Un fallo del Superior Tribunal de Justicia rionegrino aceptó
un amparo ambiental contra la sumatoria de concesiones del ahora ex gobernador
Miguel Saiz en favor de una provincia china para producir soja en los valles
medio e inferior del Río Negro.
por Claudio Scaletta
El acuerdo entre el ahora ex gobernador de Río Negro y la
provincia china Heilongjiang, que también incluyó a una firma estatal de ese
país, volvió a foja cero. Un fallo del Superior Tribunal de Justicia provincial
aceptó un amparo ambiental colectivo presentado por la legisladora del FpV
(Movimiento Evita) Silvia Horne y dictó una medida de no innovar. En sus
considerandos, demostró punto por punto que el Poder Ejecutivo provincial no
sólo no había considerado los impactos ambientales de la iniciativa ni respetado
ninguno de los procedimientos legales de rigor, sino que adicionalmente se
había excedido en sus facultades concedentes.
El Ejecutivo provincial llevó adelante en secreto las
negociaciones con China, incluso luego de las estadías del propio Saiz en el
gigante asiático. Los contenidos del convenio y la sumatoria de facilidades
sólo comenzaron a conocerse cuando la situación tomó estado judicial. Fue
entonces cuando la provincia contrató a una consultora de prensa porteña para
tratar de hacer más digeribles las concesiones. Entre ellas, siendo las más
relevantes, la provincia se comprometía a facilitar el otorgamiento de 20.000 hectáreas
en el Valle Inferior del Río Negro y 234.500 en Valle Medio; un total de más de
un cuarto de millón de hectáreas irrigables. A ello sumaba también 3000 hectáreas para
“experimentación agrícola”.
Las concesiones no eran sólo de tierras, también se
acompañaba con la excepción “de todos los impuestos provinciales” y el
otorgamiento de oficina y vivienda para los técnicos chinos “en el domicilio
del gobierno provincial”, con equipamiento y transporte más el pago de todos
los gastos durante el proceso de desarrollo de la inversión. Para completar, se
cedía parte de la zona portuaria de San Antonio Este por 50 años extensibles a
un siglo. Todo ello más una lista extensa de beneficios complementarios.
Dicho de otra manera: el saliente gobernador rionegrino
comprometía a una provincia y una empresa estatal extranjera tierras, recursos
naturales, puerto y presupuesto público a cambio de que desarrollen un enclave
exportador de productos primarios con nulo efecto multiplicador en el
desarrollo futuro de la economía provincial. Ese acuerdo fue con ausencia de
estudios de impacto ambiental sobre los desmontes de regiones semiáridas,
inapropiadas para la agricultura de secano, que demandarían obras de regadío utilizando
recursos estratégicos y potencialmente escasos como la extensa cuenca
hidrográfica que colecta las aguas cordilleranas desde el sur de Mendoza hasta
el lago Nahuel Huapi. Esas concesiones no fueron explicadas desde la
perspectiva económica y ambiental.
Lo más interesante del fallo, además de sus consecuencias
inmediatas de frenar el convenio, fue que desarmó y rebatió la lógica de cada
una de las medidas, así como la facultad del Ejecutivo para concederlas. Sin
embargo, la decisión del STJ sólo se produjo ante un cambio de clima político
en la provincia.
Entre la presentación del amparo y el fallo sucedieron
algunos hechos. No se cubrió la vacante de un juez cercano a la administración
radical del alto tribunal que solicitó su jubilación, Luis Lutz, en tanto que
un segundo magistrado también cercano al gobierno saliente, Alberto Balladini,
renunció ante un potencial juicio político. La renuncia sucedió inmediatamente
después de los recientes resultados electorales que llevaron a la gobernación
al justicialista Carlos Soria luego de 23 años de hegemonía radical.
En consecuencia, el fallo sólo lleva la firma del único
miembro remanente del STJ, Víctor Sodero Nievas, ex fallido candidato a
gobernador por el justicialismo en tiempos de Carlos Menem. Si bien se hizo
lugar a la medida de no innovar, el magistrado transfirió la responsabilidad de
continuar con el convenio al nuevo gobernador. Tras el freno del preacuerdo
realizado por Saiz, a Soria le será difícil soslayar los recaudos formales,
legales e institucionales. De todas maneras, el nuevo mandatario no demostró
hasta ahora ninguna voluntad de continuar las negociaciones, a la vez que,
según informó la diputada Horne a este diario, los doce técnicos chinos que se
encontraban en la región ya fueron llamados a su país.
Fuente:
- Página 12, 13/12/2011, "Un proyecto más que chino".
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