sábado, 31 de diciembre de 2011

Los 5 temas ambientales del 2011 en Embalse

La extensión de vida de la Central Nuclear Embalse


La Central Nuclear Embalse (CNE) funciona desde 1984, está llegando al final de su vida útil y se prepara para realizar una serie de cambios para extenderla por lo menos 25 años más. Los planes de extensión de vida se remontan al 2005 con el agravamiento de los problemas en los generadores de vapor. El reactor de la CNE es tipo PHWR (Reactor de Agua Pesada Presurizado), modelo CANDU 6 (CANada Deuterium Uranium), con una capacidad de generación eléctrica de 600 megavatios.

Los trabajos más importantes que requerirá la extensión de vida son el reemplazo de los generadores de vapor y el nuevo entubado del reactor. También está previsto incrementar la potencia de la central en 35 megavatios. Se espera que en noviembre de 2013 comenzarán los trabajos principales, para lo cual la CNE va a parar por un período de 21 meses. El costo estimado es de 1.366 millones de dólares.

En un año de cuestionamientos a la industria nuclear debido principalmente al accidente de Fukushima (Japón) que alcanzó el nivel 7 en la Escala INES. Situación que motivó que Alemania cancelara todos sus proyectos de extensión de vida. Argentina continúa con el plan nuclear trazado en 2006 y consolidado mediante la Ley 26.566 en el año 2009.

Los residuos que dejará la CEA representan el principal problema ambiental de nuestra localidad. Imaginemos el bicentenario de Embalse: para ese entonces la central estará desmantelada, pero todavía se verán los silos con residuos nucleares a la vera del lago. Con el estado actual de la ciencia es poco lo que se puede hacer con ellos y serán peligrosos durante miles de años. La cantidad final aumentará sustancialmente por decisiones tomadas en este año. Se trata de un dilema ético intergeneracional: las generaciones futuras deberán hacerse cargo del pasivo ambiental dejado por sus ancestros.

Las inundaciones

El barrio Santa Isabel la tarde del 24 de enero de 2011

La tarde del 24 de enero de 2011 los barrios del sur de Embalse sufrieron una nueva inundación. Una problemática recurrente que trajo a la memoria el alud de noviembre de 2009. Las inundaciones están íntimamente relacionadas con el creciente deterioro ambiental -urbano y rural- de Embalse. La existencia de una intensa actividad agropecuaria en la cuenca alta rural, sumado al crecimiento urbano desordenado y la falta histórica de desagües adecuados, han aumentado la vulnerabilidad a las inundaciones de nuestra localidad.

Las inundaciones son más frecuentes y con mayor impacto en el casco urbano.

Durante el 2011 las autoridades locales hicieron reiterados anuncios sobre la ejecución de un gran proyecto de ingeniería: las ya famosas lagunas de retardo y los 20 millones del Estado Nacional. Nada se concretó y la dura realidad la padecemos cada vez que llueve.

La deforestación

Cuenca alta de Embalse el 31 de diciembre de 2011, al fondo se distingue el cerro Pistarini

El cambio en el uso del suelo en la cuenca alta rural, de monte nativo a uso agropecuario, impulsado por el aumento de los precios internacionales de los granos, a asestado un duro golpe al monte nativo de Embalse. En el análisis de la cuestión se entiende relevante señalar que este uso del suelo es violatorio de la Ley Provincial Nº 8936, Ley de Conservación y Protección de los Suelos, y su correspondiente Distrito de Recuperación de Suelos Los Grandes Lagos. La fotografía anterior fue tomada esta mañana y muestra el avance del monocultivo de soja.

Se debe recordar la llegada del Plan Forestando Mi Provincia a Embalse. De los árboles recibidos unos pocos fueron plantados como parte del acto protocolar, muchos se secaron, otros fueron regalados, y algunos sobreviven en el corralón municipal.

