Se estima que uno de cada tres desagües se obstruye con residuos. Habrá anegamientos en sectores bajos si llueve 80 milímetros o sólo 40 en poco tiempo.
por German Pandolfi
Sin haber llegado aún la época de lluvias en la ciudad de Córdoba, el problema de los desagües pluviales obstruidos vuelve a preocupar. De las 6.500 bocas de tormenta existentes, el 35 por ciento (más de 2.200) están tapadas de basura.
El dato es del área de la Municipalidad que mantiene sumideros, que no da abasto con las máquinas y la mano de obra. Es probable que cuando empiece a llover se repitan los anegamientos en barrios, por los taponamientos que dificultan el escurrimiento de los líquidos.
Cualquier lluvia de 80 milímetros producirá inundaciones en sectores bajos de la Capital y también habrá problemas si caen 40 o 50 milímetros en poco tiempo. El jefe del área Desagües Pluviales, Carlos Zalazar, y el delegado en Obras Viales, Alberto Camissa, admiten que un milimetraje así bastará para que colapsen los sumideros.
La respuesta a la pregunta de por qué se tapan las bocas de tormenta sigue siendo la misma de siempre: la desaprensión de la gente que arroja residuos. A esto se suma la acción del viento típico de esta época del año, que empuja objetos hacia los desagües, sobre todo hojas, ramas y envases plásticos.
No obstante, Zalazar indicó que la mayoría de las bocas de tormenta afectadas por basura “se tapan en forma superficial y se pueden limpiar rápido”.
Tiran de todo
En los desagües se encuentran bolsas, restos de comida, piedras, ramas, envases, animales muertos, muebles, partes de vehículos y un sinfín de objetos. En sectores marginales hasta se hallaron fetos humanos.
A esto se suma el constante vertido de desechos cloacales en la red pluvial (a través de conexiones ilícitas), lo cual contamina el río Suquía. Y otro problema son los residuos de cemento y hormigón de las obras en construcción que van a parar a las bocas de tormenta.
De acuerdo con Zalazar, el inconveniente más grave se da por arrojar aceites, ácidos y grasa. “Se forma una costra que se pega en los conductos y es difícil de quitar, peor que el cemento”, remarcó. No sólo por esto ocurren taponamientos, sino también por excesiva acumulación de objetos plásticos.
Zalazar mencionó algunos barrios que se inundan con facilidad cuando llueve: San Nicolás, Nueva Italia, Villa Corina, Patricios, Juniors, San Vicente, Alta Córdoba, Los Granados, Villa Urquiza y Villa Siburu. En general, son zonas bajas y cercanas al río Suquía.
Las calles con pendientes suelen transportar mucha agua y, debido a la escasa capacidad de absorción de los desagües, anegan otras calles (un ejemplo es bulevar Los Granaderos).
No sólo las bocas de tormenta se tapan con basura. Varios canales naturales secundarios de la periferia son un reservorio de residuos. Se estima que existen más de 30 en la ciudad.
Mejor, pero faltan equipos
Zalazar y Camissa dicen que el área Desagües Pluviales “está mejor” que el año pasado porque el Ejecutivo compró un camión desobstructor-aspirador. Pero es el único que se usa para todo el ejido municipal. “Harían falta otros cuatro camiones desobstructores para cubrir las necesidades de mantenimiento de los sumideros”, coinciden.
El municipio ejecuta esta tarea desde que la empresa Crese dejó de hacerlo. Pese a que el camión desobstructor ayuda mucho con la limpieza de desagües, cámaras y canales, aún se ejecutan trabajos manuales con palas, picos y baldes. La basura que se extrae es colocada en un camión abierto. Tanto Zalazar como Camissa cuestionan que sólo 15 personas limpian desagües: “Es insuficiente y hacemos lo que podemos; necesitaríamos 40”.
Zalazar, no obstante, asegura que en los conductos principales no hay obstrucciones. Y dice que, por lo general, durante días de semana se mantienen sumideros de barrios y los fines de semana se trabaja más en los céntricos.
La flota del área se completa con una retroexcavadora Bobcat que permite limpiar canales y socavar la tierra para construir nuevos desagües. Hacen falta camiones para transportar la basura recolectada en los sumideros (sólo hay dos) y vehículos para trasladar al personal.
Dónde reclamar
Dirección de Obras Viales de la Municipalidad de Córdoba. Se encuentra en calle Laprida 1120 (barrio Observatorio). Consultar en la oficina de coordinación, de 7 a 14. Tel.: (351) 428-5600, interno 7712, 334-1214, 433-2741 y 433-2745. Limpieza, desobstrucción, reposición y reparación de desagües y canales a cielo abierto.
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Carlos Ambrosino. “Sobre calle Cura Brochero casi Alem hay un hundimiento y desagües tapados. En Bulnes y las vías, donde empieza la Alem, el desagüe vive tapado y hasta yuyos hay”.
Claudia Moreno. “Mis padres viven en barrio Marqués de Sobremonte al 4900, al frente de las vías. Se llena de agua cada vez que llueve. Todas las casas tienen paredones y hasta compuertas en las puertas. Yo vivo al frente de ellos y hay un canal tapado, donde debajo hay monedas y hasta un perro muerto”.
