La novena audiencia del juicio tuvo como testigos al médico
Andres Eduardo Carrasco y al biólogo Raúl Montenegro, en una extensa audiencia
que duró mas de 6 horas, los testigos de la querella hablaron de sus
conocimientos e investigaciones sobre las fumigaciones.
Andrés Eduardo Carrasco
La novena audiencia del juicio comenzó con la declaración de
Andrés Eduardo Carrasco quien se autodefinió médico de profesión e investigador
de la Universidad
de Buenos Aires.
A lo largo de su declaración que duró al rededor de tres
horas, habló sobre la relación de los componentes de los plaguicidas con el
desarrollo de células animales. Habló de las compañías que niegan esta relación
y de las investigaciones de toxicidad que ellos mismos realizan de sus
productos y presentan frente al Senasa. También, habló de la falta de
investigaciones independientes.
La declaración comenzó con las preguntas de la fiscalía. Respondiendo a las consultas de Novillo Carrasco dijo que hay investigaciones con animales que consisten en alimentar a los animales con soja transgénica y lo que se observó fueron malformaciones similares a las que se observan en algunos humanos.
La declaración comenzó con las preguntas de la fiscalía. Respondiendo a las consultas de Novillo Carrasco dijo que hay investigaciones con animales que consisten en alimentar a los animales con soja transgénica y lo que se observó fueron malformaciones similares a las que se observan en algunos humanos.
Por otro lado, hablando de la vida del glifosato dijo que no
es biodegradable y agregó “hay estudios que comprueban que se mantienen incluso
en las napas de la tierra, el glifosato pasa a la sangre y a las vías
respiratorias. Pasa donde quiere y parte de lo que entra nunca sale”.
Siguiendo con su declaración, aseveró que para él las
sospechas sobre algo son suficientes para aplicar el principio precautorio, al
menos, creando espacios de seguridad, “es un viejo principio de la deontología
médica. Ante la sospecha, uno tiene que prevenir, no puede esperar a la
certeza” explicó el médico y más tarde continuó “mi sospecha me llevó a la
investigación, es difícil creer que los relatos de vida que uno escuchó no
tuvieran un sostén de veracidad. La sospecha me llevó a ver si yo podía
explicar con mis sencillas técnicas lo que estaba sucediendo”.
Su declaración fue contundente “El glifosato es un veneno
porque mata organismos vivos. No sólo mata plantas sino también células vivas
de humanos y animales”.
Seguidamente, el Fiscal Novillo le consultó a cerca de sus
antecedentes y el testigo dio cuenta de un curriculum extenso con especializaciones
en el exterior, entre otras cosas.
Luego, habló del comportamiento de los tóxicos y dijo que
cualquier toxicólogo tiene que saber que los tóxicos no tienen un
comportamiento regular, además dijo “bajando las dosis se detiene la mortalidad
pero sigue habiendo morbilidad. Desde el principio precautorio de la medicina,
no se aceptan los daños colaterales, si uno tiene la sospecha de que uno de
cada cien se va a morir, ese producto no debe estar”.
Siguiendo con las respuestas a las preguntas de la fiscalía
con respecto a las malformaciones y si existe la posibilidad de proyectarlas en
humanos, Carrasco fue contundente y afirmó: “claro que sí porque los mecanismo
de desarrollo embrionario en vertebrados son los mismos, el sistema genético es
el mismo, y las malformaciones son las mismas”.
Luego, siguieron las preguntas de la defensa. Algunas de las
intervenciones estuvieron relacionadas con el tema de la falta de certeza con
respecto a las investigaciones. Carrasco explicó, en varias oportunidades qué
era el derecho precautorio y qué implica actuar frente a la duda. En un
momento, el testigo interpretó las palabras del doctor Hairabedian y el
Presidente de Tribunal le dijo que el doctor no había hecho ninguna valoración
entonces el doctor Carrasco dijo “pero entiendo la connotación, lamento si en
algunos momentos escapo a las reglas que corresponden a este lugar, a mi me
gusta discutir, nunca estuve sentado en una silla así”.
Siguiendo con su intervención, Hairabedian le consultó acerca de los libros que había utilizado como fuente y le pidió si podía
citarlos, Carrasco respondió afirmativamente y pasó a enumerar los nombres de
los libros y sus respectivos autores.
Al momento de la intervención del abogado defensor del señor Parra, volviendo sobre sus antecedentes como investigador del CONICET (Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), le consultó acerca de un
informe realizado por esta institución, y un informe que realizaron sobre los
efectos del glifosato. Aráoz, le consultó al médico si conocía los resultados
de dicho informe a los que Carrasco respondió que sí pero que no tuvieron en
cuenta sus investigaciones. Luego agregó “No tuvieron en cuenta mis trabajos
porque el CONICET no tenía la información y no me lo pidieron, además el
informe concluye que a pesar de la inexistencia de certezas se reconoce que
deben realizarse mas investigaciones” Y aún agregó “esa comisión estaba
conformada con gente que estaba relacionada con Monsanto, la gente que realizó
ese informe tenía intereses cruzados, ese informe fue muy criticado por
muchos”.
