El Gobierno japonés estudia posibles métodos para comenzar a extraer hacia 2021 el combustible atómico fundido del interior del reactor número 3 de Fukushima, y cuya presencia fue revelada por una reciente exploración robótica, según anunció hoy.
Así lo indicó
el ministro de Economía, Comercio e Industria, Hiroshige Seko, en
una rueda de prensa sobre los resultados del análisis del estado
interno de la unidad 3 de la accidentada planta, la que presenta más
dificultades para su desmantelamiento.
El análisis
llevado a cabo por el robot la semana pasada en la unidad 3 muestra
depósitos del aparente combustible fundido y mezclado con las
estructuras metálicas de la vasija de contención, formando
depósitos que en algunos casos alcanzan un metro de altura, según
TEPCO.
“Hemos obtenido
información muy valiosa sobre el interior del reactor gracias a la
introducción del robot sumergible“, afirmó el ministro, quien
destacó el hallazgo en el fondo de la vasija de contención del
reactor de los aparentes restos fundidos de las barras que servían
como combustible.
“Es altamente
posible que se trate de combustible fundido“, señaló el ministro
en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, en alusión a las
imágenes captadas por el robot, las primeras que muestran la
presencia del supuesto material radiactivo filtrado fuera de la
vasija de presión (que alberga al núcleo del reactor).
¿Cómo extraer
el combustible?
El Ejecutivo
estudia en estos momentos junto a la propietaria de la planta, Tokyo
Electric Power Company (TEPCO), y al regulador nuclear de Japón
(NRA) las posibles vías para extraer estos materiales radiactivos de
la unidad 3, con el objetivo de decidir un método en septiembre y
comenzar dicha tarea hacia 2021, según el ministro.
“Procederemos
con el desmantelamiento en línea con la hoja de ruta“, afirmó el
ministro Seko, quien añadió, no obstante, que las partes implicadas
“deben estudiar todos los detalles” de la reciente investigación.
El 11 de marzo de
2011
Los reactores 1,
2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del
desastre desencadenado por el terremoto y el tsunami del 11 marzo de
2011, y su desmantelamiento se prolongará entre dos y tres décadas,
según los planes del Gobierno y TEPCO.
La unidad número
3 es la que presenta mayores dificultades para su evaluación, puesto
que a los niveles extremos de radiactividad -que impiden que
operarios humanos puedan acercarse- se une el mayor volumen de agua
de los reactores, unos 6,4 metros de profundidad.
La operadora ha
empleado anteriormente otros modelos robóticos para investigar el
interior de los reactores 1 y 2, donde los niveles de agua inyectada
son menores que en la unidad 3, aunque en ninguno de los dos casos
logró evaluar el estado exacto del combustible fundido por diversos
problemas técnicos.
Fuente:
Y ahora, ¿cómo se saca el combustible del reactor 3 de Fukushima?, 25/07/17, Efeverde. Consultado 25/07/17.
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