viernes, 22 de septiembre de 2017

Drenar la napa para evitar anegamientos

En 46 años, subieron 10 metros en el área de Marcos Juárez. Las malas prácticas agrícolas, en la mira.

Los campos de la Pampa cordobesa están anegados arriba pero también abajo del suelo. El agua visible no debe esconder el problema de fondo: las napas están saturadas y para ello la única solución es repensar el uso del suelo con la siembra de cultivo en invierno.

Esta es una de las principales conclusiones de la mesa redonda “Inundaciones en la Pampa Deprimida”, que se realizó ayer en el Congreso Nacional del Agua (Conagua) en Córdoba.

El Conagua reúne hasta el viernes a funcionarios, técnicos, investigadores y empresas vinculados al sector hídrico. El evento es organizado por el Gobierno provincial, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y Epec en la Plaza de la Música (ex Vieja Usina).

Pablo Bollatti, investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Marcos Juárez, fue contundente en su charla. “En 1970, Marcos Juárez tenía la napa a 10,95 metros de profundidad. En 2016 llegó a 0,91 metros. Ascendió 10 metros en 46 años y ahora se hizo más sensible a las lluvias. Sube más rápido”, dijo.

Y agregó: “Este cambio de respuesta de la napa se debe a un cambio en el uso del suelo. No es lo mismo que el suelo tenga cultivos a que esté en barbecho (sin cultivos en invierno)”.

Es difícil pronosticar algo que no se ve. El ascenso de la napa no se veía. Pero ahora lo estamos viendo porque los campos están anegados”, aseguró Edgar Castelló, secretario de Recurso Hídricos de la Provincia, otro de los disertantes.

Y agregó: “Muchos sitios que ahora están anegados no necesitaban obras porque el sistema estaba en equilibrio: el agua que ingresaba era la misma que la que se evapotranspiraba. El equilibrio se rompió por este cambio de uso de suelo”.

Superficie cultivada
Bollatti explicó que en 1970, el departamento Marcos Juárez estaba ocupado en un 20 por ciento por cultivos agrícolas anuales, que consumen 730 milímetros por hectárea.

El 80 por ciento restante eran pasturas, que consumen agua durante todo el año, alrededor de 1.100 milímetros. Hoy los cultivos anuales ocupan el 95 por ciento de la superficie.

Los canales son fundamentales para sacar el agua anegada, lo que está del suelo hacia arriba. Pero estos canales no son eficientes para sacar el agua de las napas. Para descargar la napa no hay mejor herramienta que un cultivo”, indicó.

Y dio como ejemplo el trigo. A fines de noviembre, un cultivo de trigo habrá tomado 480 milímetros por hectárea de agua y generado una depresión de 1,6 metros de la napa.

El problema es que esta tarea debe realizarse sobre toda la cuenca. De nada sirve que un productor siembre en invierno porque la napa de su lote se va a llenar con el agua de los campos vecinos que no implementaron cultivos en invierno”, explicó.

Castelló indicó que ahora el problema es doble porque hay agua arriba y abajo del suelo. Y recordó que la Provincia construyó 1.250 kilómetros de canales el año pasado y este año avanzarán en una cifra similar.

Hay que converger en una solución integral. La Provincia está impulsando las Buenas Prácticas Agrícolas y la ley agroforestal como acciones para atacar el problema de las napas. Pero ya deberíamos tener una visión nacional y lograr que el productor tome conciencia”, dijo.

Fuente:
Drenar la napa para evitar anegamientos, 21/09/17, La Voz del Interior. Consultado 22/09/17.

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