Un proyecto financiado por la Unión Europea y
apoyado por ONG utilizará imágenes satelitales para controlar el desmonte. Será
apoyado desde el territorio por organizaciones ambientales.
La región chaqueña es el segundo ecosistema más grande de
América del Sur y es uno de los bosques nativos más devastados como
consecuencia de la actividad agroganadera.
El proyecto Nativo, financiado por la Unión Europea ,
monitoreará este territorio diariamente para frenar los desmontes ilegales.
Córdoba se verá beneficiada por esta iniciativa ya que el
norte y oeste provincial están dentro de la región chaqueña.
Por el momento, sólo se utilizan las imágenes del Landsat 7
para detectar cambios de uso de suelo. Este satélite pasa cada 14 días por la
región.
“El objetivo es usar otros satélites de mayor frecuencia
aunque de menor resolución. Investigadores de la Universidad de Buenos
Aires están desarrollando el software que detectará patrones de desmonte. El
prototipo estaría listo a fin de año”, dice Ariel Medina, coordinador del
proyecto en Argentina.
Y agrega: “La idea es lograr una detección temprana para poder actuar y que la red de actores sociales pueda cotejar la información en territorio”.
Y agrega: “La idea es lograr una detección temprana para poder actuar y que la red de actores sociales pueda cotejar la información en territorio”.
Del proyecto en Argentina participan la Red Agroforestal
Chaco Argentina (Redaf), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(Inta) y la Fundación
Avina.
En la actualidad, esta fundación -junto con la ONG Guyra , de Paraguay-
realiza un monitoreo mensual de este ecosistema sudamericano. Según estos
informes, en 2010 se desmontaron 30.454 hectáreas
en Argentina, (83,4
hectáreas diarias). En 2011, la tasa diaria de deforestación
fue de 120 hectáreas
por un total de 43.717.
Los números de 2012 no son muy alentadores. En el primer
trimestre se desmontaron 23.951 hectáreas lo que da una tasa diaria de 263 hectáreas .
Desmontes en Córdoba. Si bien parte de Córdoba está dentro de
la ecorregión chaqueña, ya queda poco monte nativo. En diciembre de 2011 este
monitoreo detectó un desmonte de 40,7 hectáreas en el departamento Sobremonte.
En marzo de este año registró un desmonte de 24,2 hectáreas en el
distrito de Minas. En abril advirtió de un desmonte de 87 hectáreas en Río
Seco.
Son deforestaciones ilegales si se tiene en cuenta que la
ley nacional de presupuestos mínimos no permite el desmonte de bosque nativo
bajo ninguna circunstancia.
Sin embargo, la norma provincial, sancionada en 2010, es
bastante particular porque permite el desmonte parcial y total aún en zonas de
bosques nativos bien conservados.
Esta ley es cuestionada por ONG, ambientalistas e
investigadores, pues no se adecua a la norma nacional. La Corte Suprema de la Nación debe tratar un
pedido de inconstitucionalidad presentado por la Universidad Nacional
de Río Cuarto.
23.951 hectáreas de monte. Es la cifra de desmonte en la región chaqueña
argentina para el primer trimestre del año. Equivale al 80 % de lo deforestado
en todo 2011.
151,9 hectáreas de monte. Es la cifra deforestada en Córdoba en los
últimos cinco meses, según mediciones del satélite Landsat 7 procesados por
Avina y la ONG Guyra.
Sumar voluntad al control
por Lucas Viano.
La desaparición de los bosques nativos de Córdoba fue
producto de la expansión de la frontera agrícola desde mediados de la década de
1990. La pampa, que antes estaba dedicaba a la ganadería, destinó sus campos a
la soja transgénica, una commodity más rentable.
Las vacas se mudaron al norte provincial, en emprendimientos
silvopastoriles que destruyen el ecosistema chaqueño. Sólo dejan algunos
árboles para sombra. A cambio, siembran pasturas exóticas.
Todo esto ocurrió ante los ojos del Estado, que no sancionó
y que incluso promovió esta práctica agroindustrial. En 2005 dictó una ley que
permitía el desmonte selectivo.
En 2007, la ley nacional de bosques nativos llegó cuando
buena parte del ecosistema chaqueño cordobés había desaparecido. Sin embargo,
la ley obligó a la Provincia
a determinar qué territorio boscoso debería custodiarse. A cambio, la Nación giraría fondos para
controlar y compensar a los dueños de predios.
Mientras tanto, vecinos y organizaciones sociales,
campesinas y ambientalistas denunciaron de manera sistemática los desmontes.
En la actualidad, la presión social es fuerte, por lo que la Provincia comenzó a
actuar, a cuentagotas, contra las personas o empresas que arrasaban los
ecosistemas nativos.
Pero la sanción llega cuando el daño ya se ha hecho. Los
mecanismos de monitoreo y control son escasos, porque no se destinan recursos.
Córdoba debería recibir de la Nación cerca de 20 millones
de pesos en 2011. La
Provincia había presupuestado apenas 600 mil para bosque
nativo en ese año. Pero esos fondos nunca llegaron, porque la Provincia sancionó una
ley que no cumple con los presupuestos mínimos que fija la norma nacional. En
definitiva, el control sobre el desmonte sigue recayendo en las ONG y vecinos
con conciencia ambiental y coraje para denunciar, a pesar de las posibles
represalias.
El proyecto Nativo será una herramienta clave para mejorar
el monitoreo, porque se podrán detectar los desmontes in fraganti. Sin embargo,
de nada servirá si no existe voluntad del Estado para actuar ante la denuncia o
ante el hecho flagrante.
La ley de bosques nativos requiere un cambio para que realmente
proteja estos ecosistemas y también para que la Nación gire los jugosos
fondos. La Provincia
no ha dado señales de que la vaya a cambiar. De hecho, el secretario de
Ambiente, Darío Sbarato, debió renunciar porque quería realizar -se supone- transformaciones en este sentido.
Fuente:
La Voz del Interior, 30/05/12, Desde 2013 habrá monitoreo diario del bosque nativo en la región chaqueña. Consultado 31/05/12.
La Voz del Interior, 30/05/12, Sumar voluntad al control. Consultado 31/05/12.
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