Una vez terminada la intervención de la defensa, fue el
momento del Tribunal y el juez Mario Capdevilla le preguntó si existía la
posibilidad de que el agroquímico desapareciera de la sangre, Carrasco
respondió: “eso habría que preguntarle a los toxicólogos. Hay que estar seguro
de que no pasa a los tejidos sólidos porque se realizan estudios sólo sobre
sangre, que haya desaparecido de la sangre no quiere decir que no haya pasado a
los tejidos. El asunto es que del cuerpo no sale todo, sino que se queda en
algún tejido, en sangre, etc.”
Luego, pidió la palabra nuevamente el integrante de la
defensa Juan Manuel Aráoz y le preguntó acerca de las investigaciones que
realizan los investigadores de las empresas productoras de agroquímicos y le
consultó al testigo si pensaba que no decían todo lo tenían que decir, Carrasco
le dice “yo dije que no siempre dicen todo lo que tienen que decir, funcionan
más como empleados que como investigadores”.
Entonces Aráoz repregunta “¿Los investigadores del CONICET
también dicen eso?” a esto, el testigo contesta repitiendo que ese trabajo está
por fuera de su trabajo ya que sus investigaciones no habían sido incluidas y
agregó “se les recomendó que realizaran mas estudios de campo y además uno de
los investigadores había trabajado con Monsanto así que puedo decir que esa
comisión no era objetiva” y con énfasis terminó “en ese informe se habló mucho
de plantas y de animales pero poco en humanos y las conclusiones a las que se
arribaron fueron minimizadas”.
Cerca de las 13:30 horas se realizó un receso.
El testigo que seguía fue el doctor Fernández Ricardo quién
luego de la presentación se retira aduciendo que tiene que dar una conferencia.
Se le concede el permiso de retirarse y se le pide que regrese el día lunes (por hoy).
Raúl Montenegro
El siguiente testimonio es el del biólogo Raúl Montenegro en
una declaración con argumentos que logró sostener a lo largo de su declaración
de más de tres horas.
Explicó que forma parte de la FUNAM , una ONG con estatus
de órgano consultivo la
Organización de las Naciones Unidas, además dijo que han
desarrollado una plataforma técnica que permita de algún modo dar los elementos
que permitan interpretar lo que pasa en el lugar.
Luego, hizo referencia a los hechos particulares que se
estaban juzgando y relató: “en el caso que tiene que ver con esto en febrero de
2004 y como parte de la tarea de acompañamiento que estábamos haciendo en el
barrio nos hicimos presentes ante una llamada que recibimos de la gente del
barrio y al otro día hicimos un documento público sobre lo que ocurría.
Nosotros, en forma espontánea le presentamos a la fiscalía de ese momento un
informe sobre los plagicidas que se estaban utilizando en el lugar”.
Siguió con su declaración y dijo que las fumigaciones se
continuaron hasta pasado el año 2008, habló de la aeroaplicación y de las
máquinas mosquito como una práctica habitual en la zona. Además dijo que la deriva terminaba por llegar al barrio y afirmó “puedo dar testimonio personal,
yo sentí la típica sensación de sequedad en las mucosas, siendo que yo me
encontraba en el barrio y no en el campo y no en el preciso momento en el que
estaban fumigando, por lo que habían quedado micropartículas en el aire”.
Luego, dio una lista de ideas que para él debían quedar
claras: “los plaguicidas, técnicamente, son biocidas son sustancias hechas para
matar vidas, todos los plaguicidas pueden matar personas en tanto se alcance la
dosis letal, los plaguicidas son armas químicas y que pueden matar a las
personas si se alcanza la dosis letal 50” . También habló de los principios activos de
los plaguicidas y dijo que la cuestión es mucho más compleja ya que “cada
producto que sale de fábrica es un cóctel de sustancias químicas y no sólo los
principios activos, el riesgo para la salud también tiene que ver con los
acompañantes y no sólo el principio activo. Cuando una fábrica produce un
plaguicida lo que se produce no son principios puramente activos sino, un
cóctel de por ejemplo coadyuvantes. Cuando se aplica endosulfán no sólo se
aplica eso”.
También habló de los cambios químicos que se producen en las
sustancias de los plaguicidas al momento de entrar en contacto con el medio
ambiente, dijo “en el momento en que se abre el plaguicida se produce un cambio
químico que a veces pueden ser más tóxicas que el principio activo. Cuando se
esparce el plaguicida entra en contacto con el ambiente y se forma otro cóctel.
O sea, no me llega endosulfán. Cuando yo aplico endosulfán estoy produciendo
sulfato de endosulfán que tiene una vida química mas larga que el endosulfán,
es mucho mas complejo”.
