Es una de las
cinco provincias que permiten el ingreso de estos desechos
industriales desde otras jurisdicciones del país. En 2004, se
trataron en la provincia 9.033 toneladas. En 2014, fueron más de 25
mil. No hay registros del transporte entre provincias desde 2004.
Opositores denuncian el vínculo con el Grupo Roggio. Un mercado librado a la autorregulación.
por Lucas Viano
Córdoba es una
de las pocas jurisdicciones que permiten el ingreso de residuos
peligrosos desde otras provincias. Por este motivo y por su
centralidad, funciona como un vertedero de las industrias más
contaminantes de Argentina.
En los últimos
años, la “importación” de residuos peligrosos fue creciendo. En
2004, la provincia recibió 9.033 toneladas, según un informe de la
Secretaría de Ambiente de la Nación. Diez años después, esa cifra
es superior a las 25 mil toneladas, según datos a los que pudo
acceder este diario.
Según esta
información, en 2014 Taym trató 10.886 toneladas, y Ecoblend (ahora
Geocycle) procesó 14.484 toneladas. Estas firmas sumaron 25.370
toneladas y representan cerca del 80 por ciento de lo que se recibe
en Córdoba.
Para comparar, en
2016 el predio de Piedra Blanca recibió 744 mil toneladas de
residuos sólidos domiciliarios.
Desde el
Ministerio de Ambiente de la Nación, indicaron que no hay un
relevamiento más actualizado sobre el movimiento interjurisdiccional
de residuos peligrosos.
Los residuos
peligrosos son aquellos que pueden dañar a seres vivos o contaminar
el ambiente en pequeñas proporciones. Quedan excluidos los residuos
domiciliarios. Hay dos tipos: patológicos e industriales.
Corrientes,
Mendoza, Santa Fe, Chaco y Córdoba son las únicas jurisdicciones
donde está permitido el ingreso de estos desechos desde otras
provincias.
“La falta de
una ley restrictiva, la ubicación estratégica de Córdoba y el
crecimiento industrial ocurrido entre 2004 y 2014 están detrás del
incremento”, dijo Eduardo Aime, abogado y técnico químico,
subdirector de Residuos Peligrosos de la Provincia entre 2005 y 2015.
El exfuncionario
defendió lo que se realizó durante su gestión. “En ese momento,
Córdoba tenía muy buenos controles en la materia. Eso también
sedujo para que haya empresas que quieran realizar la disposición
final en esta jurisdicción”, sostuvo.
También calculó
que en el negocio de los operadores locales de residuos peligrosos,
los que se generan en Córdoba son sólo el 30 por ciento del total.
Es decir, el 70 por ciento son “importados”.
Aime aseguró que
ganó el concurso para continuar en el cargo, pero que nunca le
permitieron asumir. Está en juicio con la Provincia. “Ahora no
existe más esa área, la desmantelaron”, contó.
“La Provincia
debería tener gente capacitada para controlar residuos peligrosos.
Requiere realizar auditorías y controles químicos. No creo que sea
un área en la que la Provincia tenga fallas, porque en Córdoba hay
gente que conoce mucho del tema”, sostuvo Alberto Ferral, experto
en gestión ambiental y docente de esa carrera en la Universidad Blas
Pascal.
En la Provincia
existen 25 plantas habilitadas para tratar residuos peligrosos.
Geocycle (ex-Ecoblend), ubicada en Malagueño, y Taym, cercana a
Bouwer y afectada por el anegamiento pluvial del 28 de marzo pasado,
son las dos más grandes.
Geocycle
Geocycle,
perteneciente a Lafarge Holcim, realiza el coprocesamiento de los
residuos con alta temperatura en los hornos utilizados para la
producción de cemento. El sistema debe contar con chimeneas
especialmente diseñadas para filtrar componentes tóxicos como
dioxinas y furanos.
Utilizan residuos
sólidos y líquidos con poder calorífico provenientes de las
industrias petrolera, agrícola, química, petroquímica y automotor.
“A nivel
mundial, el coprocesamiento se usa desde hace más de 20 años. Cada
vez se mejora más, porque mejoran las técnicas para retener los
gases contaminantes”, aseguró Ferral.
En una reciente
presentación a la prensa, la empresa anunció que para 2030 el
objetivo es llegar a utilizar 80 millones de toneladas de residuos
por año en las tres plantas que tiene en Córdoba, Mendoza y Jujuy.
Según informó, actualmente procesa 160 toneladas diarias en
Córdoba, es decir, más de 58 mil toneladas anuales. Esa cifra es el
cuádruple de lo informado en 2014.
Taym
El tratamiento de
Taym es del tipo landfill. Es un relleno sanitario, como el que se
utiliza para los residuos sólidos comunes, pero con más medidas de
seguridad.
Entre los
residuos que procesan, hay pilas, baterías de auto, piezas de
automóviles, tubos fluorescentes, envases vacíos de pesticidas,
barros industriales, tierras contaminadas, asbesto y sólidos
contaminados con hidrocarburos.
Antes de
enterrarlos, se aplican procesos químicos y físicos para obtener un
residuo menos peligroso (estabilización). Los desechos que contienen
metales peligrosos, flúor inorgánico, cianuro y medicamentos e
insumos de farmacia se los coloca dentro de bloques de cemento
(solidificación).
El vertedero
tiene un sistema de cañerías que recolecta los líquidos lixiviados
y los almacena en lagunas. Contienen metales pesados, hidrocarburos y
otros tóxicos. Durante el anegamiento del 28 de marzo pasado, estas
lagunas fueron arrastradas por el agua.
En el ojo de la
tormenta. Ingreso de agua. La planta de residuos peligrosos Taym está
a unos 20 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba. El martes
pasado, una tormenta provocó que ingresara agua a las instalaciones,
que luego se escurrió hacia el acueducto desde donde se provee de
agua el 30 por ciento de la capital cordobesa. La empresa quedó en
el centro de las críticas.
Fuente:
Lucas Viano, Ambiente: se “importan” más residuos peligrosos, 02/04/17, La Voz del Interior.
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