viernes, 15 de junio de 2012

Comenzó la Cumbre Río+20 con un gran desafío social y ambiental


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, estuvo presente en la inauguración de Rio+20. Se intentarán consensuar posiciones sobre desigualdad social, crisis de energía, alimentación, escasez de agua y aumento de la temperatura del planeta.

Gobiernos de todo el mundo se reúnen en la conferencia de la ONU Rio+20 en pos de un compromiso para salvar el planeta, en medio de serias dudas sobre la posibilidad de un acuerdo a la altura de lo que el planeta requiere para su supervivencia.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llamó al "compromiso de todos los países del mundo" para alcanzar un acuerdo que responda a las acuciantes necesidades ambientales y sociales del planeta, al inaugurar el pabellón de Brasil en la conferencia.

La cita Rio+20, que se extenderá 10 días, será la mayor conferencia de la ONU jamás realizada, con más de 50.000 participantes entre líderes de gobierno, sociedad civil y el mundo empresarial, para buscar un acuerdo que garantice una transición hacia una economía verde para el planeta, que ayude a preservar sus recursos naturales y luchar contra la pobreza.

"Debemos acelerar dramáticamente el ritmo de las negociaciones", urgió el secretario general de la reunión, Sha Zukang, en la primera rueda de prensa del evento, y explicó que la negociación fue dividida en grupos para avanzar.

Gobiernos de todo el mundo tienen por delante tres maratónicos días para definir un acuerdo del que menos de un tercio ha sido consensuado, y muchos esperan que la negociación se extienda hasta la cumbre del 20 al 22 de junio.

Más de un centenar de gobernantes son esperados, entre ellos el presidente francés François Hollande y el primer ministro chino Wen Jiabao, pero habrá ausencias claves, como las del presidente de la primera economía del planeta, el estadounidense Barack Obama, o la canciller alemana Angela Merkel.

Obama y Merkel sí son esperados en la cumbre del G20 la próxima semana en México para debatir la crisis económica.

Soluciones urgentes
Recientes estudios dejan claro que el mundo requiere urgentemente de soluciones. Según cifras de la ONU, la demanda de alimentos aumentará 50 % para 2030 y la de energía 45 %, en un contexto de incremento de la desigualdad social, escasez de agua y aumento de la temperatura del planeta.

Los gobernantes deben definir cómo alimentar a mil millones de personas que pasan hambre y atender las expectativas de centenas de millones que están accediendo a las clases medias en las grandes economías emergentes, sin agotar los recursos naturales.

Los países coinciden: el encuentro mundial es crucial para el futuro del planeta. Pero bajo condición de anonimato, expresan dudas sobre las posibilidades de un compromiso ambicioso en un contexto de crisis económica internacional.

La Unión Europea luchará "hasta el último minuto" para obtener "compromisos creíbles", pero será difícil, anunció en Bruselas el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, quien debe llegar a Brasil el viernes.

"Las crisis financieras mundiales ya proyectaron su sombra sobre esta conferencia", denunció por su parte el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Los países en desarrollo reunidos en el Grupo de los 77 y China propusieron crear un fondo de 30.000 millones de dólares por año para financiar la transición al desarrollo sustentable, informó el miércoles el máximo negociador de Brasil en Rio+20, Luiz Alberto Figueiredo.

El reclamo pone sobre la mesa una brecha entre las exigencias de las economías en desarrollo y las industrializadas.

Una de las propuestas más ambiciosas, que surgió de los países latinoamericanos, es aprobar los Objetivos del Desarrollo Sustentable que comprometan a todos los países en áreas que pueden ir de la seguridad alimentaria a la energía o agricultura sustentables.

En paralelo a la conferencia se celebrará desde el viernes la Cumbre de los Pueblos, con decenas de miles de activistas ambientales, ONGs, representantes de la sociedad civil e indígenas de todo el mundo que presionarán a los gobernantes a adoptar soluciones concretas.

"La ONU debate la sustentabilidad, pero es un argumento teórico para seguir devastando la naturaleza", expresó uno de los participantes, el cacique Marcos Terena, al poner en duda el concepto de "economía verde".

Un gran dispositivo de seguridad tomó la ciudad, vigilada por 20.000 militares y policías e inmersa en un caótico tránsito.

Pero la violencia ha disminuido significativamente en relación a 20 años atrás, cuando se celebró la Cumbre de la Tierra de 1992 y los tanques apuntaban a las favelas, controladas por el narcotráfico y muchas de ellas hoy pacificadas.


Agenda "verde": los problemas ambientales más graves desde 1972

Desde 1972, cuando se hizo la primera gran conferencia mundial sobre medio ambiente, pocos problemas fueron resueltos y algunos están empeorando rápidamente.

