miércoles, 26 de marzo de 2014

Bell Ville e Idiazábal, ya más aliviadas

El río Ctalamochita bajó notoriamente, luego de dos semanas en las que complicó al sudeste cordobés. La situación se normaliza.

La ciudad de Bell Ville respira, al fin, aliviada, tras 20 días en los que una inusual crecida del río Ctalamochita (o Tercero) la tuvo asediada, con parte de su zona urbana anegada, terraplenes construidos para evitar mayores desbordes, bombas que extraían millones de litros de agua por día y una larga serie de complicaciones.

Ayer, el río estaba con 5,60 metros frente a esta ciudad, casi un metro menos que apenas dos días antes. Respecto del pico de la crecida, registrado el 4 de marzo, el río bajó 4,25 metros.

La bajante, en la última semana, ya es notoria. Pero durante 15 días el cauce se mantuvo llamativamente alto, como si el río se embalsara a esta altura. La explicación de los técnicos de Recursos Hídricos es que, al cauce crecido, se sumó el aporte de las aguas derivadas desde una amplia zona rural hacia el río, alimentada por las sucesivas lluvias.

En la última semana, la falta de precipitaciones representó un gran alivio. Como también que se haya reducido el nivel de evacuación desde el lago Piedras Moras, el último que contiene al Ctalamochita.

De todos modos, la Junta de Defensa Civil local mantiene el estado de alerta, hasta que el río ya no comprometa las defensas. Mientras, todos los servicios se han normalizado ya, el tránsito está limitado sólo en algunas calles y a los vecinos se les solicita precaución en la zona de la costanera del río, por riesgos de desmoronamientos.

En la vecina localidad de Ballesteros también se está normalizando la situación tras las serias complicaciones que provocó el agua.

En Idiazábal
A 62 kilómetros de Bell Ville, Idiazábal estuvo una semana inundado, pero no por la crecida del río Tercero sino por el desborde del arroyo que la atraviesa, a raíz del agua de lluvias que los campos ya no tienen capacidad de retener.

El intendente Eliberto Favalli señaló a este diario que “la situación ha mejorado”, citando que ya no hay calles anegadas ni evacuados, aunque 20 familias sufrieron daños relevantes en sus viviendas. “Estamos limpiando y reconstruyendo el pueblo, y Desarrollo Social de la Provincia y de Nación prometieron ayuda para los damnificados”, dijo Favalli.

Durante varios días, tres bombas debieron extraer de las calles del pueblo millones de litros de agua.

En Idiazábal, de 1.700 habitantes, sólo recuerdan una situación similar vivida en 1978, hace 36 años.

Campos afectados

Sobra agua. En el sudeste provincial, suman decenas de miles de hectáreas las afectadas por las inundaciones, tras las intensas lluvias de los últimos 45 días. Desde Villa María y Villa Nueva, hasta la zona de Bell Ville, Idiazábal y Ballesteros, numerosos tambos y amplias extensiones de suelos cultivados quedaron bajo el agua. Algunas estimaciones preliminares calculan cerca de 150 mil hectáreas, con diferentes grados de daños por el exceso de agua.

Fuente:
Bell Ville e Idiazábal, ya más aliviadas, 26/03/14, La Voz del Interior.

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