miércoles, 2 de octubre de 2013

"A mi hija le voy a enseñar que ése es el hombre que esa noche le salvó la vida"


Belén Franco se reencontró con Juan Pablo Ruiz Villoldo, que la rescató de las aguas.

por Fernando Massa

Es muy chica para entender lo que pasó hace seis meses. Tener adelante a Juan Pablo Ruiz Villoldo -"el Brujo", como lo conocen en el barrio- aún no significa nada para ella. Hanna tiene apenas un año y dos meses. Pero Belén Franco, su madre, cada vez que lo ve se emociona. En unos años, la va a llevar hasta el polirrubro de la avenida 7, le va a señalar a ese hombre de 45 años que se pasa el día detrás del mostrador y que ahora también le dedica tiempo al trabajo social en el barrio, y le va a decir: "Él fue quien te ayudó esa noche. Él te salvó la vida".

Esa noche fue la de la gran inundación de La Plata. La noche en que en dos horas cayeron 400 milímetros de agua. La noche en la que las calles se convirtieron en violentos ríos que no respetaron puertas ni ventanas y arrasaron con todo. Hasta con la vida. La noche en que los techos se cubrieron de ratas, que el agua se volvió negra y aceitosa. La noche de la solidaridad, pero también del desamparo. La noche que murieron, o empezaron a morir, al menos 78 personas. La noche en que el agua no sólo dejó marcas en las paredes. También las dejó en cada uno de los vecinos de La Plata.

El 2 de abril pasado, hace hoy seis meses, Belén Franco, de 21 años, miró el reloj a las 20:15. Afuera llovía mucho y decidió ir a buscar a su hija de seis meses a la casa de su madre, a dos cuadras. Como el agua estaba subiendo acostó a la nena en la cucheta de arriba y ella se tiró a su lado. Se quedaron dormidas. El papá de la nena, Maximiliano Romero, también de 21, no vivía con ellas en Ringuelet; todavía estaba con su familia, en Villa Montoro.

Belén se despertó a las 23. Todo flotaba sobre el agua. Un vecino, Pedro, le gritaba desde afuera que había que evacuar: el agua había subido a la altura de los enchufes y había que cortar la luz. Ella tomó una mochila y guardó ropa y abrigo de la nena, sus documentos y los medicamentos para sus problemas respiratorios.

Afuera, el agua le llegaba a los hombros. Lo más aterrador resultó descubrir las paredes del frente cubiertas de hormigas y escuchar a cientos de ratas pelearse por un lugar en los techos de las casas.

Para el puente que cruza el arroyo del Gato faltaba poco más de cien metros. Allá los esperaban Juan Pablo Ruiz Villoldo y su kayak. "¡Cuidado con las bocas de tormenta!", alertó un vecino. Belén cargó a Hanna y se aferró a dos mujeres para caminar las tres juntas y evitar que se las devorara la corriente.

"El Brujo" diseñó la logística: dentro del kayak iría Yuli, una adolescente embarazada, y ella se encargaría de llevar a la beba. Los demás caminarían alrededor del kayak. Él se mantendría al frente: una mano tirando de la embarcación con una soga, en la otra un palo de escoba para guiar el camino. "El Brujo" nunca se enteró de que en una bocacalle la corriente había dado vuelta el kayak. El ruido del agua era ensordecedor.

Fue Belén, que no le había sacado la vista de encima, la que pegó el gritó. Dieron vuelta el kayak y ahí estaba Yuli, abrazada a la nena. Nunca la había soltado.

Tardaron tres horas para llegar a la escuela 60. "Son tres cuadras que todos los días caminamos en tres minutos", dice Belén. Se encontraron camillas con ancianos, vecinos haciendo chocolatada, niños por todos lados. "¿Habrá tragado agua?", se preguntaba Belén. Se largó a llorar. Le puso ropa seca a la nena, le dio el medicamento y cuando quiso buscar a Juan Pablo para agradecerle, ya no lo encontró. Había desaparecido en busca de más gente. Al papá de la nena lo vería recién a las diez de la mañana, cuando el agua bajó un poco y él pudo encontrarlas.

"En el agua se veía mucho más grande", dice Belén sorprendida cuando "el Brujo" saca el kayak de su garaje y lo lleva al jardín delantero de su casa para unas fotos. Lo mira a él y dice: "Arriesgó la vida por otros, él solo con el kayak...".

Por ahí dando vueltas está Indio, el perro con ojos tristes y sin dueño que apareció en el local de Juan al mes de la inundación. Él lo acaricia y cuenta que el gran cambio que le disparó lo sucedido aquella noche fue comenzar con el trabajo social en el barrio. Una llamada de su amiga Valeria y la propuesta de sumarse a Cáritas. Ahora le dedica unas cinco horas semanales y sueña con algún día arrancar la carrera.

"El Brujo" no tiene idea de cuánta gente rescató durante aquellas doce horas en la zona más humilde de Ringuelet. Sí recuerda cada vez que Luis, el peluquero, cruzaba con la lancha porque él no podía hacerlo con el kayak.

Recuerda a Oscar Regueiro -"el Papón"- cargando a upa a ancianos. Recuerda a los padres de familia que decidían quedarse en casa para que nos les robaran lo poco que les quedaba en pie. Sabe que, seis meses después, hay vecinos que aún no terminaron de limpiar su casa, que aún no salen de su asombro. Que lo que pasó el 2 y el 3 de abril no fue una inundación, sino una catástrofe. "Y que si no fuese por la gente que ayudó a otra gente, habría sido una catástrofe mayor", repite.

