El nuevo Plan Nuclear Argentino a favor del cacareado, irreal y supuesto “renacimiento nuclear”, pero a contramano de la realidad. Terminamos la nota anterior diciendo que la razón más importante de la pérdida de energía nuclear en el mercado mundial, es su precio: simplemente es demasiado cara.
Por Juan Vernieri
Los costos de los sistemas solares cayeron un 83 % entre 2009 y 2024, y los de la energía eólica terrestre un 63 %.
En cambio, en el mismo período, las centrales nucleares se han encarecido un 49 %, según la comparación del Informe sobre el estado de la industria nuclear mundial 2024 (WNISR).
A menos que esté subvencionada por el Estado, la energía nuclear no es competitiva. Es la realidad, los anuncios son otra cosa.
El ex jefe de Siemens, Joe Kaeser, dijo: “No hay ni una sola central nuclear en el mundo que sea económicamente viable”. Y el jefe de la empresa alemana RWE, Markus Krebber, dijo: “Soy escéptico de que sea posible operar centrales nucleares de manera competitiva. No se trata de una cuestión de seguridad, sino económica. Muchas nuevas inversiones en construcción se están saliendo de control”.
No solo jamás se recupera la inversión inicial, sino que una vez paralizada una central, se necesita invertir para el desmantelamiento, transporte y gestión de los residuos, algunos como los combustibles gastados, permanecerán radiactivos por milenios, y durante ese tiempo habrá que gestionarlos.
Estados Unidos, en la intención de abaratar los costos de los reactores nucleares, ha sancionado legislación que reduce las exigencias de seguridad. ¡Una barbaridad!
Contradiciendo a Rafael Grossi, el argentino jefe de la agencia de control nuclear OIEA, que supone que Alemania revisará su política de eliminación nuclear, Krebber rechazó la idea de que un gobierno federal pueda volver a poner en funcionamiento los reactores fuera de servicio, pues el esfuerzo requerido es casi el mismo que el de una construcción nueva.
El horno más caro del mundo.
La construcción del reactor gemelo de Hinkley Point en Gran Bretaña, producirá electricidad con las máximas tarifas.
El nuevo edificio británico, del que es responsable el productor francés de electricidad Électricité de France (EDF), está completamente fuera de control. “Estamos construyendo la central nuclear más cara del mundo”, se burla The Guardian.
La central eléctrica debía estar terminada en 2017. La fecha prevista actual de inicio para el primer bloque es ahora de 2029 a 2031. Los costos se han más que duplicado, entre 52.500 y 59.200 millones de dólares, según la última proyección.
La construcción del segundo gran proyecto nuclear europeo, el reactor francés Flamanville 3 en Normandía, se convirtió en un vergonzoso juego de colgar. Y los costos se han disparado. La construcción comenzó a finales de 2007. El promotor EDF prometió su finalización en 2012 con un costo de 3.300 millones de euros. Doce años después, la central nuclear emblemática de la nueva serie entró a suministrar electricidad para Navidad. Según el Tribunal de Cuentas francés, los costos han ascendido a 19,2 mil millones de euros.
En vista de esta evolución, los nuevos proyectos de construcción son cada vez más cuestionables. (Fuente Beyond Nuclear)
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