Quienes mantienen
el acampe quieren conocer más detalles del proyecto de polo
industrial en ese terreno. Desde el municipio aún no poseen mayor
información para brindar.
por Héctor
Brondo
“El fuego de la
vida está en el bloqueo”. La frase está escrita en un trozo de
tela deshilachada que flamea en la entrada del acampe que se instaló
hace cuatro años frente al ingreso principal al predio de Malvinas
Argentinas en el cual la multinacional Monsanto proyectaba levantar
una planta de semillas de maíz.
Un poco más
allá, otro retazo colgado del alambrado perimetral resume las
convicciones de quienes se opusieron al emprendimiento desde el
primer día: “El enemigo es Monsanto. La salida es colectiva”.
Y pese a que la
compañía estadounidense -productora de agroquímicos y
biotecnología destinada a la agricultura- anunció el 3 de agosto
que desactivaba el plan y ponía a la venta el lote de 26 hectáreas,
el campamento se mantiene. Aunque la actividad y el número de
participantes se redujeron de manera sensible.
A la par de las
construcciones precarias, se levantó un pequeño salón con bloques
de cemento y techo de zinc. “Lo hicimos para protegernos de las
lluvias”, explicó Gustavo, uno de los asambleístas activos.
“Seguimos aquí porque tenemos más dudas que certezas”, agregó
por su parte Eli, vecina de esa ciudad del departamento Colón -14
kilómetros al este de la Capital provincial- e integrante del
colectivo que resiste.
“Nos enteramos
por los medios de que Monsanto transfirió, supuestamente, estas
tierras a una constructora cordobesa que piensa lotearlas y
transformarlas en un parque industrial de pyme. Pero la escasa
información al respecto es difusa y poco seria”, aseguró la
mujer.
Pedido de informe
En la sesión del
martes último, los concejales opositores presentaron un proyecto de
pedido de informes requiriendo al Ejecutivo precisiones acerca del
destino del predio que, en el plano catastral de la provincia, figura
como zona de servicios. Lo hicieron ante “la necesidad de conocer
en detalle los proyectos industriales que se desarrollan” en el
pueblo y para “transmitirles a los vecinos información certera y
veraz sobre el nuevo destino que tendrá el lote que pertenecía a
Monsanto”, aclaró Vanesa Sartori, integrante del bloque Malvinas
Despierta.
Al día
siguiente, la empresa AMG Obras Civiles presentó una nota breve a la
intendenta de Malvinas Argentinas, Silvina Paola González (UCR), en
la cual le comunica que adquirió a la multinacional las 28 hectáreas
y que la intención es desarrollar un polo fabril.
“No es ni
siquiera un anteproyecto. Es sólo una idea, un panorama sencillo de
lo que querrían hacer, acompañado de un dibujo muy simple del
loteo”, dijo a La Voz Nicolás Arzani, secretario de Gobierno del
municipio.
“AMG no
presentó hasta ahora un boleto de compra venta del inmueble ni un
proyecto de obra, como se exige en estos casos. Por eso aún no le
enviamos nada al Concejo Deliberante ni podemos responder el pedido
de informes”, agregó. El joven funcionario es hijo del
exintendente de Malvinas Argentinas Daniel Arzani, actual secretario
General de la Municipalidad de Córdoba.
Este integrante
del gabinete de Ramón Mestre está imputado por supuesto abuso de
autoridad al consentir durante su gestión el cambio de uso del suelo
para que Monsanto pudiera construir la semillera de la discordia. En
igual situación y por el mismo motivo se encuentra imputado el
exsecretario de Ambiente de la Provincia Luis Bocco, entre otros
funcionarios de ambas jurisdicciones.
Según la
acusación, los terrenos no eran aptos para destinarse a
emprendimientos industriales, conforme con disposiciones de la Ley
Provincial de Uso del Suelo.
“A la decisión
de mantener o levantar el acampe la vamos a tomar, como siempre, en
el seno de la asamblea”, señaló Eli.
“Hay gente que
pregunta por qué lo mantenemos. Seguimos acá porque tenemos más
dudas que certezas, porque estamos cansados de las mentiras y que nos
digan una cosa y hagan otra muy distinta”, concluyó la
asambleísta, aún en pie de lucha.
Un camino
sinuoso: comienzo y fin
Cómo fue la
fallida historia de Monsanto en Malvinas.
2012. En junio,
la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que
Monsanto realizaría una inversión millonaria en Malvinas
Argentinas.
2013. En
septiembre, la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida organizó un
acampe en el ingreso al predio para oponerse a la obra.
2014. En febrero,
los asambleístas lograron detener los trabajos por la vía legal.
2016. El 3 de
agosto, la multinacional anunció su despedida.
Fuente:
Héctor Brondo, Monsanto se fue, pero los asambleístas seguirán frente al predio de Malvinas, 22/10/16, La Voz del Interior.
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