Será este sábado
7 de enero en contra del inglés amigo de Macri por el megaloteo de
Laderas-Lewis en un área natural con triple protección.
por Daniel Leff
Este sábado 7 de
enero a las 18 horas el pueblo de El Bolsón vuelve a marchar en
defensa de los bienes comunes repudiando el negociado de la empresa
Laderas S. A. Conducido por el magnate amigo de Macri, Joseph “Joe”
Lewis, ejecutado por el Intendente municipal Bruno Pogliano y el
Gobernador Alberto Weretilneck, este proyecto se propone arrasar con
la identidad cosmopolita que caracteriza al pueblo, en pos de un
enclave turístico de consumo capitalista.
Entre los
manifestantes se prevé la participación de los habitantes del casco
urbano, los productores agrícolas con tractores, paisanos ganaderos,
bueyes y caballos, hippies, artesanos y comunidades mapuce. Habrá
carrozas de la Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra, del Acampe
Pacífico y Popular (que ya lleva dos semanas de protesta) y de la
Diversidad Sexual que, como cierre de su noveno festival, se unirán
a este reclamo.
Tal como se vio
en las marchas anteriormente convocadas (el turbio negociado se
remonta a 2010), este conflicto genera una gran y variada
resistencia: tanto la marcha del 29 de mayo del año 2013 como la del
17 de diciembre de 2016 sumaron un cuarto de la población de El
Bolsón, con caballos, tambores, instrumentos musicales y creativas
consignas como “Laderas, gracias por unirnos, ahora andate”.
Las nefastas
consecuencias que traería el desarrollo de esta megaurbanización,
que iguala en su tamaño a la totalidad del pueblo de El Bolsón,
destruirían el entramado ambiental y socioeconómico que lo
caracteriza y posiciona como destino para los amantes de la
naturaleza, los productos artesanales naturales y orgánicos. La
variedad cultural que identifica a El Bolsón, y que la globalización
todavía no pudo estandarizar, se ve reflejada en lo multifacético
del reclamo que incluye aristas político-ambientales,
socio-económicas, culturales y legales, que son parte del mismo
repudio al saqueo de los bienes comunes y sus potenciales
consecuencias.
Las aguas
superficiales y subterráneas del sector a lotear nutren a todos los
ríos de la zona, por lo que los movimientos de suelo necesarios para
la construcción de calles y casas modificarán el curso de las aguas
subterráneas. Una vez construido, este megaloteo consumirá gran
cantidad de agua, teniendo en cuenta el perfil de este tipo de
enclaves VIP con mansiones, piletas y jardines que consumen mucha
agua de riego. Además contaminará aguas abajo el recurso hídrico,
debido a los efluentes que generará. El bosque y su fauna también
se verán fuertemente afectados, perdiendo biodiversidad debido una
fuerte antropización de la zona, incrementando su riesgo de
incendio.
El enclave
turístico que generaría este megaloteo, alineado al megaconsumo y
desconectado de la identidad del pueblo, también destruirá su
entramado socio-cultural, que se caracteriza por la diversidad y por
actividades económicas a pequeña escala. Paisanos, hippies, mapuce,
artesanos y bohemios (que venidos de todas partes son atraídos por
el paisaje y un estilo de vida en armonía con la naturaleza) llevan
a cabo diferentes actividades ligadas a la producción orgánica y
artesanal, y a pequeños emprendimientos agroturísticos,
aprovechando las potencialidades existentes, como lo es el turismo
rural, las actividades de montaña y la feria artesanal.
Como ya ha pasado
en diferentes villas de esquí, desde Alberta, Canadá, hasta
Bariloche, estos enclaves generan un círculo vicioso que devasta la
economía local, ya que por un lado destruyen las pequeñas economías
locales y las reemplazan por puestos de trabajo de mala calidad
relacionados con el monocultivo del turismo (altamente estacionales,
poco calificados, precarizados y en negro) disparando el precio de
las tierras, producto del aumento de su demanda por parte de
especuladores extranjeros. Esto se traduce en que la población local
vaya perdiendo paulatinamente el acceso al trabajo digno y a la
tierra.
Teniendo en
cuenta que el intendente Pogliano continúa ignorando la voluntad
popular que ha rechazado este proyecto, sobran razones para unirse a
la marcha del 7 de enero: por la restitución de las tierras
fraudulentas, por la declaración de intangibilidad de la reserva
Cumbreras de Mallín, por la expulsión de Laderas S. A. de la
localidad, y por el control social y popular de la política local y
municipal de tierras.
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Fuente:
Daniel Leff, El Bolsón arranca temporada 2017 con una gran marcha contra el multimillonario Joe Lewis, 04/01/17, La Izquierda Diario. Consultado 04/01/17.
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