viernes, 26 de agosto de 2016

Una multitud se conmovió con el fallo: tras 40 años, justicia


Unas 10 mil personas se convocaron para asistir al final del juicio por La Perla. Profunda emoción de familiares y alegría compartida por la sentencia.

por Virginia Digón

La emoción a flor de piel. Se palpitaba en cada rincón de la calle Concepción Arenal en la sede de los Tribunales federales de Córdoba. Miles de personas se convocaron allí para escuchar la sentencia de un juicio histórico.

Hermanos de, compañeros de trabajo de, hijos de, nietos de, víctimas directas. Todos esperando 40 años. Y aunque en Córdoba ya hubo juicios por delitos de lesa humanidad, este en particular tuvo más repercusión por la cantidad de víctimas y testigos que desnudaron detalles de un sistema represivo orquestado desde el Estado nacional y provincial.
 
El juicio es de todos”, se leía en pancartas y remeras. Estuvieron todos.
 
Historias de dolor
Familiares de desaparecidos que llevan las caras de sus seres queridos en carteles o remeras; agrupaciones de derechos humanos como Hijos; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; militantes de partidos políticos y sindicatos; artistas; estudiantes secundarios acompañados por sus profesores; universitarios; periodistas; representantes de instituciones y agrupaciones sociales. Van y vienen por la calle. Al hablar con ellos se desprenden historias profundas y dolorosas. Pero todos coinciden en que este juicio permite seguir creyendo en una sociedad democrática que no olvida ni perdona crímenes atroces.
 
Emocionada y nerviosa, Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba, dijo antes de ingresar a la sala en diálogo con La Voz: “Hay sentimientos encontrados de mucho dolor y de mucha alegría porque por fin después de todo lo que hemos luchado durante estos 40 años llegamos al final de una megacausa muy importante donde se juzga por primera vez a Menéndez por el robo de bebés, así que esto marcó un hito en la provincia de Córdoba”.

Al final del juicio, resumió el sentimiento de muchos familiares que se mostraron conformes con la sentencia, aunque reconocieron que todavía hay deudas pendientes. “Hice la mitad de la tarea, hija. Ahora me falta encontrar a mi nieto”, dijo ante la multitud, que tenía su mirada fija en el escenario frente a Tribunales.

Vengo con mis alumnos porque en el aula trabajamos con los conceptos de la memoria, la verdad y la justicia hace tiempo, y vinimos a hacer esta práctica y ejercicio de la memoria. Ellos deben hacer una cobertura periodística de la sentencia”, dijo Pedro Garello, profesor del Ipem Perito Moreno.

Venimos con la UEPC a apoyar a los familiares o argentinos que han perdido la vida por este país y agradezco personalmente al gobierno de Cristina y Néstor por hacer estas aperturas hacia una democracia amplia”, dijo Solange, delegada gremial de Bialet Massé.
 
Patricia López, hija del exvicegobernador Atilio López, aseguró: “Este es un momento muy histórico y yo sé que mi padre, desde donde esté, va a estar orgulloso de lo que está pasando. Esto hay que transmitirlo a nuestros hijos y a nuestros nietos para que no vuelva a ocurrir nunca más”.

Este es un juicio histórico que pone negro sobre blanco lo que han significado las violaciones a los derechos humanos, las desapariciones, los secuestros, el robo de niños. Y hoy es un día realmente de relevante importancia para los cordobeses, no solamente para las víctimas. Esto es el triunfo del amor sobre el odio”, agregó Silvia Di Toffino, hija del exdirigente gremial Tomás Di Toffino.

En carne propia
María del Carmen Torres es esposa de Daniel Carignano y hermana de Hernán Torres, ambos desaparecidos en 1976. Su esposo era delegado gremial y fue secuestrado la noche antes de que ambos, junto a su pequeño hijo, partieran hacia otro lugar porque “la cosa estaba muy grave”.
 
No puedo creer que hoy estemos diciendo que Daniel y Hernán fueron secuestrados ilegalmente, que fueron desaparecidos y que los que lo hicieron son asesinos condenados por la Justicia”, dijo.
 
Cuando la lectura de la sentencia finalizó, entre la gente que comenzó a salir de la sala, había una joven junto a sus hijos mirando al cielo con una foto en su mano.

Soy Silvia Vergara Falik, hija de Herminia Falik y Rodolfo José Vergara, los dos asesinados en La Perla. Aún no puedo digerir la sensación que estoy viviendo”, dijo y rompió en llanto junto a sus dos hijos. No dijo nada más.
 
Su silencio conduce a imaginar los momentos de una niñez despojada de sus padres, preguntándose por qué le quitaron lo más preciado que tiene un niño. Hoy los culpables están presos. Ella acaba de salir. Y enmudece frente a la pregunta de esta periodista.

* Colaboró con esta nota Ailin Vykus.

Final para una larga historia de impunidad

El veredicto de los jueces condenó a 28 de los 43 acusados a prisión perpetua. Al término de la lectura del fallo, hubo incidentes e insultos de familiares de los acusados, incluso para el gobernador Schiaretti. El fallo completo.

por Alejandro Mareco

Eran casi las 12 del mediodía cuando el presidente del tribunal, Jaime Díaz Gavier, anunció otra cadena perpetua para Luciano Benjamín Menéndez. Fue la primera de un total de 28 penas de máxima severidad que se repartieron ayer entre los 43 imputados del juicio por los crímenes cometidos en La Perla y otros campos de concentración que funcionaron en Córdoba en los años ‘70.

En la sala de audiencias, se habían reunido alrededor de 300 personas, y hasta allí se escuchó la ovación que se produjo en la calle Arenales, donde una multitud de miles se había reunido frente al edificio de Tribunales federales.

La lectura del veredicto había comenzado por decisiones significativas del Tribunal Oral Federal Número 1 (integrado además por Julián Falcucci, José Quiroga Uriburu, más el suplente Carlos Ochoa).

Una fue rechazar el planteo de prescripción de los delitos cometidos antes del golpe del 24 de marzo de 1976 planteado por la defensa. Los jueces entendieron que encuadran como crímenes de lesa humanidad, puesto que formaron parte de un plan sistemático con participación estatal.

En cuanto al hijo de Silvina Parodi y nieto de Sonia Torres, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba, el cuerpo consideró acreditado que había nacido el 14 de junio de 1976 y que luego había sido sustraído.

El máximo responsable de la represión en Córdoba, Menéndez, recibió castigo por este hecho. Por el contrario, fue absuelto de la acusación de robo de la empresa Mackentor, aunque sí se lo encontró, en este caso, culpable de usurpación y allanamiento ilegal.

La Fiscalía (Facundo Trotta, Virginia Miguel Carmona y Rafael Díaz Vehil) había pedido un total de 35 condenas perpetuas, pero de todos modos se manifestó conforme con el fallo, mientras se espera por los fundamentos que se conocerán el 24 de octubre.

Otros 10 imputados recibieron condenas diferentes, así como hubo cinco absoluciones.

En tanto, el tribunal accedió al pedido de los fiscales de que sean revisadas las prisiones domiciliarias concedidas en estos momentos a 21 acusados. En consecuencia, se actualizarán los informes médicos de cada caso.

Gritos e insultos
Entre los presentes en la sala, se encontraba el gobernador Juan Schiaretti, quien se sentó a la derecha de Sonia Torres y a la izquierda de su esposa, Alejandro Vigo (secretaria de Equidad y Promoción de Empleo).

A continuación, se encontraba Estela de Carlotto, titular de Abuelas a nivel nacional, a quien Schiaretti le ofrendó un afectuoso saludo. También estaban el vicegobernador Martín Llaryora, el ministro de Justicia, Luis Angulo, y otras autoridades ejecutivas y legislativas.

Entre los que recibieron cadena perpetua, figura Enrique Barreiro, quien por primera vez enfrentaba un juicio luego de que fuera extraditado desde Estados Unidos, en 2007.

Cuando Díaz Gavier pronunció su nombre, Ana Maggi, su esposa, se puso de pie y una policía la mandó a sentarse. A su lado, estaba Cecilia Pando, la conocida activista en favor de los represores, quien vino especialmente a 
solidarizarse con los familiares de los acusados.

Desde la lectura de la primera sentencia hasta la última considerada en el esperado veredicto, transcurrió casi una hora y media sin incidentes.

Hasta que en el final, cuando el juez dijo que el juicio había concluido, se soltaron gritos y hasta insultos desde el sector ocupado por familiares y partidarios de los imputados, e incluso por parte de imputados. Algunos apuntaron a Schiaretti, que también recibió, al igual que los jueces, advertencias que se parecieron a amenazas.

Juicio y castigo a los terroristas”, “Váyanse a vivir a Cuba”, fueron algunas de las consignas que lanzaron las mujeres desde el lado de los acusados. Arnaldo “Chubi” López, condenado a perpetua, insultaba a viva voz, mientras los policías intentaban sacarlo de la sala.

La respuesta de familiares de víctimas y de miembros de organismos de derechos humanos también se hizo oír: “Asesinos”, y “A dónde vayan los iremos a buscar”, fueron las consignas.

Los partidarios de los imputados fueron evacuados, y tras los incidentes, hubo aplausos para el tribunal y huellas de intensa emoción, como las lágrimas en los ojos de tantos, incluso en los del gobernador y de su esposa.

Mientras, una infinidad de abrazos abrigaban el frío de los viejos dolores y celebraban haber llegado a la orilla de la reparación, después de tantos años de impunidad.

Después de un largo invierno, la luz de la Justicia

La segunda gran vibración se sintió cuando fue Barreiro el condenado con la perpetua, la primera que enfrenta.

por Alejandro Mareco

Y el viento de agosto nació un día desde las entrañas del parque Sarmiento. Sucedió ayer, justo cuando el sol se había trepado en lo alto del mediodía y arrojaba una luz vigorosa y cálida, de esas que son capaces de poner fin a los inviernos más largos y ateridos.

Los jueces se pronunciaron, finalmente. Y aun cuando las severas condenas para los principales responsables de la feroz represión que se desató en Córdoba eran presentidas, la conciencia de asistir a un instante de inmensa carga histórica, a un profundo acto de reparación, trajo consigo una conmoción tan intensa que desató un remolino de emociones en la sala de audiencias, en el parque y mucho más allá.

Los atroces crímenes cometidos en los campos de concentración, vórtices del reino del terrorismo de Estado en estas tierras, no podían ser archivados por la historia sin que la Justicia les acercara una mínima redención.

Cuando el juez Jaime Díaz Gavier levantó la mirada y buscó los ojos de Menéndez para anunciarle una nueva condena perpetua, la número 14, hasta la sala de audiencias llegó el eco del estallido en la calle. La segunda gran vibración se sintió cuando fue Ernesto Barreiro el condenado con la misma pena, la primera que enfrenta.

De las 35 condenas perpetuas que solicitaron los fiscales, 28 fueron rubricadas por el tribunal. Es una cantidad impactante, y describe que en la espesura de las sombras de la década de 1970, Córdoba estuvo asolada por una legión de lobos que secuestró, torturó, asesinó e hizo desaparecer.

Y había muchos más: era un ejército de perversos que se regodeaban en su poder de disponer sobre la gente y las cosas con absoluta impunidad, sin pensar en que alguna vez, 40 años después, la sociedad, ya nutrida con nuevas generaciones, les pondría por fin un límite.

La dictadura tuvo en sus manos la pena de muerte (reinstaurada en junio de 1976), pero eligió matar en la clandestinidad, porque su sed de terror era tan gigante como indiscriminada. Entonces, sus personeros no se atrevían a mirar a la luz de los ojos a la sociedad, y tampoco lo hacen ahora; se siguen proclamando combatientes (como en este juicio), pero callan sobre el destino de los cuerpos de sus víctimas.

Córdoba fue arrasada por la represión, y La Perla fue su tan ensangrentado símbolo.

Ayer, un poco del sol de la Justicia se derramó sobre la vitalidad del parque.

La memoria es la fuente de las respuestas que buscamos para ser capaces de crear y legar un mañana sin impunidad. Para que nunca más el infierno tenga la cara oculta del Estado.

Delitos inéditos para los juicios en Córdoba

Se reconoció el robo de bebés como desaparición forzada y el caso Mackentor.También los abusos sexuales y que el terrorismo de Estado se inició en 1975.

En la breve historia de juicios por violaciones a los derechos humanos, es la primera vez que surgen en la condena tres delitos que hasta ahora no habían aparecido: la usurpación de una empresa, el robo de bebés como desaparición forzada de menores y los abusos sexuales.

