Los testigos que fueron llamados a
declarar son Victor Hugo Castaño, Pablo Damian Paiva y Nicolás Jesús Garzón
La jornada del día 14 de junio comenzó a las 11 de la mañana
aproximadamente. En el inicio toma la palabra Carlos Hairaberdian, abogado
defensor del productor Jorge Gabrielli, solicitando al tribunal que se incluya
un artículo periodístico que salió publicado el día de hoy en el diario La Voz del Interior y que
considera pertinente ya que está “referido a este juicio y tiene una
ilustración de la ganadora del premio Nobel Verde (haciendo alusión a Sofía
Gatica) con el título de ‘Cambiemos temores por conocimiento’”. La nota la
escribe Alicia Cavallo y aclara que sólo quiere que se incluya la nota, no el
testimonio de la autora. El Fiscal, Marcelo Novillo, no se opone ya que
considera que sólo es una opinión más sobre los agroquímicos.
El doctor Juan Manuel Aráoz de la Defensa , abogado de
Francisco Parra, afrima que tiene interés en la declaración de los policías que
actuaron en los allanamientos ya que hay algunos policías claves. El presidente
del tribunal el Juez Lorenzo Rodríguez dice que hay que tener en cuenta que son
varios policías los que se han llamado a testificar y que que “no hay que
llamar para hacer bulto”.
Por su parte, el fiscal Matheu solicita al tribunal que se incluya el testimonio de Diana Raab, quien en ese entonces se desempeñaba como funcionaria municipal, ya que ha surgido su nombre reiteradas veces en las declaraciones de los testigos. El fiscal también señala que tiene en su poder los documentos que Norma Herrera, tal como sostuvo en su declaración, aportaría a la causa. Norma Herrera había declarado que alcanzaría al Tribunal un estudio médico del año 2005 de uno de sus hijos. El fiscal lo muestra a los presentes y lo pone a disposición del tribunal.
Por su parte, el fiscal Matheu solicita al tribunal que se incluya el testimonio de Diana Raab, quien en ese entonces se desempeñaba como funcionaria municipal, ya que ha surgido su nombre reiteradas veces en las declaraciones de los testigos. El fiscal también señala que tiene en su poder los documentos que Norma Herrera, tal como sostuvo en su declaración, aportaría a la causa. Norma Herrera había declarado que alcanzaría al Tribunal un estudio médico del año 2005 de uno de sus hijos. El fiscal lo muestra a los presentes y lo pone a disposición del tribunal.
Seguidamente el doctor Aráoz pide al Tribunal que se tenga en
cuenta, a la hora de incluir pruebas a la causa, la pertinencia de los hechos del 2004 y del 2008, y que no se extienda a la emergencia sanitaria de la zona
en general porque si no “vamos a tener una lista de testigos que no va a
terminar más” afirma haciendo referencia a Raab.
El Fiscal Novillo, le responde aseverando que la pertinencia
de la presencia de la señora Raab se desprende de los hechos narrados por los
testigos hasta el momento. El tribunal decide aceptar el testimonio de la
señora Raab.
Elina Quintero, la testigo que no declaró por problemas de
salud
La primera testigo que declara en la mañana es Elina
Quinteros, vecina de barrio Ituzaingó. Comienza a hablar y dice que ella no
quería venir porque está discapacitada. Entonces el presidente de Tribunal le
pregunta que discapacidad tiene y ella responde: “Tuve un ACV, estuve mal del
corazón, tengo muchos problemas de salud. No me gustaría que me estén llamando
de vez en cuando porque yo no salgo ni a la vereda. Soy muy nerviosa. Y anoche
no dormí nada y hoy me levanté a las 5 y media”. Atento a esto, el Tribunal le
pide disculpas por hacerla venir, y le aseguran que no sabían nada de su
situación y que las partes tampoco estaban al tanto de su estado de salud. Luego de esto le permiten retirarse sin
realizar su declaración.
