viernes, 15 de junio de 2012

Crónicas desde el Juicio a la Fumigación: día 4


Los testigos que fueron llamados a declarar son Victor Hugo Castaño, Pablo Damian Paiva y Nicolás Jesús Garzón

La jornada del día 14 de junio comenzó a las 11 de la mañana aproximadamente. En el inicio toma la palabra Carlos Hairaberdian, abogado defensor del productor Jorge Gabrielli, solicitando al tribunal que se incluya un artículo periodístico que salió publicado el día de hoy en el diario La Voz del Interior y que considera pertinente ya que está “referido a este juicio y tiene una ilustración de la ganadora del premio Nobel Verde (haciendo alusión a Sofía Gatica) con el título de ‘Cambiemos temores por conocimiento’”. La nota la escribe Alicia Cavallo y aclara que sólo quiere que se incluya la nota, no el testimonio de la autora. El Fiscal, Marcelo Novillo, no se opone ya que considera que sólo es una opinión más sobre los agroquímicos.

El doctor Juan Manuel Aráoz de la Defensa, abogado de Francisco Parra, afrima que tiene interés en la declaración de los policías que actuaron en los allanamientos ya que hay algunos policías claves. El presidente del tribunal el Juez Lorenzo Rodríguez dice que hay que tener en cuenta que son varios policías los que se han llamado a testificar y que que “no hay que llamar para hacer bulto”.

Por su parte, el fiscal Matheu solicita al tribunal que se incluya el testimonio de Diana Raab, quien en ese entonces se desempeñaba como funcionaria municipal, ya que ha surgido su nombre reiteradas veces en las declaraciones de los testigos. El fiscal también señala que tiene en su poder los documentos que Norma Herrera, tal como sostuvo en su declaración,  aportaría a la causa. Norma Herrera había declarado que alcanzaría al Tribunal un estudio médico del año 2005 de uno de sus hijos. El fiscal lo muestra a los presentes y lo pone a disposición del tribunal.

Seguidamente el doctor Aráoz pide al Tribunal que se tenga en cuenta, a la hora de incluir pruebas a la causa, la pertinencia de los hechos del 2004 y del 2008, y que no se extienda a la emergencia sanitaria de la zona en general porque si no “vamos a tener una lista de testigos que no va a terminar más” afirma haciendo referencia a Raab.

El Fiscal Novillo, le responde aseverando que la pertinencia de la presencia de la señora Raab se desprende de los hechos narrados por los testigos hasta el momento. El tribunal decide aceptar el testimonio de la señora Raab.

Elina Quintero, la testigo que no declaró por problemas de salud
La primera testigo que declara en la mañana es Elina Quinteros, vecina de barrio Ituzaingó. Comienza a hablar y dice que ella no quería venir porque está discapacitada. Entonces el presidente de Tribunal le pregunta que discapacidad tiene y ella responde: “Tuve un ACV, estuve mal del corazón, tengo muchos problemas de salud. No me gustaría que me estén llamando de vez en cuando porque yo no salgo ni a la vereda. Soy muy nerviosa. Y anoche no dormí nada y hoy me levanté a las 5 y media”. Atento a esto, el Tribunal le pide disculpas por hacerla venir, y le aseguran que no sabían nada de su situación y que las partes tampoco estaban al tanto de su estado de salud.  Luego de esto le permiten retirarse sin realizar su declaración.

Víctor Hugo Castaño:“Vi la máquina del alambrado a 5 o 6 cuadras para adentro del campo”
El siguiente declarante del día es el señor Víctor Hugo Castaño, que según explica el tribunal es un testigo que quedó sin declarar sobre los hechos del año 2004. Como a todos los testigos, se le consulta acerca del lugar donde vive. Castagno explica que su casa está frente al campo, sobre la última calle del barrio que colinda con los campos. Asegura que fue uno de los primeros habitantes del barrio y que cuando llegó era casi todo campo, de eso pasaron 40 años ya, según relata.

