Madrid, (EFEverde). El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) avalará en los próximos días la reapertura de la planta de Garoña (Burgos), dando vía libre al Gobierno para que pueda autorizar a la central a operar hasta los 60 años, hecho sin precedentes hasta ahora en España.
por Caty
Arévalo
Garoña
es la planta nuclear sin clausurar (actualmente en situación de
parada segura) más antigua de España, opera desde 1970 con un
reactor de agua en ebullición fabricado por la compañía
estadounidense General Electric, similar al de la accidentada central
de Fukushima, en Japón, y está operada por la empresa Nuclenor
(participada por las eléctricas Endesa e Iberdrola).
El
accidente ocurrido en esa central japonesa en 2011 motivó una
exhaustiva revisión de las medidas de seguridad en las plantas
europeas que concluyó con exigentes requerimientos para Garoña por
parte del máximo órgano regulador de la seguridad nuclear en
España.
Ante
las mismas, Nuclenor decidió parar la central en diciembre de 2012,
para a continuación solicitar poder operarla hasta el año 2031, de
manera que le compensase la inversión requerida en seguridad que
expertos consultados por Efe cifran en varios cientos de millones de
euros.
A
raíz de esa petición para conectar Garoña a la red hasta 2031, el
Ministerio de Industria encargó al CSN que dictaminara si la central
estaba en condiciones de abrir, y en caso afirmativo qué inversiones
en medidas adicionales de seguridad tendría que ejecutar para
hacerlo.
167
informes técnicos
Dos
años después y 167 informes técnicos mediante, el dictamen del CSN
se prevé que avalará la reapertura de Garoña siempre y cuando
Nuclenor lleve a cabo las inversiones que se le exigen para
garantizar la seguridad.
Los
informes fueron elevados a discusión en el último pleno de enero
del órgano regulador, compuesto por cinco consejeros, de los que en
la actualidad tres han sido propuestos por el PP y dos por el PSOE, y
el dictamen se sometió a votación el pasado miércoles 1 de
febrero.
Amparándose
en el artículo 34, la consejera Cristina Narbona pidió ese día una
prórroga en la votación del dictamen de Garoña (un recurso que
puede ejercer una segunda vez más), que se prevé que sea favorable,
ya que los otros cuatro consejeros la apoyan, según ha podido saber
Efeverde.
No
obstante, una resolución (preceptiva pero no vinculante) favorable
del CSN no supone la autorización, que es un trámite que
corresponderá al Ministerio de Energía.
De
producirse esa autorización la decisión final sobre la reapertura
de Garoña estará en manos de Endesa e Iberdrola, pero el Ejecutivo
habría sentado precedente, ya que sería la primera vez que se diera
el visto bueno para que un reactor nuclear siga conectado a la red
hasta los 60 años.
En
declaraciones realizadas a los medios en los últimos dos años el
presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, ha mostrado
sus dudas respecto a la continuidad de las operaciones de Garoña
mientras que los responsables de Endesa se han mostrado favorables a
reabrirla.
Nucleares
con 60 años
Hasta
ahora, el tiempo máximo que había permanecido conectada a la red
una planta nuclear en España eran los 37 años de la ya clausurada
Zorita (Guadalajara), que funcionó entre 1969 -primera que funcionó
en España- y 2006.
Una
autorización para Garoña hasta 2031 implicaría, también por
primera vez, desligar las revisiones integrales de seguridad que
ejecuta el CSN cada diez años de las autorizaciones, lo cual no
implica que se vaya a hacer esa revisión pero sí supone que la
autorización no está condicionada a ella, como ocurría hasta
ahora.
El
previsible dictamen favorable a la reapertura de Garoña enciende un
debate político a varios frentes. Por un lado entre Comunidades
Autónomas, ya que mientras el Gobierno de Castilla y León está a
favor de reabrir, el del País Vasco ha reclamado al Gobierno que no
dé la autorización.
Una
mayoría parlamentaria, entre la que se encuentran los grupos de
PSOE, Podemos y Ciudadanos pidió por carta al ministro de Energía,
Álvaro Nadal, que no autorizara la reanudación de operaciones de
Garoña hasta que no hubiera un debate de fondo sobre el alargamiento
de la vida de las nucleares hasta los 60 años.
Las
organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción han exigido a esos
partidos que hagan valer su compromiso y no permitan la reapertura de
Garoña.
En
cola, esperando la resolución definitiva sobre Garoña, aguardan
atentamente otras cinco centrales nucleares que en los próximos
cinco años deberán pedir autorización si quieren seguir operando
más allá de los 40 años. La siguiente en hacerlo sería la de
Almaraz, en Cáceres.
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Fuente:
Caty Arévalo, La reapertura de Garoña, punta de lanza para operar las nucleares 60 años, 05/02/17, EFEverde. Consultado 06/02/17.
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