Siguiendo en su declaración habló de la peligrosidad en
relación al estado de los campos al momento de aplicar los plaguicidas “ningún
campo está en cero, es temerario cuando se aplica cerca de una población. Yo
tengo que saber que cuando aplico plaguicidas aplico cócteles complejos”.
Haciendo referencia a la deriva dijo que no hay ningún
profesional que pude predecir lo que va a suceder con los plaguicidas ya que la
fuente no es sólo la máquina que aplica el plaguicida sino a a su vez las
partículas del suelo que también será transportadas al suelo.
Promediando la declaración Montenegro dijo que no podía
entender cómo se podía seguir aplicando los plaguicidas aún con el decreto de
emergencia que se había dictado para el barrio.
Lo explicitado por Montenegro puede dejar en claro los
efectos que generan en el ambiente los agroquímicos. Por un lado el
especialista explicó que en el suelo se pueden encontrar residuos de
plaguicidas que hoy en día no se utilizan.
El biólogo explicitó, ante las preguntas de la defensa, que
no se ha encontrado en la sangre de los vecinos de Barrio Ituzaingó, DDT y HCH.
La defensa basó su accionar en las consecuencias de
contaminantes ambientales a los que se refirió el biólogo en diferentes
trabajos presentados anteriormente, sin hacer alusión a los nuevos como el
Glifosato y Endosulfán.
Si bien hizo hincapié en la persistencia de algunos
productos químicos, como pueden ser los metales pesados (ejemplo de esto es el
arsénico) en el suelo, explicitó que estos no se encontraron en las muestras a
los vecinos. Explicó que los cloruros antiguos, como los metales pesados,
pueden seguir sus procesos químicos aún removiendo el suelo.
Montenegro aclaró que si se encontró presencia de DDT y PBC
en el barrio no fueron en alto porcentaje. Aun así, específico que cualquier
fuente contamínate tiene una influencia negativa para la salud.
Al final de la audiencia, la fiscalía planteó la posibilidad
de una ampliación de la acusación ya que se puede establecer una continuidad
del delito desde octubre de 2003 hasta año 2004. Esto implicaría la ejecución
continuada de fumigación con agroquímicos.
El tribunal decidirá el próximo lunes (por hoy) antes de la audiencia
cuáles serán los lineamientos a seguir con respecto a lo pedido por la
querella.
El clorpirifos tomó relevancia
Clorpirifós (nombre de la IUPAC : O, O-dietil O-3,5,6-trichloropyridin-2-il
fosforotioato) es un insecticida (se utiliza para controlar las plagas de
insectos) organofosforado cristalino que inhibe la acetilcolinesterasa. El clorpirifos
es moderadamente tóxico y la exposición crónica se ha relacionado con efectos
neurológicos, trastornos del desarrollo y trastornos autoinmunes.
Este producto fue durante años arrojado en los campos de
Parra y Gabrielli, en un coctel de agrotóxicos letales en para la población de
Ituzaingó Anexo, pese a la declarada emergencia sanitaria sobre ese sector.
En la declaración realizada por el Biólogo Montenegro, dejó
en claro que la presencia de edusulfan y el clorpirifos es marca de aplicación
resiente, (poco mas de un año; año y medio en el caso del primero). Con estas
afirmaciones el Biólogo dejó debilitado el argumento de la defensa de los
imputados, los cuales sostienen que sus defendidos no violaron ninguna norma o
Ley que afectaría la salud de la población y que respetaron las restricciones
estipuladas para la zona.
Más denuncias sobre el sojero Parra
El 21 de mayo de 2002 barrio Ituzaingó anexo fue declarado
en estado de emergencia sanitaria y a inicios del 2003, mediante una ordenanza
se prohibió la aplicación de plaguicidas a menos de 2500 metros .
Pero pese a todas estas explicitas prohibiciones, el
productor Parra continuó con su actividad contaminante sobre el sector
declarado en emergencia sanitaria.
En la 9 audiencia, la Fiscalia solicitó una ampliación de la denuncia
contra Parra, ya que se presentó la denuncia de los hechos ocurridos el 11 de
febrero del 2004, donde un mosquito fumigador de color verde habría arrojado
sobre los campos de soja del productor hepta cloro exo, diendrin y clorpirifós,
DDT; Edusulfan, Glifosato; 2.4D, entre otros. Siendo todas estas sustancias
peligrosas encuadradas en la Ley
24071.
Para la fiscalía, el productor Parra tenia conocimiento de
lo que hacia, y la peligrosidad para la salud de los habitantes del barrio.
Luego de más de 8 horas de audiencia el Tribunal anunció que
responderá a esta solicitud de
ampliación de la denuncia, el lunes 25 de junio.
Fuentes:
Crónicas desde la audiencia /// Día 9, testificaron un médico e investigador de la UBA y un biólogo, 23/06/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 25/06/12.
Más denuncias sobre el sojero Parra, 23/06/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 25/06/12.
El clorpirifos tomó relevancia, 23/06/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 25/06/12.
Declaraciones de Raúl Montenegro, 23/06/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 25/06/12.
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