El Fiscal de Acusación de la Cámara Primera del Crimen, Marcelo Novillo, le pregunta: “¿Vio fumigaciones?”. Castaño responde: “Vi máquinas”. El presidente del Tribunal, el Juez Lorenzo Víctor Rodríguez, detiene el proceso de preguntas y se dirige al testigo preguntándole si tiene miedo; Víctor Hugo Castaño responde que no. El juez Rodríguez le dice: “No tenga miedo, hubo otros que declararon antes que usted”.

El fiscal Novillo prosigue con las preguntas. Castaño afirma que vio máquinas pero que no está seguro de que hayan estado fumigando. Luego, describe dicha máquina, dice que es una cosa verde con aletas y la ubica a aproximadamente seis cuadras de su casa. Además, afirma que la máquina estaba en un campo sembrado de soja pero que no sabe a ciencia cierta a quién pertenece.

Luego, continuando con sus respuestas ubica a el campo en el que habría visto la máquina. El testigo dice “Adentro del campo había una arbolada, y después venía un alambrado y ahí andaba la máquina, iba y venía”.

Entonces, como a los testigos anteriores, le piden que se acerque al mapa que hay en la sala y ubique su casa y el lugar donde dice haber visto dicha máquina. Se produce un desorden porque los abogados de la defensa hablan entre ellos y a Castaño, todos al mismo tiempo y de manera desordenada. El Presidente del Tribunal los amonesta, pidiéndoles silencio ya que “están confundiendo al testigo”, sostiene. El testigo vuelve a retificar lo dicho anteriormente: “Vi la máquina del alambrado a 5 o 6 cuadras para adentro del campo”.

El Fiscal Novillo le pregunta si sintió algo cuando vio la máquina y el testigo contesta que no. Dice, además no estar seguro de que estaban fumigando pero sí de que la máquina tiraba algo. Respondiendo a preguntas posteriores cuenta que tiene seis hijos y que no tienen problemas de salud.

Asegura ignorar que el año 2004 se habían extraído muestras de sangre a los niños del barrio y desconoce los análisis realizados hace dos años. Dice: “Sabia que andaban haciendo eso, pero yo no me meto. Una señora flaquita de pelo rubio, andaba por ahí”.

Cuando la jueza Susana Cordi Moreno le pregunta si alguna vez fue a esas reuniones en el centro vecinal, él responde: “Yo nunca, mi señora fue (…) Se juntaban por el problema de la contaminación, porque estaban fumigando y contaminaban. No participé nunca, nunca pregunté, nunca me pasó nada a mí. A mis chicos nunca les hicieron ningún estudio. Escuché comentarios que habían hecho estudios a algunos chicos pero mis hijos no estaban ahí, mis hijos nunca tuvieron nada”.

Seguidamente el Fiscal Novillo le pregunta: “¿Sabia que la municipalidad declaró en estado de emergencia su barrio?” y el testigo responde: “Sí, ahora sí, pero no me acuerdo yo, no me acuerdo bien la fecha. Y no sé porqué sería, la verdad”.

Llegando al final de la declaración, el Presidente del Tribunal se refiere al señor Castaño y le habla: “Quiero decirle algo a título personal, Es lamentable que como vecino y como ciudadano  usted conteste lo que contestó hace un momentos: “A mí no me pasaba nada ¿por qué voy a ir?” No es una actitud ciudadana. Si todos actuáramos así, pobre país”.

Testimonio de Pablo Damián Paiva, funcionario policial: “Ubiqué testigos, hice visitas, hicimos allanamientos, sacamos fotos”
A continuación, llaman al próximo testigo, el funcionario policial Pablo Damián Paiva. El Fiscal Novillo comienza por preguntarle acerca de su jerarquía. Él contesta que es sargento y que trabaja en el comisionado de la fiscalía del señor Matheu. El fiscal le explica que fue llamado para ver si recuerda las diligencias investigativas que realizo cumpliendo sus tareas como parte de la Fiscalía.

