El estudio será
publicado el 1º de abril en Archivos Argentinos de Pediatría.
Compara datos de chicos de áreas urbanas con los de zonas rurales,
cercanos a campos fumigados.
Río Cuarto. Un
equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto
detectó daño genético en niños cordobeses expuestos a
plaguicidas. El trabajo, que será publicado el 1° de abril en
Archivos Argentinos de Pediatría, compara datos de más de 70 chicos
que viven en el área urbana de la ciudad de Marcos Juárez, pero a
pocos metros de campos pulverizados con plaguicidas, con otros que
habitan zonas urbanas de Río Cuarto, distantes a aproximadamente 10
kilómetros de hectáreas fumigadas.
El estudio fue
realizado por Delia Aiassa, Fernando Mañas, Natalí Bernardi,
Natalia Gentile, Álvaro Méndez, Dardo Roma y Nora Gorla. Todos
integran el Grupo de Genética y Mutagénesis Ambiental (GEMA), del
Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Exactas de la
UNRC.
Aiassa destacó
que los biomarcadores utilizados en el monitoreo genotóxico fueron
micronúcleos en células de la mucosa bucal. “Se puso a punto y se
utilizó en niños de 5 a 14 años una técnica que no es invasiva.
Se extrajeron células de la mucosa bucal utilizando hisopos
estériles, frotando el interior de la mejilla sin tocar dientes y
lengua, durante 30 segundos, previo enjuague bucal. El protocolo de
trabajo fue aprobado por el CIEIS, UNRC y Ministerio de Salud de la
Provincia de Córdoba. Se observaron mil células por individuo”,
indicó.
Los
investigadores concluyeron que “los niveles de daño genético
encontrados en los grupos de niños de Marcos Juárez están muy por
arriba de los valores de referencia de los de Río Cuarto”. Según
aclararon, los marcadores permiten detectar un nivel de daño que
todavía es reversible. El trabajo constituye el primer reporte de
monitoreo de daño genético en niños en Argentina, aseguran.
Por qué no
adultos
Aissa indicó que
se eligió estudiar a los niños porque se trata de un subgrupo
específico en salud pública, están aún en una fase de desarrollo
activo, y esta condición puede tener influencia sobre una respuesta
diferente a la que tienen los adultos al daño ambiental.
“Entre los
efectos adversos que pueden ser estudiados en los niños expuestos a
varios peligros ambientales, el daño citogenético recibe una
atención especial después de que se ha demostrado que la frecuencia
aumentada al daño al ADN y a los cromosomas en la niñez es
predictivo del desarrollo de cáncer en adultos sanos”, citó.
Agregó que los
efectos del ambiente que podrían manifestarse muchos años, aun
décadas después de la exposición, pueden ser monitoreados en la
niñez a través de estudios citogenéticos.
Advirtió que en
los monitoreos en adultos, uno de los problemas difíciles de sortear
son los efectos de los factores de confusión que interfieren en el
análisis de los resultados, como el hábito de fumar, el consumo de
alcohol y el riesgo ocupacional. Remarcaron que estos factores de
confusión están reducidos al mínimo e incluso están ausentes en
la niñez.
“La evidencia
de los efectos de la exposición ambiental en edad temprana es tan
fuerte que deben hacerse todos los esfuerzos posibles para eliminar
tales exposiciones en las mujeres embarazadas y en los niños, para
proteger su salud presente y futura”, concluyeron los
investigadores.
El informe
completo será conocido una vez que sea publicado por la revista
científica médica citada.
Antecedentes
Otro trabajo. El
Gema realizó otro estudio similar en personas que trabajan como
aplicadores o viven a menos de mil metros de zonas con fumigaciones
en varias localidades cordobesas.
Resultado. En los
230 casos analizados, encontraron un aumento del 50 por ciento en el
nivel de rupturas cromosómicas respecto de personas no expuestas a
plaguicidas.
Monte Maíz. En
esta localidad del este cordobés, la incidencia del cáncer es cinco
veces mayor a la media estimada por la OMS para el país, según otro
estudio. Algunos expertos lo asocian a la presencia de agroquímicos
en el pueblo.
Fuente:
UNRC: detectan daño genético en niños expuestos a plaguicidas, 21/02/17, La Voz del Interior.
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