Satélite. La imagen muestra la cercanía que los campos de soja tenían con las calles y las viviendas del barrio.
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Mapa. En 2005, las madres del barrio y los médicos del centro de salud relevaron todos los casos de enfermos en el sector.
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La causa contra dos productores y un piloto comenzará el 27
de febrero de 2012. Los acusan de arrojar pesticidas de manera irregular en una
zona poblada.
Del 27 de febrero al 2 de marzo de 2012 se sentará en el
banquillo de los acusados a dos productores agropecuarios y a un piloto de
avión, denunciados por fumigación clandestina en el barrio Ituzaingó Anexo de
la ciudad de Córdoba.
Se trata de la primera causa en Córdoba –y una de las
primeras a nivel nacional– en la que van a juicio productores agropecuarios por
fumigar campos con agroquímicos.
La norma en cuestión prohíbe la aplicación aérea de
determinados productos en un radio menor a los 1.500 metros
(endosulfán) y a los 500
metros (glifosato) de distancia de la población urbana,
por tratarse de químicos peligrosos para la salud. Ambos elementos se habrían
detectado en la investigación que motivó la elevación a juicio.
“En un barrio de cinco mil habitantes hay cerca de 200
personas con cáncer y cerca de 100 ya murieron por esa enfermedad. Estos
agroquímicos son cancerígenos”, dijo el año pasado el fiscal que instruyó la
causa, Carlos Matheu, al pedir el enjuiciamiento de los imputados.
Matheu pidió elevar a juicio esa causa, pero el juez de
Control dispuso el sobreseimiento de los imputados. Frente a esa decisión, el
fiscal interpuso recurso de apelación, cuestionando los fundamentos de Díaz, al
considerar que había pruebas para un juicio.
La historia. La causa comenzó en 2002, cuando un grupo de
madres denunció que había numerosos casos de cáncer en el barrio. Lo hizo a
pesar de la resistencia de las autoridades sanitarias de entonces –en especial
del Ministerio de Salud provincial– quienes se negaban a tomar seriamente el
reclamo de la gente del barrio. También intentaron minimizar el problema.
Luego se constató que la zona estaba contaminada con un
cóctel tóxico y se puso la lupa en el PCB de los transformadores de Epec, en el
agua contaminada con arsénico y en las fumigaciones cercanas.
Hubo varios informes de diferentes entidades, la mayoría de
los cuales concluyó que no era normal la elevadísima tasa de casos de cáncer,
leucemias y otras enfermedades respiratorias.
La lucha de las madres hizo que, entre otros logros, se
comenzara a proveer agua de red a todo el sector, que se sacara el PCB de los
transformadores, y que se sancionara primero una ordenanza y luego una ley
provincial para restringir las fumigaciones cerca de zonas pobladas.
La causa que motiva el juicio se inició en 2008, cuando el
entonces secretario de Salud del municipio –Medardo Avila Vazquez– denunció a
los productores al sostener que seguían fumigando al lado del barrio, a pesar
de la prohibición. Avila Vazquez ya no es funcionario pero sigue siendo uno de
los querellantes: “Cuando se marcaban en el plano las casas de la gente
enferma, se veía claramente que a medida que se acercaba a la zona fumigada
aumentaba la densidad de los casos. La relación geográfica es muy fuerte. En
2009 hubo un relevamiento nuevo. Muestra la misma distribución. Hay menos
casos, porque muchas familias se fueron. Pero todavía hay muchas que se siguen
enfermando”, señala.
Carlos Hairabedian, el abogado de uno de los productores
agropecuarios, explicó que la defensa se basará en el intento de demostrar la
falta de pruebas.
“Es la línea menos conflictiva con los vecinos, con quienes
no nos queremos confrontar. Tampoco vamos a entrar en la discusión sobre cuestiones
ambientales”, afirmó. “Sabemos que hay toda una lucha de los vecinos y un
estado de irritación que no queremos exacerbar. La confrontación o el choque,
que es propio del debate oral, no sería el mecanismo adecuado. De todas
maneras, eso no significa resignar en modo alguno el derecho de los imputados”,
agregó Hairabedian.
"No hubo seguimiento de chicos enfermos"
Alejandra vive cerca de la rotonda por la que se ingresa a
barrio Ituzaingó Anexo, al sur de la ciudad.
Tiene tres hijas, a la menor de las cuales –de 20 años– “le
detectaron plaguicidas en análisis realizados en uñas, cabello y sangre”,
cuenta. Por ahora no tiene síntomas.
“Es impresionante la cantidad de vecinos enfermos que se
ven, no es normal. Los más perjudicados son los que están cerca de los campos”,
cuenta Alejandra.
“No se hicieron los análisis del suelo, ni seguimiento de
chicos enfermos. Las últimas muestras de sangre se sacaron pero todavía no
sabemos los resultados. Con el dinero de la Nación se hizo poco y nada. Los campos del
conflicto ahora se están loteando y vendiendo. La Municipalidad no
está actuando. Por ejemplo, nunca nos recibió la secretaria de Salud, Marcela
Almagro”, se queja Sofía Gatica, una de las madres que motoriza el reclamo
desde 2002, y cara visible del grupo que sigue peleando para que atiendan a la
gente y para aportar pruebas al juicio que comenzará el próximo 27 de febrero
de 2012.
Sofía perdió una hija que nació con malformación de riñón, y
tiene una hija -de 17 años- con tres agroquímicos en sangre, según uno de los
estudios que le realizaron.
“Esperamos que la Justicia actúe pero es complicado, hemos perdido
un poco las esperanzas”, dice Sofía.
Fuentes:
La Voz del Interior, 30/11/2011, "Tiene fecha el juicio por contaminación".
La Voz del Interior, 30/11/2011, "No hubo seguimiento de chicos enfermos".
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