El
principal curso de agua de la Ciudad de Córdoba está siendo dañado.
Afortunadamente, un estudio de la UNC pone en evidencia el estado
deplorable en el que está el Río Suquía.
por
Carmela Laucirica
El
Río Suquía, principal curso de agua de la Ciudad de Córdoba, está
siendo dañado. ¿Por qué? Debido a que presenta niveles de
contaminación en diversos puntos de su curso. Así, se trata de un
patrimonio valioso para nosotros, que no está en buenas condiciones.
Ante
esto, un estudio de la UNC arrojó que las plantas de tratamiento de
líquidos cloacales no están preparadas para eliminar los
microcontaminantes presentes en el río.
Se
trata de un estudio que forma parte de una tesis doctoral, en donde
dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC
analizan la situación. De la mano de Rocío Bonansea y Eugenia
Valdez, se realizó un relevamiento sobre las partículas
contaminantes del río.
En
su búsqueda de marcadores de fuentes de contaminación, las
especialistas tuvieron que tomar muestras en diferentes partes del
Río Suquía. Así, descubrieron la presencia de una gran cantidad de
microcontaminantes que, si bien están en muy bajas concentraciones,
producen contaminación.
El
principal objetivo de la investigación, era evaluar los efectos
toxicológicos de la cuenca del Río Suquía sobre los organismos
vivos que allí residen. Este río nace en el Lago San Roque y
desemboca en el Mar de Ansenuza, con su asentamiento más grande en
la Ciudad de Córdoba.
Cabe
recordar que el Río Suquía recibe constantemente efluentes
cloacales de plantas depuradoras. “La misión de este trabajo es
difundir que los microcontaminantes pueden ser sustancias orgánicas
o inorgánicas, que por su toxicidad, persistencia y bioacumulación
pueden inducir a un efecto negativo“, destacaron las especialistas.
En
líneas generales, lo que este estudio logró demostrar, es que hay
presencia de plaguicidas y fármacos en el curso de agua. En el caso
de los plaguicidas, hay mayor presencia en zonas del río que se
acercan al Cinturón Verde de Córdoba.
En
el caso de los fármacos, arrojados al río o consumidos, no todos
logran metabolizarse. Además, las plantas de tratamiento no logran
eliminar estos contaminantes. Con esto, en Córdoba y en muchos
lugares del mundo, una proporción baja pero continua de fármacos
“pasa”.
Fuente:
Carmela Laucirica, Río Suquía: patrimonio cordobés dañado e ignorado, 20 marzo 2020, #El Resaltador.
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