El intendente firmó la prefactibilidad para que se radique
en esa ciudad. Es el paso previo para que la mudanza se materialice. Antes, ya
lo había hecho Embalse. La empresa estatal debe abandonar en un año su planta
de la ciudad de Córdoba.
Río Tercero. El intendente de Río Tercero, Alberto Martino,
firmó el viernes el decreto que declara la prefactibilidad de uso del suelo
para la radicación en esta ciudad de la empresa estatal Dioxitek.
Una semana atrás, había hecho lo mismo el intendente de
Embalse, Federico Alesandri.
Esa industria, hoy radicada en la ciudad de Córdoba, elabora
dióxido de uranio, materia prima con la que luego se fabrica en otra planta en
Ezeiza el combustible que usan las centrales nucleares del país.
El aval municipal es un requisito previo para evaluar el
proyecto de mudanza. También es indispensable tener el estudio de impacto
ambiental que exige la
Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Según Martino, directivos de Dioxitek le reiteraron su
intención de instalar la planta en Río Tercero, “por el espacio suficiente
disponible en la
Fábrica Militar y porque además se abastecerá de insumos de
esa industria”. Dioxitek requiere de amoníaco para su proceso.
En Embalse se planteaba que era más probable su ubicación
junto a la Central
Nuclear , porque en Río Tercero la Carta Orgánica
Municipal establece una restricción.
Un artículo prohíbe en la ciudad actividades y transportes
de sustancias ligadas a la actividad nuclear. Pero Martino insistió en que ese
escollo legal no existe. El intendente dijo que la interpretación de esa norma
no involucraría la actividad de Dioxitek y planteó que no teme a una demanda
judicial si se avanza en este sentido.
“Nuestros asesores nos marcan que ambientalmente no será un
problema y legalmente tampoco”, resumió.
Argumentó, además, que la radicación implicará generar
fuentes de empleo y “la construcción de 30 casas para los técnicos que se
trasladarán de Córdoba”.
Promesas de traslados. Dioxitek funciona en la ciudad de
Córdoba desde 1982 y debe relocalizarse en un plazo de un año, por un convenio
entre el municipio capitalino y el Estado nacional, luego de numerosos reclamos
por su ubicación en plena zona urbana.
El convenio firmado entre el municipio cordobés y la Cnea implica el saneamiento
del predio en el que se encuentran enterradas 56 mil toneladas de residuos con
baja radiactividad. Es la quinta promesa de mudanza. La primera vez fue en
1994. Hubo nuevos intentos de mudar la planta de dióxido de uranio de Alta
Córdoba en 1997, 2004 y 2006.
El primer proyecto de mudanza en 1994 menciona a Falda de
Carmen como destino probable. En 1997 se anunció que en dos años la planta se
trasladaría a Despeñaderos.
Un nuevo intento surge en 2004. La intención era mudarla a
San Rafael (Mendoza).
En 2006, la
Nación anuncia una nueva mudanza y contrata a la Universidad Tecnológica
Nacional para que estudie el mejor sitio de relocalización antes de 2011.
Hasta ahora, la empresa, que no ha proporcionado información
oficial, mantiene a Río Tercero y Embalse como alternativas. En las dos se han
generado algunas discusiones sobre el tema.
Remediación en Córdoba
Residuos. Tras la mudanza de Alta Córdoba, la Cnea deberá remediar el
sitio. En la planta hay 56 mil toneladas de materiales con radiactividad baja.
No tienen efectos al contacto con la piel, pero sí son peligrosos si se
absorben por las vías respiratorias o por la digestiva.
Qué hacer. Los expertos coinciden en que no hay que mudar
los residuos, sino contenerlos en el lugar y evitar que el material entre en
contacto con el agua subterránea y el viento.
Cómo. Se podrían utilizar arcillas compactadas y arena para
tapar los desechos. El sitio será inaccesible a la gente y estará controlado
por 20 años.
Fuente:
Dioxitek ya tiene un "OK" en Río Tercero, 26/05/13, La Voz del Interior.
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