Ingeniero
agrónomo especializado en agroecología, Eduardo Cerdá plantea la
necesidad de avanzar en otro modelo agropecuario, menos dependiente
de insumos y sin consecuencias en la salud ni el ambiente.
por Darío
Aranda
Eduardo
Cerdá es vicepresidente del Centro de Graduados de la Facultad de
Agronomía de la Universidad de La Plata, asesor de campos y un
referente en la producción agroecológica, con casos emblemáticos
(finca La Aurora en Benito Juárez, Buenos Aires). Es también
integrante de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología
(Socla) y un activista por otro modelo agropecuario. La necesidad de
implementar la agroecología, los ejemplos concretos, las
consecuencias del agronegocios, el rol de la universidad y las
potencialidades del sector.
-
¿Qué es la agroecología?
Es
compatibilizar conceptos de la ecología a la producción
agropecuaria.
- ¿En
una práctica nueva?
En la
agronomía hay muchas ramas, como en la medicina. La agroecología es
una rama, una especialización, una forma profunda de entender la
producción agropecuaria. Es bastante nuevo para los ingenieros
agrónomos que se forman con muy poca base ecológica.
Lamentablemente la agronomía y la veterinaria siempre estuvieron más
volcadas a la producción, siempre en busca de rendimiento y eso nos
hizo tener una mirada muy basada en insumos. El ingeniero agrónomo
termina preocupado en tal o cual producto, en las dosis. Se perdió
de vista todo lo que tiene que ver con la ecología, la relación de
vegetales, suelos, animales. Es muy necesaria esa mirada y vemos que
faltan profesionales para diseñar, desarrollar, acompañar al
productor en esto de producir tratando de alterar lo menos posibles
el ambiente.
-
¿Tiene que ver con el uso de agroquímicos?
Muchas
veces la gente dice que no quieren que los fumiguen, son muy notorias
las enfermedades en las zonas fumigadas. Y habitualmente las
instituciones dicen que sin agroquímicos no se puede producir. Eso
es falta de información. Quizá no saben producir. Pero hay
estrategias para hacerlo.
-
¿Algún ejemplo concreto?
En
quince años en zona sudeste de Buenos Aires obtuvimos un promedio de
más de 3300 kilos de trigo, más de 5000 kilos ahora (2014-15), y lo
cotejamos con los vecinos y estamos muy parecidos. Con la diferencia
de que en la medida que favorece los suelos, las plantas, nos usamos
fertilizantes químicos ni herbicidas. Mantenemos un costo de 150
dólares por hectárea y los vecinos fueron subiendo, están casi en
420-350 (campaña 2014/15 y 2015/16) dólares de costos. Nosotros
mantuvimos el nivel de costos y fuimos subiendo los rendimientos.
-
¿Qué le dicen los productores vecinos?
Les
interesa, pero no están muy difundido que hay alternativas. Es un
proceso de ir haciendo con los productores. Mostrar que la tecnología
(transgénicos) que se propuso prometía un exceso de optimismo,
creían que con un herbicida iban a controlar todo, pero la
naturaleza no funciona así. Las plantas se volvieron resistentes,
los gastos de herbicidas que antes costaba ocho dólares ahora está
30, antes usaban dos litros por hectárea, ahora deben usar más de
diez litros. ¿Dónde termina esto? El productor está viendo que
esas líneas de pensamiento lo está llevando a un uso muy alto de
agroquímicos, con alto riesgo, tanto para el bolsillo como para la
salud. Es un callejón sin salida.
- ¿La
opción?
Hay
otra forma de hacerlo. La agroecología es una herramienta para
pensar y estar a favor de la vida. En vez de controlar con venenos a
los insectos y las plantas, hacerlo de otra manera, que funciona
bien. Es momento de pensar otros caminos. La agroecología viene a
dar elementos de la ecología, que son principios universales para
manejar establecimientos agropecuarios con una mirada sistémica,
para que trabajen en equilibrio y usar muy pocos insumos externos.
-
¿Qué hace falta para fomentar esa modelo?
Se
requiere tener una mirada distinta para el campo, protegerlo, y al
mismo tiempo eso favorece al productor. Tener claro que no hace falta
agrotóxicos para producir alimentos. Se trata de pensar en otro tipo
de agricultura y eso no implica volver 60 años para atrás, como
suelen decir algunos. También aclarar que no son recetas, no se
trata de copiar, cada zona tiene su particularidad y hay que probar e
ir adaptando.
-
¿Cuál es el rol de la universidad?
Muy
importante. No todos los profesionales quieren producir para el
modelo actual y hay productores que quieren otro tipo de agricultura.
Los ciudadanos no quieren fumigaciones cerca de sus casas, en esas
zonas sí o sí habrá que hacer otra agronomía. Y esto es una
oportunidad para los profesionales, dejar un modelo de agronomía
química que perjudica la salud.
- En
muchos lugares se solicita regiones libres de químicos, cinturones
agroecológicos.
Los
ciudadanos tienen derecho a no ser fumigados. Agrónomos y
veterinarios lo toman como ofensa, creen que no se puede producir. En
vez de ofensa para los profesionales tiene que ser una oportunidad.
La universidad, el INTA, los colegios de ingenieros agrónomos deben
profundizar en la agroecología. Es imprescindible producir sin
deteriorar los recursos.
-
¿Cuál es su balance del modelo de agronegocios, con transgénicos y
químicos?
Hay
varios aspectos. Uno es la sociedad y la salud, donde se perciben las
enfermedades, cáncer, malformaciones, desequilibrios físicos. Es
una agricultura con muchos insumos y costos, tiene que ver con la
farmacología, la mayoría de la gente usa más medicamentos y lo
mismo pasa en el agro. Es un proceso que cada vez requiere más
insumos.
En
los 90 costaba 100 dólares hacer una hectárea de trigo, a los diez
años ya eran 200 dólares y hoy son más de 300 dólares. Aumentaron
los insumos y aumentaron las dosis. Si vas al médico y te receta un
remedio. Y luego volvés y te da el doble: está claro que no está
mejorando tu salud. En los campo del agronegocios paso lo mismo. Y
otro factor es que este modelo expulsa gente. En definitiva, tiene
consecuencias en la salud, en los suelos, en las plantas, animales y
sociales. La agroecología es una alternativa para evitar esas
consecuencias.
Darío
Aranda es periodista especializado en extractivismo (petróleo,
minería, agronegocios y forestales). Trabaja en el diario Página/12,
la cooperativa de comunicación La Vaca y las radios FM Kalewche
(Esquel), la Cooperativa La Brújula (Rosario) y Los Ludditas (FM La
Tribu). Escribe sobre pueblos indígenas, organizaciones campesinas y
asambleas socioambientales. Además es autor de “Argentina
originaria: genocidios, saqueos y resistencias” y “Tierra
Arrasada. Petróleo, soja, pasteras y megaminería” En el marco de
la campaña de Agroecología, escribió una serie de artículos
vinculados a la temática de la agricultura ecológica. Todos los
jueves publicaremos en nuestro blog una nota contando diferentes
aspectos y testimonios sobre este tema. No te pierdas este especial
sobre el futuro de los alimentos en la Argentina.
Fuente:
Darío Aranda, "Es momento de pensar en otros caminos", 23/02/17, Greenpeace Blog.
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