Inundación en La Emilia, enero de 2017. Foto: Santiago Filipuzi/ La Nación |
Lo afirmó la gobernadora Vidal y lo suscriben expertos en hidráulica y medio ambiente; el agua golpeará la provincia mientras no se concluyan las obras previstas; el mayor riesgo, en el Noroeste y el conurbano.
por Rosario
Marina
LA
PLATA.- La mitad de los habitantes de la provincia de Buenos Aires
puede sufrir inundaciones en el mediano plazo. Lo anticipó la
gobernadora María Eugenia Vidal y lo suscriben los especialistas.
"Yo fui muy sincera: va a haber más inundaciones en la
provincia de Buenos Aires. Calculamos que unos ocho millones de
personas se pueden inundar en la provincia", advirtió la
mandataria provincial.
Según
expertos consultados, las zonas más vulnerables se encuentran en el
conurbano y en ciudades del interior, como Salto, Arrecifes y
Pergamino, que ya padecieron los estragos del agua durante los
últimos meses.
El
impacto del fenómeno será fuerte hasta que se terminen las obras
hidráulicas estructurales. Para eso, aún no hay tiempos. Algunos de
esos trabajos no llegarán a estar listos durante esta gestión.
El
desalentador panorama no escapa a la advertencia emitida por
investigadores del Conicet a principios de esta semana respecto de
que el cambio climático agravará las ya intensas lluvias
registradas en diferentes regiones del país, incluida la provincia
de Buenos Aires, donde viven 16 millones de personas.
A
raíz de las declaraciones de Vidal, el presidente de la Comisión de
Investigaciones Científicas, Pablo Romanazzi, explicó: "Fue
muy sincera y está bien lo que dijo, en comparación con otros
gobernadores que trataban de desviar la atención. Las inundaciones
son un tema que va a estar siempre con nosotros". Romanazzi fue
uno de los firmantes del conocido informe de la Facultad de
Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata que había
advertido sobre obras que debían realizarse para que La Plata no se
inundara en la manera en que ocurrió el 2 de abril de 2013.
Como
se dijo, una gran parte de esos ocho millones de futuros afectados
por inundaciones habitan en el conurbano, atravesados por las cuencas
Reconquista y Matanza-Riachuelo. Allí, el problema es que hay
grandes asentamientos urbanos en zona de planicie de inundación de
los ríos. La Gobernación recordó que realiza obras en Quilmes,
Lomas de Zamora, La
Matanza y Tigre, entre otras.
En el
interior, nuevos anegamientos podrían castigar Salto (especialmente
en el barrio La Trocha), el casco céntrico de Pergamino, Arrecifes,
San Antonio de Areco, Pilar y Luján. También algunas localidades de
la región capital, como La Plata, Berisso y Ensenada.
Desde
la Gobernación prefirieron no definir qué significa que la mitad de
los bonaerenses sufrirán inundaciones: si el agua entrará a las
casas, a las calles o sólo a los campos. Esperan que las obras de
emergencia logren retener el agua en las zonas rurales y así
proteger las ciudades. "Trabajamos pensando en el peor
escenario", aseguró Vidal a La Nación.
Según
la predicción meteorológica que manejan, en agosto el fenómeno del
Niño podría alcanzar la provincia de Buenos Aires, lo que
implicaría un incremento en las precipitaciones. "En el segundo
semestre puede haber lluvias fuertes", indicaron fuentes
oficiales.
Consultada
sobre los efectos del cambio climático en la provincia, la
especialista del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Claudia
Campetella indicó que en el futuro cercano "la precipitación
anual no tendría mayores cambios". Y agregó que "con
bastante certeza no se revertiría el aumento registrado entre
1960-2010".
Mapas
de riesgo inconclusos
No
obstante, los datos oficiales del SMN para el trimestre de junio,
julio y agosto indican que las precipitaciones serán normales o
superiores a lo normal. Además, el informe aclara que "no se
descarta la ocurrencia de algunos eventos de precipitación
localmente intensos que pudieran complicar la situación de las zonas
recientemente afectadas por anegamientos y/o inundaciones".
Según
la ley 11.964, sancionada en 1997, la provincia está obligada a
realizar un mapa de riesgo, que incluye el riesgo hídrico. Veinte
años después, esos mapas no están completos.
Allí
se cruzan las variables de vulnerabilidad social estructural con las
variables de amenaza. Se marca en cartografía las zonas más
vulnerables por tipo de vivienda, por educación, por tipo de
alimentación, etc. Sobre ese dibujo se marcan las
amenazas: precipitaciones, crecida de ríos, tormentas e incendios.
"Cuando
llegamos no había ningún mapa de riesgo ni un área que gestionara
eso", aseguró Rodrigo Silvosa, subsecretario de Infraestructura
Hidráulica, a La Nación. Con los datos que ya obtuvieron, Virginia
Laino, directora de Gestión de Riesgo de la provincia, indicó: "Hay
ocho millones de personas que viven en zonas de alto riesgo de
inundación en la provincia de Buenos Aires". Y agregó: "El
cruce de la amenaza con la zona más vulnerable te marca tu zona de
mayor riesgo ante esa amenaza".
Romanazzi,
experto en hidrología y obras hidráulicas, indicó que lo que falta
es "encarar un sistema de monitoreo", que podría prevenir
algunas inundaciones. "En algunos lugares tenés concentrada
mucha información y, en otros lados, tenés un blanco absoluto: no
sabés ni cuándo llueve, como en el Noroeste", detalló. Hoy,
26 partidos de ese sector de la provincia están en emergencia
hídrica.
Horacio
Tavecchio es ingeniero hidráulico y consultor privado. Consultado
por La Nación, aseguró que es imposible precisar cuándo y dónde se
repetirán la inundaciones. "Si una tormenta de magnitud sucede
en cualquier punto del área metropolitana, los resultados van a ser
muy similares a lo sucedido en La Plata", explicó Tavecchio.
Por este motivo, sugirió estar alerta a los planes de contingencia
para este tipo de eventos.
"Toda
la provincia está vulnerable", aseguró el subsecretario
Silvosa. Y la directora de Gestión de Riesgo concluyó: "Hace
10 años, cuando hablábamos de cambio climático, pensábamos en lo
que iba a pasar en el futuro. Éste es el futuro".
Fuente:
Rosario Marina, Uno de cada dos bonaerenses puede sufrir inundaciones en el mediano plazo, 02/06/17, La Nación.
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