La desesperación
y la rabia embargan a las familias de los más de 250 desaparecidos
en la rotura de una presa en Brasil, tres días después del
accidente.
por Heloísa Mendonça
La tensión de
los familiares de los desaparecidos en la mina de Brumadinho (Minas
Gerais) se desbordó el domingo en el espacio habilitado por la
empresa minera Vale para atenderles. Habían pasado muchas horas
desde el colapso de la represa y la falta de información sobre los
276 desaparecidos contabilizados hizo que un grupo de mujeres
perdiera la paciencia. “¡La gente quiere respuestas!”, exigía
una. Con la sensibilidad a flor de piel, otra protestaba por la
indiferencia con la que se sentía tratada: “No estoy esperando el
resultado de una oposición, ¡no! Si mi marido no tiene valor para
ustedes, ¡sí lo tiene para mí! ¡Es mi esposo, padre de mi hija,
hijo de mi suegra! Él es un simple empleado suyo, reemplazable, pero
para mí no lo es”, gritaba la esposa de un empleado subcontratado
de la mina.
Los fallecidos
por la rotura de un dique de contención suman ya 84 y otras 276
personas siguen desaparecidas, según el último balance oficial. Las
esperanzas de localizar a algún superviviente eran ayer mínimas,
como explicó el portavoz de los bomberos, el teniente Pedro Ahiara:
“Como esta tragedia implica lodo, que es un tipo de material que
ocupa mucho espacio, [la situación] es diferente de cuando uno tiene
algún tipo de derrumbamiento en que hay bolsas de aire y es probable
encontrar supervivientes. Con el fango eso es muy difícil que
suceda. Pero todavía trabajamos con todas las posibilidades, para
garantizar que esas personas regresen lo más rápido posible con sus
familias”.
El bombero
subrayaba el desafío que supone el rastreo tras el descomunal
desbordamiento del viernes. “Entendemos la angustia de las
familias, pero es un área de búsqueda de 10 kilómetros y millones
de metros cúbicos de mineral”, explicó en referencia a las
instalaciones propiedad de Vale, la mayor minera de Brasil. Las
acciones de la empresa llegaron a caer más de un 20 % en la Bolsa de
São Paulo.
Críticas a la
inacción de la empresa propietaria
Los parientes de
las víctimas se quejaban del “descuido de la minera ante la
tragedia” y de las informaciones contradictorias. El proceso es
lento. Rastrear los escombros en busca de víctimas, rescatarlas,
identificar los cuerpos. A medida que las horas pasan, la
desesperación aumenta. El llanto se ha convertido en rutina entre
los que quieren saber si todavía hay posibilidades de que alguien
sea localizado vivo.
La fiscal general
brasileña, Raquel Dodge, se ha mostrado partidaria de que la
dirección de Vale sea penalmente perseguida en los tribunales. “Es
necesario responsabilizar a la empresa que ha causado este desastre y
también promover la persecución penal. El castigo penal es muy
importante”, dijo sobre una compañía que también participaba de la propiedad de la mina Mariana, donde en 2015 ocurrió otro desastre
similar que mató a 19 personas pero causó una catástrofe ambiental mucho mayor, la peor de la historia de Brasil. La fiscal general
insistió en que las indemnizaciones a los afectados son cruciales.
“Las familias están muy preocupadas por sus seres queridos, por la
certeza del paradero de cada uno, pero hay que tener algún tipo de
socorro, muchos han perdido su medio de trabajo”, dijo.
El domingo miles
de vecinos de Brumadinho fueron evacuados ante el riesgo de que una segunda presa se rompiera. Una vez pasada la alarma, los sentimientos
de desconfianza y aprehensión persistían entre los afectados.
Exigían respuestas a la empresa privatizada, cuya cúpula el
Gobierno sopesa destituir.
Adilson de Souza,
presidente de una asociación vecina de la pequeña ciudad minera de
Minas Gerais, era otro de los que se quejaba ante la falta de
atención y respuestas. “No tengo conocimiento de nadie de Vale
buscando, solo bomberos y defensa civil. Está todo el mundo nervioso
y Vale no está dando apoyo. Hasta ahora, lo único que hizo fue
matar a padres de familia y destruir sueños en un montón de barro.
¿Hasta cuándo van a seguir matando a la gente? Ocurrió [el
desastre de la mina] Mariana y ahora llega aquí en Brumadinho y en
el Parque de la Cachoeira”.
La pesadilla se
acrecienta a medida que llega la información sobre los daños
sufridos en la ciudad. El lodo se llevó vidas humanas, afectó al
río Paraupeba, que abastece la región, a la fauna y a la flora.
Este déjà vu de Mariana en enero de 2019 es aún más cruel.
La ayuda del
nuevo aliado
H.M.
El equipo de
rescate israelí enviado por el primer ministro hebreo, Benjamín
Netanyahu, a su nuevo aliado, Jair Bolsonaro, ha comenzado sus
operaciones este lunes. El jefe de la misión, el coronel Golan Vach,
aseguró en conferencia de prensa en Brumadinho que el grupo de 130
militares médicos, ingenieros, bomberos y técnicos dedicó la noche
a estudiar la misión y ya han definido los primeros pasos para
ayudar en el rescate de las víctimas de la represa de Vale.
"El primer
equipo ya llegó al río y nuestra misión será encontrar personas
vivas", afirmó Vach frente al pesimismo de los bomberos
brasileños allí desplegados. "Nuestra primera impresión es
que los bomberos están haciendo un gran trabajo", resumió el
coronel.
Israel cuenta con
tecnología de radares capaz de identificar cuerpos a 3 o 4 metros
bajo la tierra. El gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, también
mantuvo un discurso optimista. "Veo que con la tecnología
[israelí] vamos a aumentar y mucho las posibilidades de encontrar
nuevos supervivientes y también la velocidad para encontrar
víctimas, lo que va a aliviar la angustia de las familias".
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Fuente:
Heloísa Mendonça, “Para ustedes es solo un empleado, para mí es mi esposo”, 29/01/19, El País. Consultado 31/01/19.
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