Paiva relata lo que hizo, “ubiqué testigos, hice visitas a Corralito a campos del señor Parra. Hicimos allanamientos a Pancello para buscar información que los vinculara a las fumigaciones y una inspección al lugar con policía judicial. Sacamos fotos y secuestré un certificado, un transparente del señor Pancello. Recuerdo un avión que estaba tapado, que estaban reparando, nos llamo la atención y le sacamos fotos. Esperamos otro que estaba en vuelo”. Además, agregó que según recuerda eran tres los aviones que había.

El Fiscal Novillo le muestra las fotos tomadas aquel día en las que se ve que uno de los aviones no tenía alas.

La foto que sacó Pablo Paiva es del 23 de junio de 2008. En aquel entonces, las denuncias por parte de los vecinos ya habían sido realizadas. El hecho de que la avioneta se encontrara sin alas deja entrever el posible conocimiento por parte del señor Pancello acerca de las denuncias que referían haber visto a una avioneta de color amarillo y anaranjado, con una franja azul, sobrevolando la zona de barrio Ituzaingó, Capilla de los Remedios y alrededores. Esas características responden a una de las avionetas del señor Pancello. Esa es la avioneta que se encontraba sin alas y tapada, según lo que observó en su inspección ocular el sargento Pablo Paiva cuando visitó las instalaciones de la empresa fumigadora del señor Pancello.

A continuación, Paiva se explaya explicando y dando los detalles de la investigación que se encaró en aquel momento, nombra testigos y explica la ubicación de los terrenos según el peritaje visual que realizó, afirma que en aquella época, el campo más cercano al barrio era el de un señor de apellido Patti, el siguiente de Parra y el otro de Gabrielli. A estos datos los habría obtenido de la información que recavó entre los vecinos del barrio en el año 2008 y que se encuentran plasmadas en declaraciones de Pablo Paiva de ese año y que el fiscal Novillo retoma y lee al tribunal. Uno de los datos que le aportan los vecinos de la zona en su visita al barrio, por aquel entonces, es que Francisco Parra cultivaba soja en su campo y en otro que se encuentra al frente del suyo, de propiedad de un tal señor García que le habría prestado el campo “de palabra”. Este último terreno se encuentra a 200 metros de las viviendas, aproximadamente. Paiva agrega que los vecinos que le contaron esto le pidieron no identificarse “por miedo a represalías”.

En una segunda declaración de Paiva del año 2008, que el fiscal Novillo lee al tribunal, el testigo aduce que participó de allanamientos en la vivienda del señor Pancello en la localidad de Corralito constatando la presencia de tres avionetas de color amarillo y anaranjado con una franja azul a lo largo. En otra declaración, Pablo Paiva sostiene que visitó la empresa Fumigaciones Pancello y que lo atendió Federico Pancello (hijo de Edgardo Pancello) presentándose como el dueño de la empresa y que haciendo referencia a las avionetas que se encontraban sin alas sostuvo que estaban en reparación para pintarlas.

Además, habló de una señora de apellido Minuzzi (ya había sido nombrada por la señora Gatica) quien supuestamente había tomado la matrícula de una avioneta que fumigaba. Finalmente, explica, la señora era de apellido Echeverría. Según le dijo, ella había realizado la denuncia en la Unidad Judicial 10 y ya no recordaba el número de la matrícula de la avioneta.

También habla de los allanamientos que realizaron en la localidad de Corralito al señor Pancello y según dijo, no encontraron nada. Asimismo, agrega que no recuerda haber llegado hasta los campos de Parra y que tampoco tiene presente si estaban o no sembrados. Ante esta respuesta la jueza, la doctora Susana Cordi, le  pregunta: “Usted dice que no recuerda esto y estamos investigando un caso de fumigación. ¿Se da cuenta de que es importante tener en cuenta eso para el comisionado?”; Paiva responde que si. El presidente del Tribunal, señor Rodríguez, se dirige al testigo y le dice “Tome nota, Paiva, de esta situación. Nosotros tenemos que resolver en base a lo que ustedes no traen. Le sugiero esto, sobre todo, porque está trabajando para la fiscalía”.