Víctor Hugo Castaño:“Vi la máquina del alambrado a 5 o 6
cuadras para adentro del campo”
El siguiente declarante del día es el señor Víctor Hugo
Castaño, que según explica el tribunal es un testigo que quedó sin declarar
sobre los hechos del año 2004. Como a todos los testigos, se le consulta acerca
del lugar donde vive. Castagno explica que su casa está frente al campo, sobre
la última calle del barrio que colinda con los campos. Asegura que fue uno de
los primeros habitantes del barrio y que cuando llegó era casi todo campo, de
eso pasaron 40 años ya, según relata.
El Fiscal de Acusación de la Cámara Primera del
Crimen, Marcelo Novillo, le pregunta: “¿Vio fumigaciones?”. Castaño responde:
“Vi máquinas”. El presidente del Tribunal, el Juez Lorenzo Víctor Rodríguez,
detiene el proceso de preguntas y se dirige al testigo preguntándole si tiene
miedo; Víctor Hugo Castaño responde que no. El juez Rodríguez le dice: “No
tenga miedo, hubo otros que declararon antes que usted”.
El fiscal Novillo prosigue con las preguntas. Castaño afirma
que vio máquinas pero que no está seguro de que hayan estado fumigando. Luego,
describe dicha máquina, dice que es una cosa verde con aletas y la ubica a
aproximadamente seis cuadras de su casa. Además, afirma que la máquina estaba
en un campo sembrado de soja pero que no sabe a ciencia cierta a quién
pertenece.
Luego, continuando con sus respuestas ubica a el campo en el
que habría visto la máquina. El testigo dice “Adentro del campo había una
arbolada, y después venía un alambrado y ahí andaba la máquina, iba y venía”.
Entonces, como a los testigos anteriores, le piden que se
acerque al mapa que hay en la sala y ubique su casa y el lugar donde dice haber
visto dicha máquina. Se produce un desorden porque los abogados de la defensa
hablan entre ellos y a Castaño, todos al mismo tiempo y de manera desordenada.
El Presidente del Tribunal los amonesta, pidiéndoles silencio ya que “están
confundiendo al testigo”, sostiene. El testigo vuelve a retificar lo dicho
anteriormente: “Vi la máquina del alambrado a 5 o 6 cuadras para adentro del
campo”.
El Fiscal Novillo le pregunta si sintió algo cuando vio la
máquina y el testigo contesta que no. Dice, además no estar seguro de que
estaban fumigando pero sí de que la máquina tiraba algo. Respondiendo a
preguntas posteriores cuenta que tiene seis hijos y que no tienen problemas de
salud.
Asegura ignorar que el año 2004 se habían extraído muestras
de sangre a los niños del barrio y desconoce los análisis realizados hace dos años. Dice: “Sabia que andaban haciendo
eso, pero yo no me meto. Una señora flaquita de pelo rubio, andaba por ahí”.
Cuando la jueza Susana Cordi Moreno le pregunta si alguna
vez fue a esas reuniones en el centro vecinal, él responde: “Yo nunca, mi
señora fue (…) Se juntaban por el problema de la contaminación, porque estaban
fumigando y contaminaban. No participé nunca, nunca pregunté, nunca me pasó
nada a mí. A mis chicos nunca les hicieron ningún estudio. Escuché comentarios
que habían hecho estudios a algunos chicos pero mis hijos no estaban ahí, mis
hijos nunca tuvieron nada”.
Seguidamente el Fiscal Novillo le pregunta: “¿Sabia que la
municipalidad declaró en estado de emergencia su barrio?” y el testigo
responde: “Sí, ahora sí, pero no me acuerdo yo, no me acuerdo bien la fecha. Y
no sé porqué sería, la verdad”.
Llegando al final de la declaración, el Presidente del
Tribunal se refiere al señor Castaño y le habla: “Quiero decirle algo a título
personal, Es lamentable que como vecino y como ciudadano usted conteste lo que contestó hace un momentos: “A
mí no me pasaba nada ¿por qué voy a ir?” No es una actitud ciudadana. Si todos
actuáramos así, pobre país”.
Testimonio de Pablo Damián Paiva, funcionario policial:
“Ubiqué testigos, hice visitas, hicimos allanamientos, sacamos fotos”
A continuación, llaman al próximo testigo, el funcionario
policial Pablo Damián Paiva. El Fiscal Novillo comienza por preguntarle acerca
de su jerarquía. Él contesta que es sargento y que trabaja en el comisionado de
la fiscalía del señor Matheu. El fiscal le explica que fue llamado para ver si
recuerda las diligencias investigativas que realizo cumpliendo sus tareas como
parte de la Fiscalía.
