La cuestión que acapara la atención este año es el derecho
de todas las personas sin distinción de su sexo, su edad, su grupo étnico, su
posición social o de si padecen alguna discapacidad, a hacer oír su voz en la
vida pública y a ser incluidos en el proceso de adopción de decisiones
políticas.
Estos derechos fundamentales -los de la libertad de opinión
y expresión, los de la libertad de reunión y asociación pacíficas y el de
participar en el gobierno (artículos 19, 20 y 21 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos)- han estado en el centro de los cambios históricos en el
mundo árabe desde hace dos años, período en que millones de personas se han
lanzado a la calle para demandar cambios. En otras partes del mundo el «99 %» ha
hecho sentir su voz mediante el movimiento mundial de los indignados para
protestar por la desigualdad económica, política y social.
La más importante de derechos y libertades de todos los
seres humanos
El documento más universal en el mundo
Mensaje del Secretario General
10 de diciembre de 2012
Toda persona tiene derecho a ser escuchada y a influir en
las decisiones que afectan a su comunidad. Este derecho, consagrado en la Declaración Universal
de Derechos Humanos, está integrado plenamente en el derecho internacional, en
particular en el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
A lo largo del siglo pasado, hemos logrado innegables
progresos en el camino hacia la inclusión.
Así y todo, demasiados grupos y personas se ven confrontados
a muchísimos obstáculos. Las mujeres tienen derecho a votar en casi todo el
mundo, pero siguen estando escasísimamente representadas en los parlamentos y
en los procesos de paz, en los altos cargos públicos, en las juntas directivas
de las empresas y en otros puestos de adopción de decisiones. Los pueblos
indígenas suelen ser objeto de una discriminación que no les permite hacer
pleno uso de sus derechos garantizados o que no tiene en cuenta sus
circunstancias. Con frecuencia las minorías religiosas y étnicas, al igual que
las personas con discapacidad o de diferente orientación sexual u opinión
política, tienen dificultades para participar en instituciones y procesos
clave. Las instituciones y el discurso público deben representar a la sociedad
en toda su diversidad.
En términos más generales, en varias partes del mundo hemos
notado que los avances logrados con mucho esfuerzo en la gobernanza democrática
están en grave peligro. En algunos países, hay grupos de la sociedad civil que
deben hacer frente a presiones y restricciones cada vez mayores. Se han
aprobado nuevas leyes dirigidas específicamente a organizaciones de la sociedad
civil que vuelven su labor casi imposible. Los defensores de la democracia se
han visto confrontados a nuevas medidas que les son hostiles. Estos retrocesos
deberían preocuparnos a todos.
Aún en las sociedades con un buen historial en este ámbito
quedan mejoras por lograr. Ningún país ha conseguido garantizar que todos sus
habitantes puedan participar plenamente en los asuntos públicos, lo que supone
el derecho a ser elegidos a cargos públicos y a tener acceso en condiciones de
igualdad a los servicios públicos. No siempre basta con promulgar nuevos
derechos o eliminar leyes injustas. Con demasiada frecuencia, la discriminación
persiste en la práctica, creando obstáculos y modos de pensar que pueden ser
difíciles de superar.
Los grupos pujantes de la sociedad civil son algunos de los
elementos esenciales para el bienestar y el funcionamiento de cualquier nación,
y las Naciones Unidas deploran las medidas adoptadas para acabar con ellos.
Esto explica por qué, en este Día de los Derechos Humanos, las Naciones Unidas
hacen hincapié en el derecho a participar y en los derechos conexos que
permiten esa participación, a saber, la libertad de expresión, la libertad de
opinión, la libertad de reunión pacífica y la libertad de asociación.
El derecho internacional es claro: Seas quien seas, vivas
donde vivas, tu opinión cuenta. En este Día, unámonos para defender el derecho
de todos a ser escuchados.
Fuente:
Día de los Derechos Humanos, 10 de diciembre, Naciones Unidas.
Puerto Rico es el mejor ejemplo del récord sobre los derechos humanos en Estados Unidos
ResponderEliminarPuerto Rico ha sido una colonia del gobierno de Estados Unidos por los últimos 116 años. La Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró el colonialismo un crimen en contra de la humanidad en el 1960. La ONU le ha pedido, hasta el presente, 33 veces que descolonice inmediatamente a Puerto Rico. Estas 33 resoluciones de la ONU representan la voluntad democrática de esa organización internacional. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, hasta ahora, las ha ignorado. Más aun, el gobierno de Estados Unidos ha mantenido encarcelado al prisionero más antiguo del mundo, Oscar López Rivera, a pesar de una tremenda presión internacional para liberarlo.
Toda nación tiene el derecho inalienable a su auto-determinación e independencia como un derecho humano básico. Por esa razón, toda persona colonizada tiene el derecho de usar todos los medios necesarios para descolonizarse bajo la ley internacional. Eso quiere decir que el criminal en nuestra relacional colonial con el gobierno de Estados Unidos es el gobierno de Estados Unidos y no Oscar. ¡Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos le ha violado los derechos humanos de casi 4 millones de gentes en la isla de Puerto Rico por los últimos 116 años!
El gobierno de Estados Unidos ha usado el terrorismo de estado para mantener a Puerto Rico en el coloniaje. De nuevo, el mejor ejemplo de eso ha sido el haber tenido encarcelado al puertorriqueño Oscar López Rivera por los últimos 33 años. Eso sobre pasa los 27 años que estuvo Nelson Mandela encarcelado. También es importante señalar que 12 es esos años fueron en aislamiento. Eso constituye otra violación a nuestros derechos humanos.
El gobierno de Estados Unidos mantiene todo eso en un closet para que nadie se dé cuenta. De esa manera, el gobierno de Estados Unidos puede más fácilmente acusar a otros países de violar los derechos humanos de sus ciudadanos. Obviamente, el gobierno de Estados Unidos realmente no le importa que se violen los derechos humanos, ya que él mismo los violas también en su nación. Su único interés en hacer estas acusaciones es para controlar a eses naciones para obtener beneficios financiero para el 1% de gente del cual el gobierno de Estados Unidos trabaja.
José M López Sierra
www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com