En esta investigación publicada en MU en diciembre de 2009
se relata lo ocurrido en Esquel, la ciudad anfitriona de la próxima reunión de la UAC.
Broma de mal gusto
Broma de mal gusto
La gente chistosa a veces es contraproducente. En la
conferencia organizada por Meridian Gold, hablaba un señor trajeado que
representaba a la empresa DuPont, proveedora de cianuro para el proyecto de
minería a cielo abierto en Esquel, Chubut. Y dijo: “El cianuro no es venenoso,
está en las almendras. Y si fuera veneno, yo estaría muerto porque tengo un
traje azul, y el azul se hace con ferrocianuro ferroso. Y usted estaría
envenenado, y usted también” dijo señalando a algunos de los funcionarios de
azul que estaban en las primeras filas, rematando con un clásico: “Ja, ja”.
Entre el público, sin reírse, estaban Marta Sahores y Silvia
González, damas en este caso subversivas: licenciadas en química. Marta había
llevado a sus alumnos de la
Universidad de la Patagonia para que escucharan lo que se decía
sobre minería. “Se me cayó la venda cuando lo escuché a este monsieur DuPont
-recuerda Marta- que decía cualquier disparate mientras hasta funcionarios que
eran ingenieros se callaban la boca y el director de Minería, Guillermo Hughes, estaba a cargo del
proyector de diapositivas”. (¿El doblete de ser funcionario del Estado y
asistente de las multinacionales será un requisito de polivalencia laboral?).
“Mostraban dibujos de lo bonita que iba a quedar la montaña, llena de arbolitos
-explica Marta- pero el que hablaba ni siquiera era un profesional, después
supimos que era el gerente de ventas”.
Así se presentaba en 2002 Meridian Gold, minera canadiense,
para promover las ventajas de su empredimiento minero a cielo abierto, ante un
auditorio de 500 personas, dos de las cuales miraban azoradas cómo la empresa y
el Estado intentaban inocular el cianuro en esa bella ciudad de Esquel. El
resto callaba, confirmando que no siempre las mayorías son sabias. Marta y
Silvia se lanzaron a dar charlas de extensión universitaria, para contar el
lado no chistoso de la cuestión y lo que la minería provoca: contaminación del
agua, el aire, el suelo.
Mientras las profesoras dictaban esas clases, los vecinos de
una de las asambleas nacidas del 19 y 20 de diciembre de 2001 confluyeron con
los docentes autoconvocados y con otros ciudadanos que no habían perdido la
capacidad de alarmarse, husmeando el mismo peligro. En noviembre de 2002 hubo
un encuentro de 300 personas, a la semana uno de 600. Nacía la Asamblea de Vecinos
Autoconvocados por el No a la
Mina , de cuya primera marcha (6.000 personas) se acaban de
cumplir siete años el 4 de diciembre.
Meridian Gold hizo campaña, spots publicitarios, avisos en
todos los medios (con la obvia compra de opinión favorable que eso implicaba),
editó revistas lujosas, regaló camisetas de fútbol y pelotas, hizo donaciones y
armó un gran show llevando a Esquel al conjunto de cumbia villera Ráfaga, todo
con choripán y comida gratuita, para envidia de cualquier puntero político.
Pero se hizo el plebiscito y ganó el No a la mina, con el 81 % de los
votos y un presentismo electoral mayor al habitual. En la plaza San Martín se
reunieron 9.000 personas a celebrar y hacer la digestión de choripanes,
incluyendo a los chicos que habían guardado sus camisetas para estrenárselas a
Meridian en la cara durante el festejo.
Mientras las asambleas producto del 19 y 20 se iban desvaneciendo
en las ciudades grandes, la de Esquel le daba nacimiento así a una nueva
generación de experiencias contagiosas: ya son más de 100 las asambleas de
comunidades de todo el país organizadas por fuera de la política convencional,
en las que los ciudadanos hacen la verdadera política: la de defender sus
derechos y ejercer una democracia no envenenada.
Meridian mapuche
Hoy todo parece tranquilo, pero en Esquel andan alertas,
intuyendo que las multinacionales y sus asistentes siguen buscando imponer la
minería (calculan que hay 200 concesiones para exploración, curiosidad en una
provincia como Chubut donde la minería a cielo abierto está prohibida por la Ley 5001). Una explicación de mercado: cuando comenzó este conflicto, la onza
de oro valía 300 dólares; hoy cruzó la barrera de los 1.200. Nilda Bulzomi,
maestra, describe a la
Asamblea como el piloto de las estufas y calefones: una llama
siempre prendida, que cuando hace falta enciende todo el sistema.