Mariana Elías. “En barrio Villa Páez están constantemente saliendo aguas servidas y se inunda todo, por ejemplo en calles Francisco Muñiz y Ángel Roffo”.
Gustavo Pietri. “O’Higgins y Javier Díaz, Riccheri y Nores Martínez (barrio Jardín) son un balneario natural cuando llueve. Se tapan o hay pocos desagües”.
Nina González. “Todo barrio Los Granados queda bajo el agua. Antes era por el canal; hoy es por la bajada de agua desde ruta 20 y las calles principales. Las bocas de tormenta están totalmente tapadas”.
Maxi Rivero. “En calle Almirante Brown cuando llueve bastante se inunda todo. El agua llega de vereda a vereda. El agua baja de la ruta 20 hasta Duarte Quirós”.
Graciela García. “En calle Viracocha (Argüello) nos inundamos por ser calle colectora de otras laterales y no hay bocas”.
Nerón de Merthiolate. “En Alberdi no hay desagües tapados. Hay desaprensivos e ignorantes que sacan o dejan la basura en cualquier lugar y horario, que luego de una tormenta es arrastrada y los obstruye”
Dante González. “Barrio 1º de Mayo se inunda, y más mi cuadra, en calle Serrezuela esquina Boedo: un metro o más de agua. No hay desagüe”.
Mónica Silvana Ledesma. “La esquina de calle Julio A. Roca y Río Negro vive tapada”.
Cristian Watson. “En calle Ávila y Quiroz 4900 (barrio Marqués de Sobremonte) el agua ya nos tapó tres veces”.
María Elena Sosa. “En Yofre H y Yofre I siempre se inundan. En el primero se inundan los pasajes y el agua desemboca en avenida Circunvalación; en el otro barrio se inundan algunas cuadras”.
Ju Rubini. “En barrio General Bustos hay veces que el agua de lluvia se mezcla con el de las cloacas. Un desastre”.
Alfonso Adrián Scariot. “En barrio Químicos (Argüello) se inunda siempre calle Caquira 7311”.
Sol Ruarte. “En barrio 1º de Mayo, a la altura de calle Almagro al 2100, siempre que llueve se inunda por falta de limpieza en el canal que pasa al lado de avenida Circunvalación y ruta 9 sur”.
Nicolás Pons. “San Vicente es un desastre. Calles San Jerónimo, Argandoña, Solares y Obispo Castellano se inundan mal”.
Federico Scherma. “Calles Espora y Santa Ana (barrio Alto Alberdi) suelen ser un río”.
Francisco Farías. “En barrio Ameghino Norte no hay desagües. Hay en la ruta 20 y Félix Paz, pero están tapados”.
Aída Ladoux. “En calle 27 de Abril al 583 hay obras en construcción y bocacalles tapadas. Y en la esquina de Arturo M. Bas y 27 de Abril. Terrible”.
Dani Papa. “No sé si hay bocas de desagüe en mi barrio, pero lo que sé es que la esquina de Pringles y 24 de Septiembre parece el Amazonas cuando llueve”.
Alejandro David Cortez. “Hay un desagüe tapado en la esquina de Peredo y Cañada”.
Todos debemos colaborar para evitar colapsos
Si cada uno de nosotros fuera más benévolo con el cuidado de la ciudad en que vive, se podrían evitar situaciones ingratas, por caso anegamientos de calles cuando llueve.
por German Pandolfi
Si cada uno de nosotros fuera más benévolo con el cuidado de la ciudad en que vive, se podrían evitar situaciones ingratas, por caso anegamientos de calles cuando llueve.
Así como tirar objetos en la vía pública es un acto de desprecio absoluto por la higiene urbana, depositar basura en los desagües pluviales es una mala costumbre que juega en contra de todos los vecinos.
Sin campañas concientizadoras, hoy mucha gente arroja cualquier cosa en los sumideros, sin el más mínimo prurito. Algunos objetos generan un gran tapón en los conductos, difícil de quitar.
Con esta conducta, en días de lluvia quienes residen en sectores bajos tendrán más probabilidades de sufrir inundaciones en la época húmeda que se avecina.
Se calcula que, en la actualidad, más del 30 por ciento de las bocas de tormenta presenta, a nivel superficial, algún tipo de residuo que impide la evacuación normal del agua.
Más allá de la acción del viento, que arrastra elementos hacia las salidas de los líquidos, el mayor responsable del taponamiento de los desagües pluviales es, sin duda, el hombre. “Habrá problemas con lluvias de 80 milímetros o de 40 si son copiosas y en pocas horas”, advierte personal del municipio. ¿Qué más nos deberán decir para que tomemos conciencia y colaboremos con una ciudad que aún carece de infraestructura adecuada en el sistema de desagües?
Fuente:
Córdoba, lista para inundarse si llueve, 04/09/13, La Voz del Interior.
Todos debemos colaborar para evitar colapsos, 04/09/13, La Voz del Interior.
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