
por
Motoko Rich
Estación
de energía nuclear Fukushima Daiichi. Seis años después del mayor
desastre nuclear en un cuarto de siglo, los funcionarios japoneses
aún no determinaron qué hacer con una creciente cantidad de
desechos radiactivos. Cada pedazo de desecho de la Estación de
Energía Nuclear Fukushima Daiichi, donde tres reactores hicieron
fusión tras un terremoto y un tsunami el 11 de marzo de 2011,
presenta sus propios retos.
Agua
contaminada
La
Tokyo Electric Power Company está bombeando agua de manera
ininterrumpida por los tres reactores para enfriar el combustible
fusionado que sigue estando demasiado caliente y radiactivo para ser
retirado. Unas 400 toneladas de agua pasan por los reactores
diariamente, incluyendo aguas freáticas que se filtran. El agua
entonces es desviada a unas instalaciones de descontaminación.
Sin
embargo, los filtros no pueden eliminar todo el material radiactivo.
Así que toda esta agua está siendo almacenada en mil tanques en el
área. Los tanques ya contienen 962 mil toneladas de agua
contaminada, y Tokyo Electric está instalando más. Pero la planta
podría agotar su espacio.
Las
autoridades debaten si sería aceptable, dado el bajo nivel
radiactivo en el agua, diluir el agua contaminada y luego tirarla al
mar. Pero los pescadores locales se oponen vehementemente.
Fango
y trajes
El
proceso de descontaminación del agua deja fango radiactivo atrapado
en los filtros, que son almacenados en miles de contenedores. Tokyo
Electric señala que está experimentando mezclarlo con cemento o
hierro.
Los
alrededor de 6 mil trabajadores de limpieza del sitio se ponen equipo
protector nuevo todos los días. Estos trajes, máscaras, guantes de
hule y cubiertas de zapatos para materiales peligrosos son desechados
al final de cada turno. Las prendas son comprimidas y almacenadas en
mil cajas de acero. A la fecha, se han desechado más de 64.700
metros cúbicos de vestimenta.
Ramas
y escombros
Los
trabajadores desmontaron 90 hectáreas de árboles contaminados.
Ahora, unos 80 mil metros cúbicos de ramas y troncos están
amontonados por todo el sitio.
También
se almacenaron en cajas de acero 200.400 metros cúbicos de escombros
dejados por las explosiones en los reactores durante su fusión.
Trabajadores y robots tratan de retirar más de esta masa enmarañada
de hormigón, tubos, mangueras y metal aplastados.
La
tierra
Miles
de bolsas de basura de plástico yacen en hileras ordenadas en los
campos y los pueblos abandonados cerca de la planta. Contienen tierra
raspada de las zonas expuestas a la radiación. El ministerio del
Medio Ambiente estima que ha metido 3.5 mil millones de galones de
tierra en bolsas, y planea recolectar mucho más. El ministerio
empezó a construir unas enormes instalaciones temporales de
almacenamiento en Fukushima.
Barras
de combustible
Cientos
de barras de combustible vacías se hallan en tanques de enfriamiento
dentro de los reactores, y la compañía espera haber limpiado el
escombro suficiente para empezar a retirarlas el año entrante. El
reto más grande será retirar el combustible que estaba en uso en el
reactor.
Aún
se desconoce su condición y ubicación. En un reactor, se cree que
quemó el fondo del recipiente interno y se filtró a los cimientos
de hormigón. En enero, el robot enviado a uno de los reactores
descubrió niveles de radiación suficientes para matar a una persona
en menos de un minuto.
Algunos
sugieren sepultar a Fukushima en un sarcófago de hormigón y acero,
como el usado en Chernobyl. Pero Tokyo Electric señala que está
comprometida a limpiar el sitio, a un costo de 188.6 mil millones de
dólares.
Fuentes:
Motoko Rich, Qué hacer con el desecho nuclear, 24/03/17, Clarín.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Fuku", del artista Michael Proepper.
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