El titular del
bloque de UPC cuestionó la medida cautelar. Schiaretti prefirió no
opinar sobre el tema.
Río Cuarto. El
legislador Carlos Gutiérrez (el titular de la bancada de Unión por
Córdoba) calificó como “una intromisión inadmisible” la
decisión de la Justicia de suspender la audiencia pública que se
iba a realizar este jueves en Villa María del Río Seco, para
debatir cambios en la Ley de Ordenamiento Territorial del Bosque
Nativo.
“Hemos acatado
la decisión de la jueza pero la vamos a recurrir porque estamos
absolutamente seguros y convencidos de que esto supone una
intromisión inadmisible del Poder Judicial en una decisión del
Poder Legislativo”, argumentó.
En conferencia de
prensa en Río Cuarto, el gobernador Juan Schiaretti se excusó de
opinar respecto a la ley de bosques. Dijo que acatará lo que surja
del Legislativo y que espera “que se busque el mayor consenso
posible de todos los legisladores”.
“Hay que
escuchar a todos y buscar el equilibrio porque hay posiciones
irreductibles, quienes quieren que se voltee todo y quienes no
quieren que se toque nada ni un yuyo”, expresó.
Argumentó que el
Ejecutivo lo que ha presentado ayer es una nueva ley de forestación,
que exige que al menos el uno por ciento de los campos en explotación
estén forestados en cinco años y prevé incentivos y multas.
"Podríamos
tratar la ley sin la audiencia"
Sentado al lado
del mandatario, Gutiérrez, dejó entrever que el oficialismo
avanzará con el proyecto. “Vamos a seguir con el cronograma, ayer
hemos pedido la preferencia correspondiente tanto para el tratamiento
de la ley de bosques como para el proyecto de forestación que acaba
de anunciar el gobernador. Nosotros podríamos tratar la ley sin que
la audiencia pública opere, fue una decisión nuestra hacerla”,
advirtió.
Sostuvo que
“desde el primer día” se busca el “consenso mayoritario” con
respecto a la norma. Justificó que se convoque a audiencia a 170
kilómetros de Córdoba Capital.
Argumentó que el
objetivo de la audiencia pública es “que participe la gente
afectada fundamentalmente donde existe el bosque nativo, esta es la
razón porque pretendemos hacer la audiencia pública en Villa María
del Río Seco, donde se anotaron casi 40 habitantes del lugar”.
“La nueva ley
prohíbe taxativamente el desmonte químico. Este proyecto remedia
muchas situaciones que el bosque nativo en su degradación tiene,
corrige sobredimensiones que se tomaron en un momento con respecto a
las llamadas zonas rojas, pero de ninguna manera admite que exista un
árbol menos en la Provincia”, defendió Gutiérrez.
Ni oídos ni
dinero para los científicos
Aunque pueda
resultar perverso, el razonamiento político tiene lógica: si no
escuchamos a los científicos y a sus argumentos que intentan
proteger el bien común, ¿por qué le vamos a dar dinero para que
sigan investigando?
por Lucas Viano
El fin de año
muestra un panorama oscuro para la ciencia argentina. En término
reales, el presupuesto se redujo. En 2016, el Congreso asignó el
1,54 por ciento a la finalidad ciencia y técnica (CyT). Para 2017,
esa proporción se reduce al 1,4 por ciento.
En dólares, el
presupuesto para CyT de 2016 fue de 2.417 millones de dólares; en
2017, los fondos serán 2.060 millones de dólares.
La esperanza de
poner en marcha el sistema científico puede apagarse. Iba a llevar
décadas recuperar y superar aquella época dorada de la ciencia
argentina previa a la Noche de los Bastones largos, hace 50 años.
Destruir este
endeble sistema científico es muy fácil. Apenas hace falta una
gestión que ignore la importancia de la investigación para el
desarrollo del país. El resultado es conocido: decenas de
científicos emigrarán, se desarmarán grupos de investigación
consolidados y se esfumarán las incipientes industrias tecnológicas
que crecieron con el respaldo de investigadores-empresarios.
Que el país
tenga un tercio de pobres no es justificación para reducir el
respaldo a la ciencia. El argumento de que hubo descontrol no parece
suficiente, dada la necesidad de que Argentina recupere desarrollo
científico.
Varias décadas
atrás, ya lo refutó Bernardo Houssay, primer Premio Nobel en
ciencia para América latina: “Los países ricos lo son porque
dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico, y los países
pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara:
cara es la ignorancia”.
Además de
dinero, los políticos actuales tampoco les prestan el oído a los
científicos. La Provincia debate una nueva ley de bosques nativos
que parece ser una carta blanca para arrasar con los restos que
quedan en Córdoba de este ecosistema.
Los que se oponen
no son terroristas ambientales. Son biólogos y ecólogos que han
estudiado el monte autóctono a lo largo y a lo ancho, del derecho y
del revés. Ellos son los que advierten que ya queda muy poco y que,
sin nuestros bosques, las inundaciones y sequías se intensificarán
y perderemos fertilidad en el suelo y aves en el cielo.
Este año también
se discutió a nivel nacional y provincial una reforma electoral que
pretende incorporar el voto electrónico. Otra vez fueron científicos
quienes advirtieron que poner una computadora entre el ciudadano y su
voto convierte en vulnerable a cualquier proceso electoral.
Aunque pueda
resultar perverso, el razonamiento político tiene lógica: si no
escuchamos a los científicos y a sus argumentos que intentan
proteger el bien común, ¿por qué le vamos a dar dinero para que
sigan investigando?
Ya se sabe, el
sentido político puede ser el peor de los sentidos.
Lo mejor de todo
esto es que por estos días usted puede cruzarse con el reclamo de
los científicos en las calles. En nada se asemejan a locos
despeinados refugiados en su laboratorio. Escúchelos.
Fuentes:
Ley de bosques: para el oficialismo, la suspensión de la audiencia es "inadmisible", 22/12/16, La Voz del Interior.
Lucas Viano, Ni oídos ni dinero para los científicos, 22/12/16, La Voz del Interior.
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