Mientras algunos vecinos de Malvinas Argentinas advierten
efectos contaminantes en la nueva planta, la compañía los descarta.
por Ernesto Kaplan
El reciente anuncio de la compañía estadounidense Monsanto
de invertir 1.500 millones de pesos en la construcción de una planta para
procesar semillas de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas, ubicada a
unos 25 kilómetros
de esta capital, disparó el alerta de las organizaciones ambientalistas de
Córdoba y de un importante sector de la comunidad de esa población, que ven con
suma preocupación los efectos negativos que podría traer este emprendimiento.
El plan de inversiones presentado por los directivos de la
empresa a los gobiernos nacional y provincial incluye el desembolso de otros
170 millones de pesos en investigación y desarrollo local. Ahí está contemplada
la construcción de dos nuevas estaciones experimentales -una en Río Cuarto y la
otra en la provincia de Tucumán-; el desarrollo de programas de investigación y
desarrollo de maíz y soja; ensayos experimentales a campo, investigación en
biotecnología y la expansión de laboratorios.
Tras tomar conocimiento de estas novedades, algunos
habitantes de Malvinas Argentinas comenzaron a movilizarse el mes pasado, a
través de la realización de pequeñas reuniones hasta llegar a desarrollar
acciones colectivas masivas, como la que se concretó la semana pasada en la
rotonda de ingreso a dicha localidad, sobre la ruta 19. En esa ocasión, unos
350 vecinos distribuyeron volantes informativos para advertir a la comunidad
sobre los presuntos daños para el medio ambiente que traerá el desembarco de
Monsanto.
El integrante de la Comisión Coordinadora
de la Asamblea
de Vecinos Autoconvocados de Malvinas Argentinas, Matías Marizza, explicó, en
diálogo con Hoy Día Córdoba, que "nosotros nos venimos reuniendo desde el
23 de julio pasado y hasta ahora hemos desarrollado cinco asambleas. Hemos
comenzado con acciones pequeñas y fuimos juntando cada vez más gente para
terminar con acciones colectivas y públicas más grandes como fue el corte de
ruta de la semana pasada en la rotonda de ingreso a la ciudad".
"El sábado último desarrollamos otra acción colectiva
importante, que consistió en el reparto de volantes por toda la ciudad de
Malvinas Argentinas. También logramos sumar a vecinos de Mi Granja, de
Montecristo y de los barrios de Córdoba de Chacras de la Merced , Arenales y
Floresta", precisó.
En este sentido, puntualizó que "ahora estamos en una
etapa de promover instancias informativas, ya que desde el municipio no nos
dicen nada concreto. Lo único que sabemos hasta ahora es lo que se difundió en
los medios de comunicación. Por eso hemos empezado a investigar por nuestra
cuenta y a reunirnos con diversos técnicos especialistas en esta problemática
para alertarle a la población acerca de lo que va a ocurrir con la llegada de
Monsanto".
Asimismo, comentó que "uno de los técnicos con los que
tomamos contacto fue Raúl Montenegro (presidente de Funam), quien participó de
la primera asamblea de vecinos pero también estamos en contacto con Medardo
Ávila Vázquez, querellante en el juicio por las fumigaciones en barrio
Ituzaingó Anexo; y con especialistas de la Universidad Nacional
de Córdoba; de la agrupación Paren de Fumigar, y otra serie de colectivos que
se oponen al modelo de esta multinacional".
Consultado sobre la visita que un grupo de vecinos realizó
semanas atrás junto al intendente Daniel Arzani a la planta de Monsanto
localizada en Rojas, provincia de Buenos Aires, Marizza se mostró preocupado
por "la falta de respuestas de la firma ante determinadas preguntas que se
hicieron sobre el impacto ambiental que tendrá la nueva fábrica".
"Cuando algunos de los vecinos preguntaron por los
químicos y desechos tóxicos que se utilizan en la planta no les respondieron
bajo el argumento de que se podía enterar la competencia. Entonces, la
evaluación que hacemos nosotros es que si la empresa invitó a vecinos y
periodistas a recorrer la planta no lo hizo para mostrar lo que está haciendo
mal", razonó.
En contrapartida, el vicepresidente de Monsanto en
Argentina, Pablo Vaquero, aseguró que "esta campaña en contra de Monsanto,
más que responder a temas que tienen que ver con la protección de la vida de
las personas, está vinculada con cuestiones ideológicas. Para nosotros es muy
difícil hacerlos entrar en razón porque somos una empresa productora de
tecnologías para el agro y no tenemos la práctica política que sí tienen ellos,
que se dedican a desprestigiar empresas". "De tal modo, lo único que
nos queda como alternativa es abrir las puertas de nuestras plantas y buscar
retomar el diálogo con los vecinos de Malvinas Argentinas. La única forma de
responder a los agravios que recibimos es con hechos, demostrando lo que somos
y que no tenemos nada que ocultar", sentenció el directivo.
Mala aplicación de herbicidas
El vicepresidente de Monsanto en Argentina explicó que
"nuestra empresa se encuentra en el país desde el año 1956, cuando montó
su fábrica de agroquímicos en Zárate", provincia de Buenos Aires. Allí se
produce glifosato (marca Roundup), el herbicida más utilizado en la agricultura
nacional, que es muy cuestionado por los ambientalistas.
"Es del nivel tóxico más bajo", aseguró Pablo
Vaquero, quien a su vez aclaró que "en la planta proyectada para Córdoba
sólo se procesarán semillas de maíz", tal como viene ocurriendo en la de
Rojas. En tanto, destacó que "en Malvinas Argentinas no produciremos
agroquímicos, aunque en el curado final de las semillas sí emplearemos algunos
de clase II, que son moderadamente peligrosos, y en muy escasa cantidad".
Por su parte, admitió que la planta "también genera polvillos (restos de
la espiga y la semilla), en niveles bajos que por norma son monitoreados en
forma permanente". También reconoció que "los herbicidas para campo a
veces son usados en grandes cantidades sin tener en cuenta precauciones con la
distancia de la población, la velocidad del viento y la humedad del suelo. Lo
que ocurre es que a veces los productores hacen una mala aplicación, y eso
escapa a nuestro control". Desde la vereda de enfrente, Matías Marizza
afirmó: "lo que nos han alertado los ingenieros que fuimos consultando es
que para limpiar la planta se usarán químicos contaminantes. Además, nos
advierten que los residuos que se generarán serán contaminantes. Y nos dijeron
que al manipular una cantidad de granos tan grande también se generarán
residuos en el aire".
Fuente:
Contrapunto sobre el arribo de Monsanto, 27/08/12, Hoydía.com.ar.
Mala aplicación de herbicidas, 27/08/12, Hoydía.com.ar.
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