El alcalde Kazumi
Matsui dirigió la conmemoración en el 73° aniversario del ataque
por el cual murieron 140.000 personas, tanto en la explosión misma
como en la contaminación resultante. "Los esfuerzos por
eliminar las armas nucleares deben continuar", pidió.
Los habitantes de
Hiroshima conmemoraron este lunes el 73° aniversario del primer
bombardeo nuclear de la historia, con una advertencia del alcalde
sobre el repunte del nacionalismo en el mundo y la presentación de
la lista actualizada de fallecidos a causa del ataque.
El cielo estaba
despejado aquel 6 de agosto de 1945 cuando a las 08:15 locales, un
bombardero B-29 estadounidense, nombrado Enola Gay soltó sobre la
ciudad la bomba atómica Little Boy, con un poder de unos 15
kilotones, provocando el día mismo y las semanas siguientes la
muerte de 140.000 personas.
"Si la
humanidad olvida la historia o deja de confrontarse con ella,
podríamos volver a cometer un terrible error. Por eso debemos seguir
hablando de Hiroshima", declaró el alcalde Kazumi Matsui, quien
también recibió una lista actualizada con las personas muertas
debido a la contaminación radiactiva.
Actualmente hay
más de 150.000 supervivientes a ese ataque, con una edad media de 82
años, muchos de los cuales aún sufren problemas de salud derivados
de la exposición.
"Los
esfuerzos por eliminar las armas nucleares deben continuar",
insistió. "Algunos países se muestran abiertamente
nacionalistas y modernizan su arsenal nuclear, avivando tensiones que
se habían mitigado con el final de la Guerra Fría", lamentó.
El primer
ministro, Shinzo Abe, adoptó un tono menos categórico, en un
discurso que volvió a dejar patente las contradicciones japonesas
sobre el tema de las armas nucleares.
El año pasado,
Japón decidió no firmar un tratado para prohibir el arma atómica,
adoptado en la ONU, coincidiendo así con las potencias nucleares que
mencionan la amenaza norcoreana para denunciar la ingenuidad del
texto.
"En los
últimos años, ha quedado claro que existen divergencias entre
países sobre las formas de reducir las armas nucleares",
declaró Abe.
"Nuestro
país quiere actuar con paciencia para servir de puente entre las dos
partes y liderar los esfuerzos de la comunidad internacional"
hacia la desnuclearización, añadió.
Tres días
después de la destrucción de Hiroshima, una segunda bomba atómica
Fat Man, golpeó la ciudad de Nagasaki. El 15 de agosto, Japón
anunció su capitulación, que abrió el camino al final de la
Segunda Guerra Mundial.
La conmemoración
de este lunes se trasladará el jueves próximo a Nagasaki, donde
está previsto que, entre otras personalidades, participe el
secretario general de la ONU, António Guterres, quien llegará a
Japón este martes.
"El legado
de Hirosima es el de la resiliencia", agregó Guterres en un
comunicado dirigido al pueblo de Hiroshima y leído durante la
ceremonia de hoy en esta ciudad japonesa.
"Ustedes, el
pueblo de Hiroshima, no solo son valientes supervivientes de una
bomba atómica, sino también valientes activistas en favor de la paz
y la reconciliación", agregó.
(Con información
de AFP y EFE)
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