El
caso de Walter Biolatto es similar a los del resto de los tamberos.
“Ya prácticamente no se puede ordeñar y en el campo queda muy
poca comida. Los camiones no pueden entrar; esto es un desastre”,
lamentó con indignación.
por Daniel
Brusa
A
medida que los productores rurales fueron arribando a la asamblea, la
historia particular de cada uno de ellos fue saliendo a la luz, con
el denominador común del efecto devastador que produce el agua. El
mayor lamento no pasa por el daño que causa a su paso, sino en que
insisten que a esta problemática la hicieron pública hace años y
hasta el momento no encontraron respuestas en las autoridades.
Para
ellos, la mejor respuesta es la realización de obras hídricas, y no
el compromiso de avanzar en la conformación de consorcios canaleros
o de conservación de suelo como plantean los funcionarios.
Walter
Biolatto tiene su tambo en la zona de Los Zorros, y en diálogo con el Puntal de Villa María admitió que el presente es por de más
preocupante: “Esto viene del año 2014. Desde esa época venimos
pidiendo ayuda y que por favor nos den una mano. Participé en una
cantidad de reuniones y no nos dieron ninguna solución”.
Entendió
que se debe avanzar “en darle el cauce natural a cada arroyo y
buscar la forma de que baje a través de los canales. Los caminos
están intransitables; durante los años 2015 y 2016 ya no se salía
con los tractores, imaginate ahora”.
Y
dijo que aquella situación de tres y cuatro años atrás lo obligó
a generar otras vía de comunicación: “Empezamos a cortar por
arriba de los campos, por los vecinos, y fue la única forma para
poder sacar la producción lechera”.
En
la actualidad, reconoció que el presente es más crítico, “con
tambos que terminaron cerrando. Nosotros estamos peleándola, incluso
para poder ingresar. Queda muy poca comida en bolsas de silo, y lo
que está sembrado se está cayendo. Y lo que se pudo sembrar se
pudrió”.
El
tambo de Biolatto nació como una producción familiar “en 1947,
por lo que estamos hace muchos años en esto y sabemos realmente las
cosas que pasan. En 2015 se llegó a los 12 mil litros de producción,
y luego cayó a 3 mil litros. Era insostenible en ese momento por lo
que se terminó vendiendo el 50 %. Se volvió a recuperar y estamos
en 4.300 litros, pero no hay perspectivas”.
Reconoció
que en la región “quedan cada vez menos productores. El 1 de mayo
salió a remate uno de los últimos tambos, y en los últimos 4 años
se perdieron 7 u 8”. A la charla se sumó Ariel Maestri, también
de Los Zorros, uno de los sectores más golpeados por el agua.
“Con
la última inundación se fueron cerrando varios tambos. Estamos cada
vez más complicados porque no sólo que no se puede sacar la
producción, sino que tampoco se puede entrar alimento al campo.
Parte de la cosecha se puede levantar, pero no se puede sacar. Al
tambo lo tenemos del año 1948, y con mi papá estamos pensando en
dejarlo porque así no se puede seguir”, remató.
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Fuente:
Daniel Brusa, “Hace 62 años que tenemos tambo y no sabemos cómo salir adelante”, 7 mayo 2019, El Puntal de Villa María.
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