por Antonieta Cádiz
La ciudad de
Houston está bajo el agua. Los diversos canales que cruzan la urbe y
sus suburbios comenzaron a ceder el sábado por la noche, debido a
las intensas lluvias provocadas por la tormenta Harvey desde el
viernes. Los medios locales contaban el domingo por la mañana al
menos seis muertos. En algunos sectores de Houston, el agua ha
llegado hasta los tejados de las casas, inundando carreteras y
vecindarios completos. Y la previsión es que la lluvia continúe a
este ritmo durante días. El presidente Donald Trump acudirá a Texas
el martes.
En la mañana del
domingo, el Servicio Nacional Meteorológico de Estados Unidos emitió
una alerta que decía: “Este evento no tiene precedentes y sus
consecuencias son desconocidas y más allá de todo lo que hayamos
vivido”. El centro de la tormenta está aún a 200 kilómetros de
Houston y se seguriá acercando durante días.
Las autoridades
habían realizado 1.000 rescates de vehículos y casas hasta el
domingo por la mañana. El alcalde de la ciudad, Sylvester Turner,
aseguró que las inundaciones “son catastróficas y ponen en riesgo
la vida de los residentes”. Turner detalló que desde el sábado
por la noche han recibido más de 2.000 llamadas de emergencia.
Houston tiene 2,3 millones de habitantes.
El pánico ha
invadido a la población. Los dos aeropuertos principales de la
ciudad habían suspendido todos los vuelos comerciales el domingo.
Algunas personas han tratado de escapar en sus coches, pero eso ha
creado mayores problemas, ya que los vehículos se quedan atrapados
en el agua.
Varios tornados
han tocado los suburbios de la ciudad. En el sector de Missouri City,
al oeste de Houston, un tornado dejó al menos 50 casas destruidas. Y
la lluvia no cesa. Según el Servicio Nacional de Meteorología entre
el sábado y la mañana del domingo Houston y Galveston habían
recibido 60 centímetros de agua.
El gobernador de
Texas, Greg Abbott, aún no ha anunciado nuevas zonas de evacuación
desde el sábado por la tarde. Hasta el momento, 22 ciudades y
condados de Texas han recibido órdenes obligatorias de evacuación.
Abbott ha activado a 3.000 miembros de la Guardia Nacional para
ayudar en las tareas de rescate.
El jefe de la
policía de Houston, Art Acevedo, aconsejó a las personas que están
en las áreas más afectadas, trepar sobre sus techos. “No suban a
los áticos a menos que tengan un hacha para romper sus techos para
salir”, dijo. 20 helicópteros están en el aire rescatando a gente
de los tejados.
El alcalde de
Houston defendió su decisión de no evacuar la ciudad el domingo por
la mañana en una conferencia de prensa. “No había forma de saber
qué vecindarios serían los más afectados. Si das una orden de
evacuación en una situación como esta, será una pesadilla”,
aseguró. Según la Cruz Roja estadounidense, más de 1.800 personas
se encontraban la noche del sábado en 35 refugios en el interior de
Texas y Luisiana.
Mientras en los
suburbios de Houston, el condado de Fort Bend es uno de los que se
encuentra en mayor riesgo de inundaciones catastróficas, debido a
que los ríos Brazos y San Bernard cruzan amplios sectores
residenciales en su territorio. El hospital Ben Taub tuvo que cerrar
y ser evacuado el domingo por la inundación.
El juez del
condado Robert Hebert dijo que “El cuerpo de ingenieros del
Ejército pronostica que la elevación de agua en el embalse de
Barker llegará a niveles sin precedentes,” detalló. “Este nivel
superaría el evento de inundación que experimentamos el año pasado
por varios centímetros. Estamos muy preocupados con el pronóstico
adicional de precipitaciones esta noche que podría empujar el nivel
del embalse superior”.
Las autoridades
locales advirtieron a los residentes que cuando el agua llegue a dos
metros de altura zonas como Cinco Ranch y Canyon Gate, ubicados en el
oeste del condado, serán las más afectadas.
María José
Barros, quien vive en Cinco Ranch,contó a El País cómo se está
preparando para una inundación. “Estamos tratando de llegar a Home
Depot por sacos de arena. Despejamos todo el primer piso y hemos
puesto las cosas más valiosas a un metro por sobre el suelo”.
“Subimos comida y agua, para subsistir por varios días en caso que
el agua no nos deje salir”, explicó.
Barros recorrió
los sectores aledaños a su casa donde la mayoría de los vecinos se
trasladaban a pie para evaluar daños y potencial de inundación en
los caudales cercanos a sus hogares. Algunas personas incluso
utilizaban canoas para desplazarse.
Hobby
International, uno de los dos aeropuertos de Houston, anunció que
todos los vuelos fueron cancelados por "la abundancia de agua en
las pistas", mientras que el George Bush International operaba
en forma limitada. "Se están produciendo súbitas inundaciones,
catastróficas, con amenaza de vida", ha señalado el Servicio
meteorológico nacional (NWS) en Twitter. "¡Es una situación
extremadamente peligrosa! No viaje a menos que que se le diga".
La situación en
la gran ciudad tejana se produce mientras la costa intenta evaluar
los daños del huracán. Harvey tocó tierra el viernes por la noche
con categoría 4 entre Corpus Christi y Houston y destruyó casas y
barcos en los pueblos de la costa. Fue el huracán más potente en
llegar a Estados Unidos desde Wilma en 2005. En Port Aransas, una de
las primeras ciudades azotadas por el huracán, hay barcos que
volaron y terminaron estrellándose en algún edificio. En Victoria,
un poblado al norte de Rockport, los habitantes quedaron impactados
por la intensidad de la tormenta. "Si hubiese sabido que iba a
ser como fue, seguramente me hubiese ido antes", dijo a la AFP
Robby Villa, mientras otros de sus vecinos se preocupaban por las
inundaciones y crecidas de los ríos cercanos.
Fuente:
Antonieta Cádiz, El huracán ‘Harvey’ castiga Houston con inundaciones sin precedentes, 27/08/17, El País.
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