estableció la Convención Marco
sobre Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés). En 1997, la UNFCCC promulgó el
Protocolo de Kioto, el único tratado que estipula cortes específicos de
emisiones de gases de efecto invernadero. Pero las metas de Kioto han sido
atropelladas por emisiones de gigantes economías emergentes que no tienen esos
objetivos. Las partes en la
UNFCCC acordaron lanzar un nuevo pacto para 2015, efectivo a
partir de 2020. El tiempo es corto. La Tierra está en camino a un calentamiento de tres
grados centígrados o más al final del siglo, empeorando gravemente los peligros
de sequías, inundaciones y tormentas.
Biodiversidad: El Convenio sobre la Diversidad Biológica
(CBD), otro vástago de la reunión de 1992, no ha logrado contener la pérdida de
especies. El mundo no alcanzó el Objetivo de Desarrollo del Milenio sobre
pérdida de biodiversidad para 2010. Desde 1980, la degradación de arrecifes de
coral ha caído en 38 %. La pérdida de hábitat es de más del 20 % desde la década
de 1980, principalmente por causa de la agricultura.
Océanos: Con la excepción de algunas pesquerías que están
bajo control de los Estados, muchas poblaciones de peces sufren un agotamiento
sin precedentes. En 2007, sólo 7 % de la producción mundial de pescado tenía el
certificado del Consejo de Administración del Mar (Marine Stewardship Council)
de producción con respeto al medio ambiente. Hay 169 "zonas costeras
muertas" en los oceános y 415 que sufren de eutrofización, es decir, bajos
niveles de oxígeno o exceso de nitrógeno por la escorrentía de fertilizantes.
Agua fresca: En los últimos 50 años, se ha triplicado la
extracción mundial de agua subterránea en respuesta a un aumento de la
población urbana y la demanda agrícola. Sólo 158 de las 263 cuencas de ríos que
cruzan fronteras nacionales tienen acuerdos de cooperación en materia de
gestión de los recursos. 92 % de la huella de carbono mundial del agua se debe a
la agricultura.
Energía: Un incremento masivo en el interés por las energías
renovables, impulsado especialmente por los objetivos establecidos en Europa,
contrasta con el dominio de los combustibles fósiles, que representaron el
80,9 % de los suministros de energía en 2009. Desde 1992, la producción de
energía solar se incrementó en 30.000 % y de viento en 6.000 %. Pero en conjunto
con la geotérmica, representaron sólo el 0,8 % del total global en 2009. Con los
biocombustibles y los provenientes de la quema de basura la cifra sube a 10,2 %.
La inversión global en energía y combustibles renovables alcanzó un récord de
211.000 millones de dólares en 2010, 540 % más que en 2004.
Deforestación: Desde 1992, los bosques primarios del mundo
han disminuido en 300 millones de hectáreas, un área casi tan grande como
Argentina. La deforestación es la tercera gran causa de la emisión de gases que
generan el calentamiento global. La buena noticia es que la reforestación está
ganando terreno en el hemisferio norte y que ha habido algún progreso en el
ofrecimiento de incentivos financieros para proteger los bosques nativos. Desde
2006, se ha duplicado una iniciativa de la ONU para plantar al menos 1.000 millones de
árboles al año.
Contaminación y desechos: La producción anual de plásticos
se ha más que duplicado en las últimas dos décadas a 265 millones de toneladas,
de las cuales la mitad es usada para artículos desechables. La descomposición
del plástico es muy lenta, creando una amenaza ambiental de largo plazo. Por
otra parte, el número de derrames de petróleo ha bajado en los últimos 20 años.
Plomo en petróleo o gasolina está cerca de ser eliminado y hay un tratado
mundial para poner un freno a la tristemente célebre "docena sucia"
de contaminantes orgánicos persistentes y productos químicos que se biodegradan
tan lentamente que se acumulan en la cadena alimenticia. También en el lado
positivo, los consumidores son cada vez más sensibles al reciclaje, siempre que
no sea demasiado costoso.
Fuentes: Informe Global sobre Medio Ambiente del Programa de
la ONU para el
Medio Ambiente (PNUMA); cifras sobre energía del informe de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) y la
Agencia de Energía Internacional (AIEA).
Fuentes:
- Observador Global.com, 14/06/12, Comenzó la Cumbre Río+20 con un gran desafío social y ambiental. Consultado 14/06/12.
- Observador Global.com, 14/06/12, Agenda "verde": los problemas ambientales más graves desde 1972. Consultado 14/06/12.
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