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Mejillón dorado incrustado en las piedras costeras, cerca del dique de Embalse, junio de 2011. Foto: Félix Vadillo |
Los moluscos que llegan adheridos a buques y al agua de
lastre afectan a la industria y al ambiente.
por Alfredo Montenegro
"Los barcos de ultramar ocasionan graves trastornos
ecológicos, no sólo por el derrame de hidrocarburos sino también por la
contaminación que produce el agua de lastre que descargan en los puertos
locales", indicó el abogado Enrique Zárate, presidente del Instituto de
Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de Rosario.
Ante la
Defensoría del Pueblo de la Nación , el abogado y profesor en Maestría en
Ingeniería Ambiental de la Universidad Tecnológica de Rosario, reclamó que
Prefectura intervenga ante la invasión de la especie conocida como mejillón
dorado (Limnoperna fortunei), que fija sus colonias en filtros de las bombas de
agua y cañerías, obstruye sistemas de centrales hidroeléctricas e industrias,
además de alterar la composición el plancton que alimenta a los peces de la
región.
"Se pueden reproducir hasta nueve meses al año, sobre
roca, madera, cemento o cañerías. En 47 kilómetros
cuadrados del Embalse Río Tercero se registraron 45 mil millones de mejillones
(indica la revista Hydrobillogia, en 2009) y el daño es permanente porque nacen
miles todos los días sin el mínimo control. Viajan por el río adherido a las
embarcaciones (fouling). Así, la planta de energía de Embalse debió parar
actividades para quitar los moluscos", dijo el autor del "Manual de
Derecho Ambiental" (2008).
Relató que comenzaron a investigar el tema con los alumnos luego y que "los primeros detectados en el país se registraron en el río dela Plata a
inicios de los años 90, luego navegaron el Paraná, desde 1996 y hoy colonizaron
la cuenca: Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay".
Relató que comenzaron a investigar el tema con los alumnos luego y que "los primeros detectados en el país se registraron en el río de
Como un polizonte, el molusco llega a bordo de buques de
ultramar que ingresan a aguas argentinas para cargar cereales. Al llegar
vacíos, utilizan agua de lastre que cargan en su país de origen. Al llegar a
aguas argentina para maniobrar en puertos descargan el agua con los moluscos
que arrastraron.
Zárate explica que el molusco tolera cierta salinidad y
sobrevive en el Paraná y afluentes, donde bloquea entradas de agua de empresas
.
"Miden centímetros y tienen más caparazón que cuerpo.
Los peces no digieren sus costras", explicó.
Como los mejillones también preocupan en Canadá, científicos
de la Universidad
de Windsor, Ontario, y de Buenos Aires (UBA) analizan juntos el tema.
"Con el crecimiento del comercio internacional y las
exportaciones granarias, que en un 78 % salen de puertos sobre el
Paraná, cercanos a Rosario, la contaminación avanza cada día sin control y
afecta a varias comunidades". resaltó Enrique Zárate.
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El mejillón dorado no deja de avanzar en los lagosFuente:
La Capital.com.ar, 14/05/12, Amparo ambiental por la contaminación biológica del Paraná.
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