Desde la primera gran conferencia mundial sobre medio ambiente en 1972, los temas "verdes" han ingresado en la agenda política y en la conciencia del consumidor.

Protección de la capa de ozono: El Protocolo de la ONU de 1987 ilegalizó el uso de gases de clorofluorocarburos (CFC) que erosionan la capa de ozono, la cual protege al planeta de los rayos solares que pueden causar cáncer de piel. Se detuvo una mayor expansión del hoyo en la capa de ozono, pero su recuperación total está prevista para mediados de este siglo o incluso después.

Cambio climático: En la cumbre de Rio de Janeiro de 1992, la ONU estableció la Convención Marco sobre Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés). En 1997, la UNFCCC promulgó el Protocolo de Kioto, el único tratado que estipula cortes específicos de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero las metas de Kioto han sido atropelladas por emisiones de gigantes economías emergentes que no tienen esos objetivos. Las partes en la UNFCCC acordaron lanzar un nuevo pacto para 2015, efectivo a partir de 2020. El tiempo es corto. La Tierra está en camino a un calentamiento de tres grados centígrados o más al final del siglo, empeorando gravemente los peligros de sequías, inundaciones y tormentas.

Biodiversidad: El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), otro vástago de la reunión de 1992, no ha logrado contener la pérdida de especies. El mundo no alcanzó el Objetivo de Desarrollo del Milenio sobre pérdida de biodiversidad para 2010. Desde 1980, la degradación de arrecifes de coral ha caído en 38 %. La pérdida de hábitat es de más del 20 % desde la década de 1980, principalmente por causa de la agricultura.

Océanos: Con la excepción de algunas pesquerías que están bajo control de los Estados, muchas poblaciones de peces sufren un agotamiento sin precedentes. En 2007, sólo 7 % de la producción mundial de pescado tenía el certificado del Consejo de Administración del Mar (Marine Stewardship Council) de producción con respeto al medio ambiente. Hay 169 "zonas costeras muertas" en los oceános y 415 que sufren de eutrofización, es decir, bajos niveles de oxígeno o exceso de nitrógeno por la escorrentía de fertilizantes.

Agua fresca: En los últimos 50 años, se ha triplicado la extracción mundial de agua subterránea en respuesta a un aumento de la población urbana y la demanda agrícola. Sólo 158 de las 263 cuencas de ríos que cruzan fronteras nacionales tienen acuerdos de cooperación en materia de gestión de los recursos. 92 % de la huella de carbono mundial del agua se debe a la agricultura.

Energía: Un incremento masivo en el interés por las energías renovables, impulsado especialmente por los objetivos establecidos en Europa, contrasta con el dominio de los combustibles fósiles, que representaron el 80,9 % de los suministros de energía en 2009. Desde 1992, la producción de energía solar se incrementó en 30.000 % y de viento en 6.000 %. Pero en conjunto con la geotérmica, representaron sólo el 0,8 % del total global en 2009. Con los biocombustibles y los provenientes de la quema de basura la cifra sube a 10,2 %. La inversión global en energía y combustibles renovables alcanzó un récord de 211.000 millones de dólares en 2010, 540 % más que en 2004.

Deforestación: Desde 1992, los bosques primarios del mundo han disminuido en 300 millones de hectáreas, un área casi tan grande como Argentina. La deforestación es la tercera gran causa de la emisión de gases que generan el calentamiento global. La buena noticia es que la reforestación está ganando terreno en el hemisferio norte y que ha habido algún progreso en el ofrecimiento de incentivos financieros para proteger los bosques nativos. Desde 2006, se ha duplicado una iniciativa de la ONU para plantar al menos 1.000 millones de árboles al año.

Contaminación y desechos: La producción anual de plásticos se ha más que duplicado en las últimas dos décadas a 265 millones de toneladas, de las cuales la mitad es usada para artículos desechables. La descomposición del plástico es muy lenta, creando una amenaza ambiental de largo plazo. Por otra parte, el número de derrames de petróleo ha bajado en los últimos 20 años. Plomo en petróleo o gasolina está cerca de ser eliminado y hay un tratado mundial para poner un freno a la tristemente célebre "docena sucia" de contaminantes orgánicos persistentes y productos químicos que se biodegradan tan lentamente que se acumulan en la cadena alimenticia. También en el lado positivo, los consumidores son cada vez más sensibles al reciclaje, siempre que no sea demasiado costoso.

Fuentes: Informe Global sobre Medio Ambiente del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA); cifras sobre energía del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Agencia de Energía Internacional (AIEA).

Fuentes:

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