Paiva relata lo que hizo, “ubiqué testigos, hice visitas a
Corralito a campos del señor Parra. Hicimos allanamientos a Pancello para buscar
información que los vinculara a las fumigaciones y una inspección al lugar con
policía judicial. Sacamos fotos y secuestré un certificado, un transparente del señor Pancello. Recuerdo un avión que estaba tapado, que estaban reparando, nos
llamo la atención y le sacamos fotos. Esperamos otro que estaba en vuelo”.
Además, agregó que según recuerda eran tres los aviones que había.
El Fiscal Novillo le muestra las fotos tomadas aquel día en
las que se ve que uno de los aviones no tenía alas.
La foto que sacó Pablo Paiva es del 23 de junio de 2008. En
aquel entonces, las denuncias por parte de los vecinos ya habían sido
realizadas. El hecho de que la avioneta se encontrara sin alas deja entrever el
posible conocimiento por parte del señor Pancello acerca de las denuncias que
referían haber visto a una avioneta de color amarillo y anaranjado, con una
franja azul, sobrevolando la zona de barrio Ituzaingó, Capilla de los Remedios
y alrededores. Esas características responden a una de las avionetas del señor Pancello. Esa es la avioneta que se encontraba sin alas y tapada, según lo que
observó en su inspección ocular el sargento Pablo Paiva cuando visitó las
instalaciones de la empresa fumigadora del señor Pancello.
A continuación, Paiva se explaya explicando y dando los
detalles de la investigación que se encaró en aquel momento, nombra testigos y
explica la ubicación de los terrenos según el peritaje visual que realizó,
afirma que en aquella época, el campo más cercano al barrio era el de un señor
de apellido Patti, el siguiente de Parra y el otro de Gabrielli. A estos datos
los habría obtenido de la información que recavó entre los vecinos del barrio
en el año 2008 y que se encuentran plasmadas en declaraciones de Pablo Paiva de
ese año y que el fiscal Novillo retoma y lee al tribunal. Uno de los datos que le aportan los vecinos
de la zona en su visita al barrio, por aquel entonces, es que Francisco Parra
cultivaba soja en su campo y en otro que se encuentra al frente del suyo, de
propiedad de un tal señor García que le habría prestado el campo “de palabra”.
Este último terreno se encuentra a 200 metros de las viviendas, aproximadamente.
Paiva agrega que los vecinos que le contaron esto le pidieron no identificarse
“por miedo a represalías”.
En una segunda declaración de Paiva del año 2008, que el
fiscal Novillo lee al tribunal, el testigo aduce que participó de allanamientos
en la vivienda del señor Pancello en la localidad de Corralito constatando la
presencia de tres avionetas de color amarillo y anaranjado con una franja azul
a lo largo. En otra declaración, Pablo Paiva sostiene que visitó la empresa
Fumigaciones Pancello y que lo atendió Federico Pancello (hijo de Edgardo
Pancello) presentándose como el dueño de la empresa y que haciendo referencia a
las avionetas que se encontraban sin alas sostuvo que estaban en reparación
para pintarlas.
Además, habló de una señora de apellido Minuzzi (ya había
sido nombrada por la señora Gatica ) quien supuestamente había tomado la matrícula de una
avioneta que fumigaba. Finalmente, explica, la señora era de apellido
Echeverría. Según le dijo, ella había realizado la denuncia en la Unidad Judicial 10
y ya no recordaba el número de la matrícula de la avioneta.
También habla de los allanamientos que realizaron en la
localidad de Corralito al señor Pancello y según dijo, no encontraron nada.
Asimismo, agrega que no recuerda haber llegado hasta los campos de Parra y que
tampoco tiene presente si estaban o no sembrados. Ante esta respuesta la jueza,
la doctora Susana
Cordi, le pregunta: “Usted dice que no
recuerda esto y estamos investigando un caso de fumigación. ¿Se da cuenta de
que es importante tener en cuenta eso para el comisionado?”; Paiva responde que
si. El presidente del Tribunal, señor Rodríguez, se dirige al testigo y le dice “Tome
nota, Paiva, de esta situación. Nosotros tenemos que resolver en base a lo que
ustedes no traen. Le sugiero esto, sobre todo, porque está trabajando para la
fiscalía”.
