lunes, 26 de agosto de 2013

Causa madre en barrio Ituzaingó Anexo: empiezan las pericias que definirían si las fumigaciones causaron enfermedades

La nueva causa que investiga pulverizaciones ilegales en el barrio de la ciudad de Córdoba entre 2003 y 2004 tiene ocho imputados, dos de los cuales ya fueron condenados en el juicio realizado el año pasado.

por Lucía Maina

A un año del primer juicio en América Latina que condenó las fumigaciones a partir de la lucha de las Madres de Ituzaingó Anexo, empiezan las pericias de la denominada “causa madre” que investiga pulverizaciones realizadas en el barrio de la ciudad de Córdoba entre 2003 y 2004. A diferencia del juicio anterior, que juzgó a dos productores y un fumigador por el peligro al que expusieron la salud de la población, esta nueva instancia judicial también busca determinar si las enfermedades y muertes registradas entre los vecinos fueron efectivamente causadas por la aplicación de agroquímicos.

La causa madre cuenta con ocho imputados, entre los cuales se encuentran el productor Francisco Parra y el aeroaplicador Edgardo Pancello, quienes el año pasado ya fueron condenados por fumigar en Ituzaingó. A ellos se suman el productor Eduardo Gabrielli, absuelto en el juicio anterior, cuatro ingenieros agrónomos y un aplicador.

El fiscal Carlos Matheu, a cargo de la causa, explicó que a todos ellos se les imputa el delito de contaminación ambiental previsto en el artículo 55 de la Ley nacional de Residuos Peligrosos, con penas que van de 3 a 10 años de prisión.

Aunque se trata del mismo delito atribuido en el juicio de 2012, el principal avance es que las pericias interdisciplinarias que se realizarán a partir de la próxima semana podrían determinar si efectivamente los casos de cáncer, que hasta el día de hoy afectan a 143 personas en Ituzaingó, fueron causados por la aplicación de agroquímicos.

De este modo, los resultados serían cruciales no sólo para determinar el inicio de un segundo juicio por fumigaciones sino también para precisar la peligrosidad de los agroquímicos que se aplican en cientos de pueblos y ciudades de la provincia y el país.

La causa madre abarca fumigaciones ilegales que se habrían realizado entre 2003 y 2004 en Ituzaingó. Además, incluye un hecho ocurrido en la comuna de Los Cedros, cerca de Alta Gracia, donde viven 30 familias y se detectaron 13 casos de cáncer. Éste último caso fue incorporado por el fiscal debido a que en el mismo también está imputado el aplicador Pancello.

Las pruebas
Las pericias interdisciplinarias, que según Matheu empezarían la próxima semana, congregarán a un grupo de nueve profesionales: médicos, biólogos, ingenieros agrónomos, químicos, oncólogos, epidemiólogos analizarán distintos factores de contaminación en Ituzaingó Anexo y en Los Cedros. A partir de allí, estudiarán las condiciones en que los vecinos contrajeron enfermedades para intentar determinar qué casos se habrían ocasionado a raíz de la exposición sostenida a agroquímicos.

“Lo más importante es ver si existió o no una vinculación entre los casos de cáncer y las enfermedades que ocurrieron en estos dos barrios con las fumigaciones de los imputados”, explicó el fiscal.

De cualquier manera, indicó que para que se configure el delito de contaminación ambiental basta con que exista la posibilidad de que las personas se hayan visto afectada su salud por el accionar de los imputados. Es decir, no es necesario demostrar que las muertes y enfermedades se hayan dado a causa de las pulverizaciones.

En el mismo sentido se expresó Darío Ávila, abogado de las Madres de Ituzaingó, querellantes en la causa: “No hay necesidad de demostrar causalidad directa, con demostrar contaminación el delito ya está cometido”

Matheu añadió que es muy difícil establecer una relación causal directa entre las fumigaciones y las enfermedades, pero señaló que si efectivamente se establece algún tipo de vínculo entre ambos hechos las penas pueden elevarse.

“No es lo mismo que se haya contaminado el ambiente de modo peligroso para las personas que allí viven a que se determine que existen altos porcentajes de posibilidades de que las personas que contrajeron cáncer hayan sido producto de esta utilización de agroquímicos”, advirtió. Y agregó que además, las pericias servirán para que se sepa qué ocurrió realmente en el barrio que se ha transformado en el emblema de la problemática de las fumigaciones.

La denominada causa madre se inició a raíz de una denuncia penal radicada en el año 2002 por el biólogo Raúl Montenegro, actualmente querellante en la causa junto a un grupo de vecinos. Ya en aquel momento, el denunciante había incorporado una gran cantidad de pruebas científicas y documentales sobre la contaminación en barrio Ituzaingó. “Hay más de once cuerpos de expedientes”, relató al respecto Ávila y agregó que muchas de las pruebas son las que se utilizaron en el juicio realizado a mediados de 2012.

El abogado de la querella destacó la urgencia de que la pericia se lleve a cabo dada la antigüedad de la causa que desde hace casi un año se encuentra a cargo de la Fiscalía de Carlos Matheu, de la Justicia Provincial de Córdoba. Y aclaró que dos de las causas que el fiscal estaba investigando en el marco de las denuncias radicadas en 2002 ya prescribieron.

En tanto, se estima que los resultados de las pericias estén disponibles a fin de año, momento en que la Fiscalía dictaría la resolución para determinar si corresponde su elevación a juicio.

A la corte
El miércoles pasado cientos de vecinos marcharon por las calles de Córdoba capital para conmemorar el primer aniversario del fallo histórico con el que la Cámara 1ª del Crimen de Córdoba condenó con tres años de prisión condicional a Parra y Pancello por contaminación dolosa en barrio Ituzaingó. En la manifestación, las Madres de barrio Ituzaingó junto a diversas organizaciones sociales también se expresaron en contra de la instalación de la multinacional Monsanto en Córdoba.

De cualquier manera, la sentencia que marcó un hito en América Latina todavía espera la resolución del Tribunal Superior de Justicia, después de que los abogados defensores presentaran un recurso de casación. “La condena está en suspenso por la apelación, si se ratifica los acusados tienen que empezar cumplir tareas comunitarias”, precisó Ávila.

Por su parte, Matheu consideró que la causa, dada su trascendencia, probablemente termine en la Corte Suprema de Justicia. “Ya de por sí el juicio del año pasado marcó un hito trascendente porque ha sido el primero en su tipo donde se criminaliza la fumigación con agroquímicos en América Latina bajo el delito de contaminación ambiental”, dijo.

Y continuó: “Si bien está casada bajo el Tribunal Superior, y más allá de cuál fuera la resolución, la causa terminaría en la corte porque tanto por parte de los imputados como por los querellantes es muy probable que hagan llegar el planteo a la última instancia. En definitiva, seguramente el caso Ituzaingó terminará en la corte”, advirtió el fiscal.

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