El predio de Taym se reveló muy vulnerable a las lluvias y escorrentías. Residuos peligrosos contaminaron, no se sabe en qué medida |
La Unidad Fiscal de Delitos Contra el Medio Ambiente de la Nación y la Fiscalía de Alta Gracia analizan pruebas. Vecinos insisten en que no se puede instalar allí el basural de Cormecor.
por Lucia
Guadagno
La Unidad Fiscal
para la Investigación de Delitos Contra el Medio Ambiente de la
Nación (Ufima) inició el miércoles último una investigación
preliminar para determinar si la planta de residuos peligrosos Taym
contaminó el ambiente al ser arrasada por un aluvión. “Se
solicitaron medidas de prueba”, informaron a Día a Día en esa
fiscalía. En paralelo, el fiscal Alejandro Peralta Otonello, de Alta
Gracia, también busca determinar si hubo daño.
Fueron
suficientes 130 milímetros caídos el martes para que el agua
arrasara con la planta de residuos peligrosos, ubicada sobre la ruta
provincial N° 36, 20 kilómetros al sur del centro de la Capital. La
correntada rompió calles y alambrados y arrastró residuos en
dirección al canal Los Molinos-Córdoba, que abastece de agua a la
planta potabilizadora Los Molinos, de Aguas Cordobesas.
Ambas empresas,
Taym y Aguas Cordobesas, pertenecen al Grupo Roggio. El martes la
compañía cerró las compuertas de toma agua del canal y las reabrió
el miércoles, cuando el Ente Regulador de Servicios Públicos
(Ersep) dijo que estaban dadas las condiciones para hacerlo. El Ente
publicó todos los estudios del agua, menos las mediciones hechas en
el canal el día del aluvión.
El episodio
movilizó a los vecinos de Villa Parque Santa Ana nucleados en Santa
María Sin Basura, quienes cortaron parte de la ruta provincial N°5
el martes y miércoles. Son quienes se resisten a que la corporación
intercomunal Cormecor instale un vertedero de residuos para todo el
Gran Córdoba a sólo 3,5 km al norte de donde se encuentra Taym.
A través de los
abogados Darío Ávila y Carlos González Quintana, presentaron el
miércoles la denuncia ante la Ufima y por la tarde dieron una
conferencia de prensa en Santa Ana. Allí mostraron un video filmado
por ellos en el que se ve cómo el agua tumbó parte del talud
perimetral del terreno de Cormecor. “El fenómeno demostró lo que
se viene denunciando: que el predio elegido unilateralmente por
Cormecor no es apto”, afirmaron. La corporación, por su parte,
afirma que el predio se comportó como estaba previsto en los
estudios hídricos y que con las obras comprometidas no habrá
riesgo.
Taym, ahora
cerrada en forma preventiva por la Policía Ambiental, estaba
autorizada a tratar residuos que contienen más de 30 sustancias
tóxicas, entre ellas: plomo, mercurio, arsénico, cadmio, asbestos,
cromo hexavalente, cobre, zinc, selenio, cadmio, antimonio, talio,
cianuro inorgánico, fenoles, berilio y agroquímicos, según consta
en el Registro de Generadores y Operadores de Residuos.
Según el
director de la Policía Ambiental, Adrián Rinaudo, y la vocera de
Taym, Gabriela Ananía, el agua habría arrastrado residuos con
hidrocarburos y pinturas, residuos electrónicos y material de
construcción. Admitieron, también, que se afectó una de las
piletas de lixiviados (líquido que sale de las fosas con los
residuos) pero no precisaron en qué medida.
Algas con toxinas
La crecida de los
ríos en la cuenca del San Roque, que abastece de agua al norte de
Córdoba, colaboró en los últimos días para reducir la
superpoblación de cianobacterias en el lago, que en la última
semana generaron un olor insoportable.
El peligro por
las algas lo corren quienes tienen contacto directo con el agua sin
tratar. Es decir, las personas que pescan, hacen deporte, o la usan
directamente en su casa, como ocurre con vecinos de San Roque. Así
lo explicó a Día a Día Daniela Arán, especialista del Foro
Ambiental Córdoba. “Las algas pueden generar cianotoxinas
(anatoxinas y microcistinas), que producen problemas hepáticos. El
contacto con ellas puede tener efectos agudos o crónicos”,
sostuvo. Y explicó que al ser tratada en la planta potabilizadora,
esas toxinas mueren.
Ante una
presentación del Foro Ambiental, recién el año pasado se comenzó
a medir la presencia de cianotoxinas en el agua potable dentro de los
análisis de rutina. Según los informes mensuales que realiza el
Instituto Nacional del Agua en Córdoba, el 21 de febrero ya se sabía
que el lago estaba en estado crítico. ¿Se podría haber hecho algo
para evitar la invasión de algas? En el Foro sostienen que no. La
única solución es tratar los residuos cloacales.
Lo que sí
consideran que el Estado tiene que hacer es alertar a la población
cercana para que no tome contacto directo con el agua. Y a los
centros de salud, para que tengan en cuenta el factor de riesgo. El
Ministerio de Salud de la Nación, mediante al resolución 1949/2016,
distribuyó en noviembre del año pasado una guía para equipos de
salud sobre “Exposición a cianobacterias/cianotoxinas en agua y
sus efectos en la salud”. En el informe se menciona a la cuenca del
San Roque como uno de los lugares afectados.
Vecinos de la
zona marcharon el jueves para reclamar el saneamiento de la cuenca.
Se necesita que municipio y Provincia concreten las obras de cloacas
para dejar de verter fluidos crudos al lago, que son los que generan
la aparición de las algas. Esa tarde, el gobernador Juan Schiaretti
anunció que colaborará para acelerar los trabajos. Ese día,
también, el juez de Control de Carlos Paz, Daniel Strasorier, no
admitió una presentación que hizo la Asociación Amigos Río San
Antonio (Adarsa) para que se prohíban en forma preventiva las
actividades en el lago y se obligue a Provincia y municipios a
cumplir un fallo del propio Strasorier, de 2013, que ordenaba sanear
la cuenca.
Fuente:
Lucia Guadagno, Taym, bajo sospecha doble, 01/04/17, Día a Día.
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