jueves, 5 de septiembre de 2013

No deja de bajar el caudal de la laguna Mar Chiquita


Desde 2003, viene en bajante. Para la Provincia,se debe a una década de sequía en la cuenca. Dudas por las extracciones.

La bajante de la laguna Mar Chiquita inquieta desde hace años. Quienes hacen un seguimiento de su estado y evolución, marcan que desde 2003 inició un proceso de caída en su caudal que no se detuvo hasta ahora. Este año, esa bajante parece aun mayor.

El punto que más inquieta es el bajo aporte del río Salí-Dulce, su principal afluente, cuya cuenca hídrica parte de Tucumán y Catamarca y atraviesa Santiago del Estero hasta llegar al norte cordobés.

El aporte de los ríos cordobeses Suquía y Xanaes (Primero y Segundo) es comparativamente menor.

Pero los tres ríos tributan, desde hace años, por debajo de lo esperado.

Para Marcelo Cámara, secretario de Recursos Hídricos de la Provincia de Córdoba, la causa central “está relacionada con la sequía que coincidentemente desde el año 2003 se repite en toda la cuenca del Salí-Dulce, acumulando 10 años de déficit de precipitaciones que se nota en los ríos”.

Cámara citó que en las décadas de 1970 y de 1990 se dieron procesos inversos, de mayores lluvias en el norte argentino, que generaron las crecidas de la mayor laguna salada argentina y la quinta del mundo en tamaño.

“Ahora esperamos que en uno o dos años este ciclo de sequía se termine”, planteó el funcionario.

Dudas por extracciones
Otras voces plantean que no todo dependería del cielo. Desde hace años, grupos dedicados al estudio y conservación de la Mar de Ansenuza -según su denominación originaría- vienen advirtiendo sobre el impacto que sobre ese ecosistema tiene el menor ingreso de agua y reclaman que se investigue si no obedece también a excesivas extracciones para riego rural en Santiago del Estero. Entre otros, plantearon esa inquietud los investigadores del centro de estudios Promar, de la Universidad Nacional de Córdoba, que trabajan sobre la reconocida riqueza de fauna avícola y el ambiente del lugar.

Sobre ese punto, Cámara indicó que “Córdoba no puede hacer controles en otra provincia”, por lo que no está en condiciones de negar o confirmar esa presunción. Planteó, en cambio, que sí le corresponde hacer cumplir el convenio que rige desde 1967 y que establece que se debe garantizar que el 22 % del derrame total de la cuenca del Salí-Dulce ingrese a la laguna cordobesa.

“Hacemos mediciones varias veces al año. Entre hoy y mañana haremos nuevas. Hasta el año pasado se cumplió ese porcentaje. En lo que va de este año el caudal está por debajo, en casi un 40 por ciento, pero el convenio estable un caudal promedio anual por lo que pueden compensarlo de aquí a diciembre”, señaló Cámara.

El dilema es que un 22 % es tiempos de escaso caudal es mucha menos agua que épocas de bonanza hídrica.

El funcionario acotó que “está en discusión ese convenio”, porque Córdoba pretende que ese 22 % no sea un promedio anual sino que se lo garantice todos los meses. “Queremos acordar con Santiago del Estero esa modificación, además de colocar dispositivos para asegurar ese control”, señaló Cámara a este diario.

Nubes de sal
La bajante no tiene mayor impacto sobre Miramar, la principal localidad turística costera. Pero sí genera un efecto que se percibe incluso a lejanas distancias en días de viento: las “nubes de sal”.

Tal como se describió ayer en una nota de este diario, el achicamiento del espejo de agua deja mayores superficies de playas, repletas de sal, que las ráfagas de viento dispersan. En ocasiones, el viento norte de cierta intensidad las ha hecho llegar hasta las zonas de Villa María y Bell Ville, en el sudeste provincial, a cientos de kilómetros de distancia.

Y la contaminación
A la inquietud por la cantidad de agua se suman, en los últimos años, las denuncias y causas judiciales abiertas por la contaminación a causa de efluentes de industrias, sobre todo ingenios azucareros de Tucumán. También, por el impacto con metales pesados en ríos tributarios de Catamarca que se le adjudican a la explotación minera de La Alumbrera.

La mayor superficie lacustre argentina

Enorme. La laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza es una enorme laguna endorreica de elevada salinidad, que se encuentra en el noreste de la provincia de Córdoba. Su variable superficie -que ronda los 6.000 kilómetros cuadrados- lo torna el lago salado más extenso del hemisferio sur. Además, es la mayor superficie lacustre de Argentina y el quinto lago salado más grande del planeta.

La cuenca. Es el centro de una cuenca endorreica cuyos principales afluentes son los ríos Dulce (también conocido como Salí) y los ríos Suquía y Xanaes.

Fama mundial. La laguna y sus bañados del río Dulce constituyen una extensa “reserva provincial” de Córdoba. Está integrada a la red mundial de reservas para aves playeras, por su valor en fauna avícola. Por eso, desde 2002, ha sido designada Sitio Ramsar.

Mar Chiquita: advierten contaminación y extracciones clandestinas del río Dulce



La Defensoría del Pueblo de Córdoba insistió con sus planteos sobre la cuenca que abastece a la laguna, que está en bajante desde hace años.

por Fernando Colautti

El defensor del Pueblo de la Provincia, Mario Decara, se refirió a la situación de la laguna Mar Chiquita y el perjuicio que le causa a Córdoba la falta de políticas oficiales sobre el uso del cauce del río Salí-Dulce en Tucumán y Santiago del Estero.


Decara destacó que la provincia de Córdoba es la mayor perjudicada por la falta de políticas hídricas de las provincias que integran la cuenca.

“La contaminación del caudal en Tucumán y el abusivo desvío para riego en Santiago del Estero perjudican de la peor manera el ecosistema de la laguna. Además hay que entender que también hay cuestiones estacionales, como los periodos de sequía, que hacen que la problemática se agrave, señaló.

La Defensoría aseguró en un comunicado que viene trabajando en el tema y que realiza "gestiones en conjunto con la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia".

Citó que se realizan inspecciones, estudios hidrológicos y mediciones de caudal y que en el marco del Comité de Cuenca del Río Salí-Dulce, en 2011, se presentaron ante la Secretaría de Ambiente de la Nación dos proyectos de estudio para revertir la situación de la cuenca.

"Es la Nación la que tiene que proveer el financiamiento, si es que le interesan sus reservas y patrimonios naturales”, apuntó Decara.

Si te interesó esta entrada tal vez te interese:
Provincia hará nuevas mediciones para controlar el caudal que ingresa del río Dulce
Fuentes:
No deja de bajar el caudal de la laguna Mar Chiquita, 04/09/13, La Voz del Interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario