Está probado
que, las zonas urbanas más arboladas llegan a tener de día hasta
dos grados menos de temperatura en verano que las áreas,
generalmente céntricas, con menos densidad verde. Los árboles,
además, bloquean los vientos y mejoran la calidad del aire.
por Fernando
Colautti
Que las ciudades
tienen menos verde del que debieran no es nuevo, pero la urgencia de
remediar ese déficit se acelera. Fortalecer el arbolado y los
espacios verdes urbanos y periurbanos ya es una necesidad, que los
municipios debieran asumir con visión estratégica para asegurar
ciudades sustentables y más vivibles.
Es llamativo cómo
tantos cordobeses que visitan Mendoza valoran el cuidado que esa
ciudad da a su frondoso arbolado, pero pocos parecen dispuestos a
admitir las exigencias que se les imponen a los mendocinos.
No se trata sólo
de la postal. La necesidad va más allá del también justificado
embellecimiento. Está probado que, por ejemplo, las zonas urbanas
más arboladas llegan a tener de día hasta dos grados menos de
temperatura en verano que las áreas, generalmente céntricas, con
menos densidad verde. Los árboles, además, bloquean los vientos y
mejoran la calidad del aire que se respira en cada ciudad.
Por si no
alcanzaran los motivos, en la última década asomó otro, vital. El
cambio climático global que supimos conseguir impone también a cada
ciudad la necesidad de diseñar medidas de mitigación y adaptación
a sus consecuencias. Para el área que Córdoba integra, crecen los
riesgos de eventos extremos como lluvias severas con mayor
frecuencia.
En 2008, el Foro
Ambiental Córdoba presentó a la Provincia y al municipio de la
Capital una serie de sugerencias de adaptaciones urbanas, asimilables
a las ciudades del interior. Pasaron 10 años, casi como si nada. Una
sugerencia clave, entre otras, era la necesidad de que cada ciudad
sume más arbolado urbano para reducir las altas temperaturas y que
fortalezca sus espacios verdes y cortinas forestales para mitigar el
impacto de eventuales inundaciones. Las áreas urbanas van sumando
cada vez más asfalto y cemento, perdiendo suelos que respiran y
absorben excedentes hídricos.
Gobiernos locales
y también sus comunidades debieran asumirlo como prioridad. Hoy, no
parece serlo.
Fuente:
Fernando Colautti, Una necesidad ante el cambio climático, 05/03/18, La Voz del Interior. Consultado 05/03/18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario