miércoles, 25 de febrero de 2015

Cómo conducir en días de lluvia intensa

Consejos para evitar maniobras peligrosas y no quedar expuestos a riesgos extremos. Lo que hay que saber para cuidar los principales componentes del vehículo.

La lluvia es uno de los fenómenos que más afecta el manejo, tanto urbano como en ruta. Ser consciente de ciertas pautas puede marcar una importante diferencia. Maipú te presenta 10 consejos para que llegues a tu casa sano y salvo.

Zonas altas. Siempre que uno ya esté en el tránsito, se debe tratar de seleccionar vías de circulación o zonas más altas de la ciudad. Así, disminuiremos la posibilidad de que a nuestro vehículo le ingrese agua por las tomas de aire del motor.

Vías dudosas. Cuando se circule por vías que tienden a inundarse y están anegadas, no avances. Tratá de retomar hacia una vía alternativa.

En caso de inundación, descender del vehículo: no quedarse encima del vehículo si este queda a la deriva. Ante la posibilidad de que tu vehículo quede varado en un sector profundo, bajá y dirigite con rapidez al sector alto más cercano. 

Considerá que vas a tardar más tiempo en llegar a destino. Una de las peores conductas que se pueden tomar ante una demora ocasionada por la lluvia es apurarse. Es aconsejable reducir la velocidad. Recordá que las distancias de frenado y la capacidad de maniobra se ven considerablemente afectadas.

Frenar y maniobrar

Si bloqueás en la frenada, no doblés. Un episodio común en las ciudades los días de lluvia son los choques a bajas velocidades producidos por vehículos que patinan. Cuando las ruedas delanteras se “clavan” el auto no dobla, por consiguiente, en caso de tener que efectuar una maniobra de esquive, soltá el freno en ese momento y verás como la dirección responde. En vehículos con sistema ABS sucede lo contrario y deberás efectuar la maniobra aplicando el pedal de freno a fondo.

Conservá una distancia prudencial. Frenar bruscamente en piso mojado es abrirle la puerta a un sinfín de inconvenientes. Las distancias de frenado se extienden considerablemente con lluvia, por lo que es aconsejable mantener algo más de distancia entre tu vehículo y el que tenés adelante.

Seguí las huellas del vehículo que te precede. Además de señalarte el camino con sus luces, las huellas que dejan sus neumáticos no son ni más ni menos que surcos de agua desplazada permitiendo optimizar el agarre de tus neumáticos. Mantenerte en los carriles centrales te provee de una superficie plana para desplazarte.

Evitá las maniobras bruscas. Para esto se necesita estar concentrado y calmo. Ante una situación imprevista, lo mejor es desacelerar muy lentamente y mantener con firmeza el volante. El volanteo hacia los costados puede ocasionar el llamado “efecto péndulo” provocando con seguridad un despiste.

Mantené la visibilidad. Prender con anticipación los desempañadores, abrir un poco las ventanillas o prender el aire acondicionado te puede ahorrar una emergencia, además de evitar distracciones.

Extremá las precauciones durante los primeros 30 minutos de lluvia. Tanto en la ciudad como en ruta, los primeros momentos de las precipitaciones son los más peligrosos debido a la formación de barro que todavía no pudo ser removido por el agua. Además, los aceites y gasoil que fueron absorbidos con el tiempo, son removidos por el agua; y al ser menos densos que ésta, salen a la superficie creando una película muy resbaladiza.

Cómo conducir en días de lluvia intensa, 25/02/15, La Voz del Interior. Consultado 25/02/15.

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