Seis meses después, los inundados de La Plata reclaman ayuda y soluciones

En la Legislatura provincial se demora la aprobación de una ley que beneficiaría con subsidios a unos 74.000 afectados; el gobierno de Scioli ratifica que invertirá $ 3000 millones en obras de infraestructura y asistencia financiera.

por Jesus Cornejo

Seis meses después de la trágica inundación que arrasó con buena parte de esta ciudad, el drama continúa. Antes, el protagonismo le correspondía a la lluvia y a las víctimas; hoy, a las promesas incumplidas, las denuncias de irregularidades en la entrega de subsidios municipales y el pedido de justicia para esclarecer el número real de muertos.

Los damnificados reclaman la aprobación de un proyecto de ley de subsidios de parte de la provincia de Buenos Aires que había sido prometido por el gobernador Daniel Scioli y que está paralizado en la Legislatura bonaerense.

La iniciativa fue ideada por las asambleas barriales y presentada por el diputado Oscar Negrelli, del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS).

"El proyecto, que beneficiaría a 74.000 familias, se aprobó en dos comisiones y se paralizó en la de Presupuesto. El propio oficialismo había expresado su intención de aprobarlo, pero hace tres semanas que sigue frenado y no se trata en comisión", dijo Negrelli.

"Estamos muy preocupados porque el gobernador se comprometió a respaldar la aprobación del proyecto y ayudar a los damnificados. Pero la verdad es que hoy sólo podemos denunciar la falta de protección del Estado", dijo Virginia Pérez Cattáneo, representante de la asamblea Vecinos en Defensa de Villa Elisa.

Desde el gobierno bonaerense, la percepción parece ser otra. Y en todo momento destacan los 3000 millones de pesos que invertirán tanto en obras que recién comienzan como en asistencia financiera a través de créditos del Banco Provincia (Bapro) y exenciones de Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA).

Según los datos aportados en la reunión del Gabinete de Reconstrucción de la Ciudad Capital realizada ayer, 2278 millones se destinarán a la realización de obras hidráulicas estratégicas como la Limpieza y Adecuación de los arroyos Del Gato, Maldonado, Pérez, Regimiento y sus afluentes; y el saneamiento, limpieza y mantenimiento de los arroyos Carnaval, Martín y Azul, Rodríguez y Don Carlos; además de la reurbanización de márgenes de arroyos.

Por su parte, el Banco Provincia dispuso 503 millones de pesos para ayudar a los damnificados, y ARBA otorgó exenciones impositivas por 60 millones para los municipios de La Plata, Berisso y Ensenada. Sin embargo, no son pocos los vecinos que aseguran que a pesar de tener toda la documentación en regla, el Bapro les ofreció créditos "miserables".

"Los primeros créditos eran de 50 mil pesos. Cuando presenté la documentación, me dijeron que sólo me podían otorgar 14 mil pesos. Era una vergüenza. Y preferí no aceptar. Pensé que me iban ayudar, pero con eso sólo me alcanzaba para dos colchones y para pagar la pintura de la casa. A otra amiga, el banco le ofreció un crédito de 8 mil pesos. Es mentira que nos ayudaron", señaló Lidia Alderete, una vecina víctima de la inundación.

Un vocero del gobierno provincial reconoció que el monto original de 50 mil pesos fue modificado y se entregaron créditos de 20 mil. "Los montos fueron bajados para que el beneficio de los créditos del Bapro pudiera alcanzar a todos los perjudicados por el temporal", dijo la fuente.

Poro otro lado, vecinos de los barrios más afectados por el temporal acusaron al intendente platense Pablo Bruera (Frente para la Victoria) de haber entregado "a dedo" miles de subsidios de entre 2500 y 3000 pesos, en casas particulares de sus punteros políticos. "Fue en las últimas semanas que supimos que la municipalidad entregaba subsidios. La gente no lo sabía y se enteró por el boca a boca", denunció Pablo Pérez, dirigente barrial de Tolosa.

Consultado por La Nación, un vocero de Bruera negó la acusación. "Los trámites se realizaron en una oficina comunal. En total se llegó a 5000 familias del centro y la periferia de la ciudad. La comunicación no se hizo a través de la página oficial sino en los barrios en forma territorial", explicó el funcionario. Pero los vecinos insistieron en que no fueron tenidos en cuenta. "No recibí ni un peso. Tengo seis hijos y vivo al costado del arroyo, pero los subsidios de la municipalidad nunca llegaron", dijo Norma Arévalo, vecina de Ringuelet.

Al mismo tiempo, los vecinos se han organizado en asambleas barriales que exigen conocer el verdadero número de fallecidos en la inundación. "Oficialmente son 67 los muertos en el temporal. Pero ahí no figuran los que murieron como consecuencia indirecta de la tormenta. Tampoco hay chicos. En nuestro listado tenemos 77 víctimas. A éstas se suman 11 menores cuyo deceso es investigando por el juez [Luís Federico] Arias, a partir de una presentación de habeas data que realizamos varios damnificados", concluyó Pérez Cattáneo.

La tragedia en números

La inundación del 2 de abril se expresa en grandes cifras

67 víctimas fatales
Son las que causó el temporal del pasado 2 de abril. Los vecinos organizados en asambleas barriales aseguran que fueron 77

74.000 familias
Es la cantidad estimada de beneficiarias del proyecto de ley de subsidios que se encuentra paralizado en la Legislatura provincial

503 millones de pesos
Son los que destina el Banco Provincia a préstamos

Fuentes:

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