Más allá de la trascendencia de la megacausa La Perla, con su inmensa cantidad de víctimas y hechos aberrantes, lo novedoso es que se dio curso a la condena de estos hechos.

Es un “avance” que en Córdoba se hable a partir de ahora del robo de niños como “desaparición forzadas de menor”, delito que sigue consumándose mientras esa persona no aparezca. En el caso concreto, quedó comprobado que fue sustraído el hijo de Silvina Parodi y Daniel Orozco (y nieto de Sonia Torres), con descripción de las circunstancias de tiempo y lugar de ese hecho, más la condena a sus responsables.

Esto implica, además, que se reconoce en la sentencia la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (o de Belém do Pará), con todas las implicancias que a partir de ahora se pueden derivar en otros casos como el de “Efraín Daniel Orozco”. Se habla de una persona secuestrada hace 40 años, que hoy es un desaparecido presumiblemente vivo, y de alguien con derecho a la identidad vulnerado, entre otros aspectos.

Tras la sentencia, el tribunal comentó que “hubo efectivamente una usurpación de la empresa (Mackentor), que duró desde el día que se hizo ingreso ilegal”, porque estaba en contra de la normativa vigente y “sin ningún tipo de formalidad”. No obstante, el vocal Julián Falcucci explicó que esa “usurpación duró hasta el día que se intervino judicialmente la empresa: 2 de mayo de 1977”. Por eso, Luciano Benjamín Menéndez fue condenado por el allanamiento ilegal y por la usurpación. Quedó afuera el delito de robo.

Respecto de los abusos sexuales, por primera vez se incluyó a los imputados como autores de estos crímenes, en el marco del plan sistemático que derivó en delitos de lesa humanidad.

Casualmente, Menéndez y su defensa habían rechazado la participación en robo de bebés y en la causa Mackentor. Sobre los abusos sexuales, el exgeneral y la asesora letrada Natalia Bazán sostenían que eran hechos casuales y que no podían involucrarse como crímenes de lesa humanidad.

El fiscal Facundo Trotta también destacó estas tres “novedades” y dijo estar muy conforme con la sentencia. Pero, además, el acusador resaltó como hecho saliente que este veredicto retrotrae a 1975 el inicio del terrorismo de Estado, antes del golpe de 1976.

Documentos para descargar

Sonia Torres y un mensaje a su hija: "Hice la mitad de la tarea, ahora me falta encontrar a mi nieto"

Consideró como un hito que se haya juzgado al exjefe del tercer Cuerpo por la apropiación de su nieto.

por Virginia Digón

"Si Silvina y Daniel me están viendo les digo: Hice la mitad de la tarea, hija. Ahora me falta encontrar a mi nieto", aseguró Sonia Torres en el escenario montado frente a Tribunales Federales. La titular de Abuelas Córdoba vivió el juicio histórico de La Perla con sentimientos encontrados.

Es que durante el juicio se investigó el secuestro de su hija Silvina Parodi, quien fuera raptada el 25 de marzo de 1976 junto a su pareja. Al momento de ser arrebatada de su casa, Silvina transcurría su sexto mes de embarazo.

"A este juicio lo vivo con sentimientos encontrados, con mucho dolor y mucha alegría, después de lo que hemos luchado durante estos cuarenta años", señaló Torres a La Voz.

Luego agregó: "Llegamos al final de una megacausa muy importante donde se juzga por primera vez a (Luciano Benjamín) Mendéndez por el robo de bebés así que esto marcó un hito en la provincia de Córdoba".

"La Justicia se expide hoy y es un tribunal de lujo. Tenemos mucho respeto y mucha confianza", anticipó antes de ingresar a la sala.

Al salir manifestó estar "conforme" por el fallo.

En esta nota colaboró Ailín Vykus.

Fuentes:
Virginia Digón, Una multitud se conmovió con el fallo: tras 40 años, justicia, 26/08/16, La Voz del Interior.
Alejandro Mareco, Final para una larga historia de impunidad, 26/08/16, La Voz del Interior.
Alejandro Mareco, Después de un largo invierno, la luz de la Justicia, 26/08/16, La Voz del Interior.

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