Otro de los asambleístas primigenios fue Gustavo Macayo,
abogado de comunidades mapuche que ya había conocido a Meridian Gold cuando la
empresa quiso colarse en territorio de la comunidad Huisca-Antieco. Macayo,
además, es librero al estilo de culturas ancestrales, en las que esas personas sabían de libros. Los mapuches
y los asambleístas se sintieron naturalmente cercanos en defensa de los
recursos naturales y mezclaron saberes antiguos con buscadores de Internet,
que abrieron a la información sobre los
desastres de la minería a escala global. Macayo: “Meridian quería hacer
exploraciones mineras ya en 2001, en tierras mapuche, así que presentamos un
amparo porque existe un derecho de consulta previa establecido en la
legislación indígena. Cuando la intención de Meridian se conoció en todo
Esquel, para algunos ya no era una sorpresa. Meridian había directamente
comprado el proyecto minero de Cordón Esquel. Compró la tierra”.
El proyecto utilizaría 2,7 toneladas diarias de cianuro. Con
una tonelada se extraen 6 kilos de oro. Con 150 miligramos (tamaño de un grano
de choclo) alcanza para matar a un adulto.
La estimación más baja de consumo de agua que preveía la
minera indicaba un millón (1.000.000) de litros diarios en el comienzo. Las
comparaciones con otros proyectos revelan que el dato es falso, y que la cifra
real debe alcanzar los 12.000.000 diarios, por lo menos. El año pasado, ante la
escasez de agua y el cierre de las escuelas para bajar el consumo tras la
erupción del volcán Chaitén, el gobierno celebró haber podido enviar 12.000 litros de agua
a Esquel. Marta Sahores: “Después nos dicen que tenemos que cerrar la canilla
para ahorrar mientras nos lavamos los dientes, cosa que está muy bien, pero
frente al saqueo de las mineras no se dice nada”.
Por día se dinamitan 45.000 toneladas de roca que se muelen
y pasan por cianuro (el equivalente a casi una manzana del centro porteño por
día).
El pozo, llamado tajo, en donde había antes una montaña,
sería de 2.500 metros
de largo por 500 (25 cuadras x 5 de ancho).
La minería es una actividad puramente extractiva, que no
deja otra cosa que la destrucción y la contaminación, paga regalías ínfimas
(2 %) sobre lo que ellas mismas declaran haber extraído, casi no generaría
empleo en Esquel, no paga impuestos provinciales ni municipales, ni impuesto al
cheque, ni retenciones a las exportaciones, ni derechos de importación, ni
tasas aduaneras, ni impuestos a los combustibles; puede transferir todas sus ganancias al exterior, y
liquidar allí un porcentaje considerable (100 %) de sus ventas.
Patagonia rebelde
Las casas, autos y negocios de Esquel muestran emblemas del
No a la mina y un lema que viene de la historia: Patagonia rebelde. Meridian
Gold contrató en 2004 a
publicitarios kirchneristas como Fernando Braga Menéndez, asesorados por el ex
vocero de Carlos Menem Jorge Azcárate y
Raúl Timerman, sobrino del célebre Jacobo Timerman y primo de Héctor, actual
embajador argentino en Estados Unidos. Meridian pagó más de 10.000 pesos para
alquilar un salón en el hotel Crown, donde trazó la estrategia para “dar
vuelta” a la comunidad de Esquel. Uno de los asesores convocados, Juan Carlos
Malagoli, planteó que la gente sabía perfectamente que la intención de la
minera era seguir adelante pese a la derrota en el plebiscito y propuso
encontrar “el punto de quiebre entre aquel al que le importa más la ecología
aunque se muera de hambre y aquel al que le importa más el dinero”. Todo esto
pudo saberse porque se filtraron las grabaciones del encuentro (que pueden
escucharse en www.lavaca.org). Meridian acusó por su difusión a seis
asambleístas. El Centro de Estudios Legales y Sociales defendió a la gente de
Esquel. Meridian Gold terminó perdiendo y pagando las costas y costos de toda
su maniobra: finalmente vendió el proyecto del Cordón Esquel a la minera Yamana
Gold.
Lo que no se entiende
Huni Botto, otra de las asambleístas, enumera los encuentros
del actual gobernador Mario Das Neves con el sanjuanino José Gioja como parte
de un eje tendiente a expandir el proyecto minero, avalado desde el Ejecutivo
recientemente con el veto de Cristina Kirchner a la ley de protección a los glaciares,
que el Senado había aprobado por unanimidad. Marta: “La minería no es un
progreso, es un desprogreso, que destruye las posibilidades de vida y
producción de las regiones”.
Esquel sigue en movimiento, sabiendo que a 6 kilómetros le quieren
dinamitar y contaminar el futuro. Como los funcionarios son un tanto
reversibles, enviaron hace poco una carta al gobernador Das Neves y a los
legisladores chubutenses, cuyo título es en sí mismo una pregunta y una
declaración de principios: “¿Qué parte del no es la que no entienden?”.
Más info:
Fuente:http://asambleasciudadanas.org.ar/
lavaca, 11/03/2010, "La Madre del No".
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