Cuando llega el momento de las preguntas de la defensa,
Aráoz le consulta acerca del tema de un terreno que un señor García le prestaba
al señor Parra, según los vecinos consultados en aquel momento y que no quisieron
identificarse. Aráoz dice que la negativa a identificarse vuelve dudoso el
dato. Paiva le contesta: ”Si los testimonios me sirven para seguir el dato, no
hago problemas acerca del anonimato”. Entonces el abogado prosigue: “Estos vecinos que no quisieron
identificarse y que son testigos de palabra ¿son los testigos que vieron a
Parra fumigando en un campo que no era suyo?” y Paiva responde: “No, no sé…si
los vecinos han dicho eso, seguramente fue así”, en ese momento interviene Carlos Hairabeidian preguntándole al testigo: “¿Ud. sabe que
dijeron los testigos de este juicio?”;
“No” contesta Paiva. Entonces el abogado le dice que todos los testigos
fueron consultados acerca de si conocían a los imputados y ninguno de ellos los
había logrado reconocer.
La máquina fantasma
Durante la tarde de ayer se presento como testigo Nicolás Garzón, casero del campo de Parra. Después de prestar un escueto testimonio donde dijo reconocer a Parra porque “es mi empleador” y a Gabrielli “escucharlo solo de nombre”, presentó contradicciones con la declaración realizada durante la instrucción y dijo no reconocer quien manejaba la “maquina” guardada en el galpón de su patrón.
Padre de familia con esposa e hijos a cargo realizo una declaración difusa y contradictoria con su testimonio en el 2008. Según Garzón, desde el 2006 que no se siembra soja en el campo, sino sorgo y alfalfa. Aclaró que Parra tiene una maquina fumigadora “un mosquito verde con blanco” y, ante las preguntas del Fiscal Novillo reconoció que la utiliza para fumigar.
Nicolás Garzón aclara, a los pocos minutos de iniciado su testimonio y ante las preguntas de la fiscalía, que sabe que él no utiliza esa máquina “la usan otros empleados”. “La tiene unos días la deja ahí y después la lleva a otro lado” explica. También sostuvo, ante la pregunta de Araoz, que la máquina sí tenía patente pero que él no la recordaba. Repite: “La vi andar a la maquina, pero no me meto en esas cosas. La dejan ahí en el galpón y después la trasladan”.
Ante la pregunta sobre qué productos utiliza para fumigar aclara “no, no en esas cosas yo no me meto”. También niega haber sentidos olores fuertes o picazón.
Con respecto a la causa del 2008, aclara que él nunca vio una avioneta. Sin embargo, reconoce escuchar ruidos; “pero pasan alto” se corrige inmediatamente.
Declaraciones confrontadas
A las 14 hs comienzan las preguntas del tribunal para que precise cómo y por quien sintió nombrar a Gabrielli el testigo expresa no recordarlo. Tampoco aclara si la maquina la manejaba Parra o un empleado.
El Fiscal Novillo lee parte de su declaración de mayo de 2008: “En esos campos hay siembra, específicamente soja, y arboles de durazno pero para consumo personal”. Tambien lee el extracto donde relataba que era el mismo Parra que lo explotaba y no que estaba arrendando.
Lee el testimonio donde relata que escucha ruido avionetas por las noches que pasaban pero “no se levanto a ver porque era muy jodido a esas horas”. Aclara que los escuchaba “a cada rato”.
14:17 se levanta la sesión. Para mañana a partir de las 10:30 horas se espera la presencia de seis testigos más testimoniales y peritos. También se confirmó la inspección ocular en el territorio el lunes a las 10:30 horas.
Fuentes:
Juicio a la Fumigación, 15/06/12, Crónicas desde la audiencia / / / Cuarto día: siguen las declaraciones de los testigos.
Juicio a la Fumigación,15/06/12, Crónicas desde la audiencia /// Cuarto día: Declaran empleados del campo.
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