Dos mujeres abrazan los cuerpos sin vida de sus familiares tras las inundaciones en Iligan, en el sur de Mindanao. Richel V. Umel/ EFE |
Unos niños junto a su casa inundada. Stringer/ Reuters
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Una niña busca objetos que salvar del agua tras las inundaciones, en la ciudad de Macasanding. Stringer/ Reuters
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Un soldado ayuda a una mujer que sostiene a su hijo muerto en las inundaciones producidas por la tormenta tropical Washi. Cherryl Vergeire/ AFP |
Estado en el que ha quedado Cagayan de Oro, al sur de Mindanao, tras las inundaciones.
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La cifra de víctimas mortales supera los 650. Hay más de
400.000 damnificados.
Los equipos de rescate buscaban hoy en el mar y en casas
anegadas a más de 800 desaparecidos tras las inundaciones que afectan al sur de
Filipinas, cuando el número de víctimas mortales ha superado las 650 personas. La Cruz Roja en el país ha
confirmado las cifras del desastre que golpeó principalmente las poblaciones de
Cagayan de Oro e Iligan, en la isla de Mindanao, en el sur del país.
Hay áreas donde los equipos de rescate no han comenzado a
entrar hasta hoy y otras zonas donde todavía hay casas sumergidas que nadie ha
revisado, informa Efe. Las autoridades de salud y manejo de desastres,
superadas por la catástrofe, buscaban la forma de lidiar con los cientos de
cadáveres que han sido recuperados. Algunos son apilados uno encima de otro en
morgues improvisadas, informa Reuters.
Una mujer relató a la radio local que cuando el nivel del
agua comenzó a subir, el viernes pasado, se aferró a un neumático junto con
otros vecinos y acabaron arrastrados por el torrente en una playa a 32 kilómetros de
distancia. Más de 80 cadáveres han sido encontrados en las playas de las
provincias de Misamis Oriental y Lanao del Norte.
El director del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a
Desastres, Benito Ramos, señaló que los afectados necesitan urgentemente agua
potable y que luego precisarán asistencia para reconstruir sus vidas. La Cruz Roja local calcula
que las personas que necesitan ayuda asciende a 400.000.
Mientras los cadáveres se acumulan, la prensa local,
expertos y parte de la población se han enzarzado en un batalla dialéctica con
las autoridades sobre quién ha tenido la culpa de la catástrofe. "Con un
día de antelación no es suficiente (...) Los primeros boletines de la tormenta
son del jueves, con un pronóstico de que golpearía Filipinas el sábado o el
domingo", dijo la columnista Nini B. Cabaero en el Sun Star. "Pero el
jueves por la noche, las lluvias comenzaron y hallaron desprevenidas a familias
en varias provincias de Visayas y Mindanao", añadió.
Las autoridades mantienen que la culpa es de la población
porque se confió pese a las alertas oficiales. "Mindanao no es una zona
habitual de tifones y muchos residentes fueron sorprendidos sin haberse
preparado", afirmó el presidente de la Cruz Roja local, Richard
Gordon, quien tiene previsto viajar a la zona afectada el lunes.
Entre la tarde del viernes y la madrugada del sábado, la
tormenta tropical Washi descargó en Mindanao más cantidad de agua que todo la
recogida en la región durante un mes de la estación lluviosa.
Los expertos de las agencias internacionales identifican el
chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en
el país los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las
infraestructuras.
La incontrolada deforestación también favorece las riadas y
avalanchas de tierra que son frecuentes durante la estación lluviosa que por lo
general comienza en mayo y concluye en noviembre.
Fuente:
- El País, 18/12/2011, "Filipinas busca a más de 800 desaparecidos por las inundaciones".
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