Presentación del Plan Forestando Mi Provincia en Embalse el 27 de septiembre de 2011

Tres meses después muy pocos árboles fueron plantados

Así las cosas, un grupo de instituciones educativas promovió este año la creación de un Área Escolar Protegida en uno de los relictos de monte nativo que sobreviven en nuestra localidad, maestras y alumnos literalmente se abrazan a los últimos algarrobos centenarios. El proyecto no ha contado con el apoyo de las autoridades locales.

Por último y no menos importante, se debe mencionar la enfermedad que padece el bosque de pinos de Embalse.

Detrás de los bustos de Perón y Evita agoniza el bosque de pinos del general Pistarini

El lago de Embalse
A mediados de marzo de 2011 aparecieron muertos cientos de pejerreyes, palometas, mojarras, carpas y otras especies, entre la desembocaduras del río Grande y el arroyo Amboy. Los análisis posteriores determinaron la presencia del peligroso pesticida endosulfán.

Peces muertos debido al endosulfán en el lago de Embalse

Para fines de octubre causó sensación la pesca de dos ejemplares de tarariras de tres ojos. Lo que provocó risas, enojos, controversias, y la inevitable comparación con la serie televisiva Los Simson. Distintas versiones se escucharon: mutación genética producto de los agroquímicos o por el tritio en el lago. No hubo ninguna investigación sobre el tema.

Uno de los dos ejemplares de tararira de tres ojos

El fin de año encuentra al lago de Embalse en una bajante importante, la crisis hídrica y la falta de lluvias se hicieron sentir. El lago quedó a 3,60 metros del vertedero. Durante diciembre, mes clave para sumar caudal, casi no se movió: sólo agregó dos centímetros. Las algas son motivo de preocupación.

La cantera en la Tercera Usina


En la Tercera Usina, al pie de la presa Benjamín Reolín, se encuentra el barrio del mismo nombre, donde viven unas 25 familias. En marzo de 2006 se instaló a escasos 280 metros del murallón una cantera de la firma Blancaley, para la explotación y molienda de piedra que se utiliza en la preparación de asfalto, que extrae materiales mediante la detonación de explosivos

Desde entonces la vida de ese tranquilo barrio se convirtió en un infierno: los vecinos tuvieron que soportar los impactos de rocas que son lanzadas por las explosiones y caen sobre las viviendas. En mayo de 2006, luego de una explosión de gran magnitud, la línea de alta tensión que une Reolín con Piedras Moras quedó fuera de servicio. Para el personal de EPEC las explosiones despertaron la preocupación por el posible daño que pueden producir en la estructura del dique. El murallón es de material rígido y el terreno que lo sustenta también, algo que impide que las vibraciones sean absorbidas.

A esto se suma el constante ruido que producen tanto la máquina de molienda, como las otras que hacen perforaciones para la colocación de explosivos, las palas mecánicas que cargan el material en bruto y los camiones que penosamente suben la cuesta para descargar la piedra en la tolva de la moledora.

Los días en que la brisa sopla del norte, los vecinos de barrio Reolín respiran un polvillo finísimo que flota en el aire y que se va depositando en los pulmones, en los muebles y todo objeto inanimado o vivo que ande cerca.

Así como es constante el tránsito de camiones de alto tonelaje que van destruyendo sin remedio el camino que los comunica con la ruta provincial 5. Aunque estos serían daños menores, si comparamos con la destrucción del entorno, del medio ambiente en sí.

Antes de la instalación de la cantera Blancaley, en 2005

En marzo de 2011 el daño ambiental se hace evidente

Los testimonios de los damnificados son contundentes: Paola Rodríguez expresó que "suena la sirena de la cantera previa a las explosiones y los chicos salen corriendo, con miedo, a esconderse". Juan Tobares destacó que vive junto a su familia en la zona más próxima a la cantera y que su casa "está llena de rajaduras, con piedras que caen y llegan al patio". Griselda Santander, maestra de la escuela, confesó su preocupación por la presunta contaminación que provocaría el polvillo tras cada detonación, "es difícil dictar clases, ante el miedo de los chicos por las detonaciones".

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