Cuando llega el momento de las preguntas de la defensa, Aráoz le consulta acerca del tema de un terreno que un señor García le prestaba al señor Parra, según los vecinos consultados en aquel momento y que no quisieron identificarse. Aráoz dice que la negativa a identificarse vuelve dudoso el dato. Paiva le contesta: ”Si los testimonios me sirven para seguir el dato, no hago problemas acerca del anonimato”. Entonces el abogado prosigue: “Estos vecinos que no quisieron identificarse y que son testigos de palabra ¿son los testigos que vieron a Parra fumigando en un campo que no era suyo?” y Paiva responde: “No, no sé…si los vecinos han dicho eso, seguramente fue así”, en ese momento interviene  Carlos Hairabeidian  preguntándole al testigo: “¿Ud. sabe que dijeron los testigos de este juicio?”;  “No” contesta Paiva. Entonces el abogado le dice que todos los testigos fueron consultados acerca de si conocían a los imputados y ninguno de ellos los había logrado reconocer.

La máquina fantasma

Durante la tarde de ayer se presento como testigo Nicolás Garzón, casero del campo de Parra. Después de prestar un escueto testimonio donde dijo reconocer a Parra porque “es mi empleador” y a Gabrielli “escucharlo solo de nombre”, presentó  contradicciones con la declaración realizada durante la instrucción y dijo no reconocer quien manejaba la “maquina” guardada en el galpón de su patrón.

Padre de familia con esposa e hijos a cargo realizo una declaración difusa y contradictoria con su testimonio en el 2008. Según Garzón, desde el 2006 que no se siembra soja en el campo, sino sorgo y alfalfa. Aclaró que Parra tiene una maquina fumigadora “un mosquito verde con blanco” y, ante las preguntas del Fiscal Novillo reconoció que la utiliza para fumigar.

Nicolás Garzón aclara, a los pocos minutos de iniciado su testimonio y ante las preguntas de la fiscalía, que sabe que él no utiliza esa máquina “la usan otros empleados”. “La tiene unos días la deja ahí y después la lleva a otro lado” explica. También sostuvo, ante la pregunta de Araoz, que la máquina sí  tenía patente pero que él no la recordaba.  Repite: “La vi andar a la maquina, pero no me meto en esas cosas. La dejan ahí en el galpón y después la trasladan”.

Ante la pregunta sobre qué productos utiliza para fumigar aclara “no, no en esas cosas yo no me meto”. También niega haber sentidos olores fuertes o picazón.

Con respecto a la causa del 2008, aclara que él nunca vio una avioneta. Sin embargo, reconoce escuchar ruidos; “pero pasan alto” se corrige inmediatamente.

Declaraciones confrontadas
A las 14 hs  comienzan las preguntas del tribunal para que precise cómo y por quien sintió nombrar a Gabrielli el testigo expresa no recordarlo. Tampoco aclara si la maquina la manejaba Parra o un empleado.

El Fiscal Novillo lee parte de su declaración de mayo de 2008: “En esos campos hay siembra, específicamente soja, y arboles de durazno pero para consumo personal”. Tambien lee el extracto donde  relataba que era el mismo Parra que lo explotaba y no que estaba arrendando.

Lee el testimonio donde relata que escucha ruido avionetas por las noches que pasaban pero “no se levanto a ver porque era muy jodido a esas horas”. Aclara que los escuchaba “a cada rato”.

14:17 se levanta la sesión. Para mañana a partir de las 10:30 horas se espera la presencia de seis testigos más testimoniales y peritos. También se confirmó la inspección ocular en el territorio el lunes a las 10:30 horas.

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