Izquierda, mapa ordenamiento de los bosques nativos de Córdoba según el Ministerio de Ambiente de la Nación. Derecha, mapa diciembre de 2016 |
Un borrador de proyecto elaborado a fines de 2016 propone un reordenamiento territorial de los bosques nativos que elimina más del 50 % de las áreas prioritarias para la conservación.
Desde el Gobierno
de Córdoba se ha repetido muchas veces que, en relación a los
bosques nativos, son los legisladores quienes deben definir los
criterios de conservación para luego elaborar un mapa de
ordenamiento. La Izquierda Diario tuvo acceso a un borrador del mapa
de ordenamiento territorial de los bosques nativos, que estarían
siendo considerado por el Gobierno provincial. La presencia de este
borrador pareciera indicar que el oficialismo ha avanzado en la
realización de un mapa o, por lo menos, ha evaluado diferentes
escenarios.
Este borrador se
encuentra fechado a fines de diciembre del año pasado, pocos días
antes de la fallida sesión en la Legislatura donde el oficialismo no
pudo avanzar con la aprobación de la reforma a la ley 9814 de
Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de Córdoba.
Comparamos esta versión con el informe del estado de implementación de la ley 26331, publicado por el Ministerio de Ambiente de la
Nación.
Al comparar ambos
mapas, las razones para no dar a conocer el borrador de diciembre de
2016 saltan a la vista, y se evidencia la disminución de hectáreas
de bosque nativo en áreas rojas. En los mapas de ordenamiento, las
zonas rojas representan sectores de muy alto valor de conservación
del bosque que no deben transformarse, pudiendo realizarse
actividades que no alteren sus atributos de conservación. Las zonas
amarillas corresponden a un mediano valor de conservación, que no
deben desmontarse pero pueden ser aprovechadas de forma sostenible.
Las zonas verdes pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.
Según el
Ministerio de Ambiente de la Nación, 2.923.985 hectáreas (ha) se
encuentran incluidas dentro del Ordenamiento Territorial de los
Bosques Nativos (OTBN). De éstas, un 82 % se encuentran en zona roja,
representando 2.393.791 ha y un 18 % se asignaron a zona amarilla, con
530.194 ha. No hay zonas asignadas a la categoría verde. En el
borrador de diciembre de 2016 se incluyen dentro del OTBN
3.775.340,27 ha, de las cuales 1.186.443,18 ha corresponden a zona
roja, 1.965.824,28 ha a zona amarilla y 603.072,81 ha a zona verde.
Es decir, si bien la superficie considerada en el ordenamiento se
incrementa, el área protegida en la categoría roja se reduce en más
del 50 %, equivalente a 1.207.348 ha.
Áreas asignadas a las categorías roja, amarilla y verde según informe del Ministerio de Ambiente de la Nación y según el borrador de diciembre de 2016 |
Para determinar
si un área debe ser clasificada como roja, amarilla o verde se
recurre a una serie de criterios que determinan un puntaje y se
establecen líneas de corte sobre este puntaje. Por ejemplo un sitio
puede tener un elevado valor de conservación si alberga un bosque
maduro, si protege las cuencas al ubicarse en un terreno en pendiente
o si alberga varias especies de fauna. Sumando las puntuaciones de
estos criterios se establece una escala del 0 al 100, que indica el
valor de conservación. Resulta notable que en el borrador sólo se
incluya dentro de la categoría de máximo valor de conservación a
las áreas con suelos de categoría VII y VIII, es decir aquellos que
no son aptos en absoluto para las actividades económicas, por
encontrarse anegados, erosionados o con alta salinidad.
Pero lo más
discutible de este borrador es que no se aclara la metodología por
la cual se determina las líneas de corte entre las categorías
verde, amarilla y roja. Para que el ordenamiento territorial incluya
dentro de la categoría roja a la totalidad de los bosques de la
provincia, debería fijarse como línea de corte un valor mucho más
bajo que el previsto en este borrador. Resguardar la totalidad de los
bosques es un reclamo unánime de la población cordobesa, respaldado
por la evidencia científica que indica que la desaparición de las
áreas boscosas es alarmante, poniendo en riesgo la provisión de
servicios ecosistémicos para toda la sociedad como la fijación de
carbono y la protección contra inundaciones y sequías. Por otra
parte, este proyecto atentaría contra el principio de no
regresividad de la ley, al dejar sin protección áreas hasta ahora
protegidas.
La línea de
corte sugerida en el borrador se encuentra en 58 puntos. Esta
elección sería desastrosa para el futuro del ambiente de la
provincia. Bajo esta línea de corte, casi un tercio de los bosques
abiertos son asignados a la categoría amarilla (231.888.06 ha de un
total de 850.034,5 ha), lo que permitiría su uso ganadero mediante
"rolado selectivo" de acuerdo al borrador de ley presentado
en la legislatura el año pasado. Un examen del mapa muestra que
estos bosques sacrificados corresponden a zonas de llanura. A
diferencia de los bosques de zonas serranas, los bosques de llanura
tienen mayor valor para la expansión ganadera en la provincia.
Tipos de vegetación y distribución en las categorías roja, amarilla y verde según el borrador de diciembre de 2016 (en blanco se indican áreas que no fueron consideradas en el OTBN) |
La elección de
esta línea de corte afecta además a otros tipos de vegetación, que
deberían ser indudablemente conservadas. Casi la totalidad de los
"matorrales con emergentes" son clasificados bajo las
categorías amarilla o verde (735.707,1 ha de un total de 856.361,2
ha). Este tipo de vegetación ha sido el blanco favorito de los
planes de CARTEZ y otras asociaciones de empresarios ruralistas,
quienes aseguran que el bosque nativo no puede recuperarse a partir
de ambientes con arbustos y árboles jóvenes aislados. Por el
contrario, sugieren que estas áreas requieren de "manejo
ganadero" para su recuperación.
Por otra parte,
llama la atención la inclusión de áreas sin bosque alguno dentro
de la categoría roja, que lleva a preguntar si no es un mecanismo
para maquillar un número de por si paupérrimo. Por ejemplo, para
llegar al total de 1.186.443,18 ha conservadas se incluyen dentro del
rojo 6.521,13 ha de costra salina, 4.856,58 ha de pastizales y
44.767,98 ha de paisaje cultural (cultivos y zonas urbanas). Un
examen del mapa muestra además la desaparición de las áreas de
conservación a lo largo de los cursos de agua en las zonas de la
llanura de la provincia.
El secretismo en
construcción de este mapa parece evidenciar la falta de interés del
Gobierno en involucrar a los sectores académicos y la sociedad en
general en un proceso participativo. Por el contrario, la defensa de
los intereses de sectores económicos promueve la destrucción del
ambiente, expulsa a los pobladores campesinos de las áreas con
bosque, destruye áreas de importancia para la conservación de la
flora y la fauna, impide la capacidad natural de regeneración del
bosque nativo, altera la provisión de agua para la provincia y
coloca a varias localidades en riesgo de crecidas violentas. Es la
planificación de un crimen social.
Fuente:
Bosques: proyecto del gobierno elimina la mitad de las zonas rojas, 22/02/17, La Izquierda Diario. Consultado 22/02/17.
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