La
clave, en este contexto, es el calentamiento global. “Los valores
medios no están cambiando tanto en materia de lluvias, pero sí la
variabilidad: vamos de una punta a la otra. Lo que sí hay es un
proceso de aumento de las temperaturas, que es lo que influye en la
variabilidad climática de las lluvias”, graficó Di Bella ante la
consulta de La Voz.
Marcos
Juárez es el “corazón productivo del país”, según reza un
cartel ubicado sobre la autopista Córdoba-Rosario. Allí,
históricamente, se han obtenido rindes de soja y de maíz de los
mejores de la Argentina, pero este año ha sido uno de los símbolos
de la sequía. Una infografía difundida ayer por la estación
experimental que el Inta tiene en esa ciudad lo muestra de manera
elocuente: desde el 1° de enero han llovido apenas 50 milímetros,
seis veces menos que la media histórica: 300.
Para
el director del Instituto de Clima y Agua del Inta, Carlos Di Bella,
lo ocurrido en esta campaña “no tiene explicación lógica”,
aunque sí se puede relacionar con sistemas climáticos cada vez más
variables. “El año pasado sucedió lo mismo, pero con un nivel
excesivo de humedad”, recordó.
La
clave, en este contexto, es el calentamiento global. “Los valores
medios no están cambiando tanto en materia de lluvias, pero sí la
variabilidad: vamos de una punta a la otra. Lo que sí hay es un
proceso de aumento de las temperaturas, que es lo que influye en la
variabilidad climática de las lluvias”, graficó Di Bella ante la
consulta de La Voz.
El
resultado en esta campaña fue una combinación letal para el campo.
“Se dieron las peores condiciones; llovió poco y no en los
momentos clave para el desarrollo de los cultivos”, destacó.
Pronóstico
Este
miércoles, el experto del Inta estará en la primera Agrojornada del
año organizada por Agrovoz y Agroverdad, ante una audiencia de
productores ávidos por conocer si, finalmente, llegarán las
lluvias. “Para la campaña próxima, todavía es muy temprano para
hacer proyecciones, los pronósticos son imprecisos, porque la
atmósfera en esta época del año es más inestable. Sobre lo que sí
tenemos un poco más de certezas es para los próximos tres meses, y
se esperan registros normales o por debajo de lo normal para las
zonas pampeanas”, indicó Di Bella.
La
preocupación por la sequía y la necesidad de intentar predecir lo
que viene se vieron también en la muestra Expoagro de la semana
pasada. Allí, Eduardo Sierra, climatólogo de la Bolsa de Cereales
de Buenos Aires, se presentó ante un auditorio colmado.
Un
poco más arriesgado que Di Bella, fue determinante: “‘La Niña’
es el candidato más firme para la próxima campaña: tiene 60 por
ciento de intención de voto. El interior de Argentina seguirá
castigado por la falta de lluvias”, dijo.
Años
secos
Si
bien coincidió en que todavía es temprano para proyecciones
certeras, mencionó que los primeros indicios muestran un océano
Pacífico “frío”, que es lo que, normalmente, genera “La
Niña”, y que un posible calentamiento del Atlántico podría
compensar este efecto, pero sólo en las zonas del Litoral argentino.
Es
decir, el centro del país -fundamentalmente, Córdoba, oeste de
Santa Fe, noroeste de Buenos Aires y norte de La Pampa- seguiría
sufriendo la escasez de agua.
Para
Sierra, hay que recordar que las dos campañas anteriores estuvieron
marcadas por inundaciones. “Fue uno de los cambios climáticos más
abruptos de la historia; no se daba de esta manera desde el ciclo
1988/99”, subrayó.
Acompañando
lo mencionado por Di Bella respecto de la variabilidad climática, el
analista de la Bolsa porteña enfatizó que la tendencia de los
últimos años es de ciclos altamente húmedos continuados por
períodos muy secos.
“Es
un factor que hay que tener en cuenta. Lo que está sucediendo ahora
puede ser el anticipo de que se vienen cinco años secos. Yo me
prepararía para eso”, concluyó.
Fuente:
Sin alivio: las lluvias seguirían por debajo de lo normal el resto del año, 20/03/18, La Voz del Interior.
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