Aunque se han firmado compromisos entre los países en
cumbres previas, uno de los principales, el Protocolo de Kyoto, vence pronto.
¿En qué consiste el único instrumento jurídico internacional que impone
reducciones obligatorias de las emisiones de gases a los países?
El futuro del Protocolo de Kyoto está en juego en las
negociaciones sobre el clima en Durban.
A continuación explicaremos algunos elementos para
comprender el único instrumento jurídico internacional que impone a los países
ricos reducciones obligatorias de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué es?
El Protocolo de Kyoto es el logro principal de la Convención Marco
de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el foro establecido en la Cumbre de Río en 1992.
Este tratado internacional -el único que establece objetivos sometidos a la ley para controlar gases invernadero- ha sido ratificado por 192 países además dela
Unión Europea (UE).
Este tratado internacional -el único que establece objetivos sometidos a la ley para controlar gases invernadero- ha sido ratificado por 192 países además de
Estados Unidos firmó el acuerdo pero se niega a ratificarlo.
Bajo obligación, 37 economías industrializadas (denominadas países del
"Anexo 1") se comprometieron a reducir las emisiones totales de los
seis gases principales -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido de
nitrógeno (N20) y tres fluoruros (HFC, PFC, SF6)- en al menos 5 % para 2012, en
comparación a 1990.
Los países en vías de desarrollo (categoría "Anexo
2") no quedaron vinculados a un compromiso cifrado de reducción de gases,
limitándose a un llamamiento general a acabar con la contaminación, bajo el
principio de que son los países ricos los responsables, históricamente, del
calentamiento global.
¿Cómo funciona este acuerdo?
Las 37 economías industrializadas del Anexo 1 pueden cumplir
sus objetivos de la manera que les convenga, incluso mediante el intercambio de
carbono.
El Protocolo también posee dos instrumentos únicos y
propios, conocidos como el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y la Implementación Conjunta.
Al invertir en proyectos de tecnología limpia en economías
en desarrollo o en el ex bloque soviético, las economías avanzadas obtienen
créditos de carbono que pueden vender, o ser compensadas por sus cuotas de
emisiones.
Países que no llegan a cumplir sus objetivos de emisiones
deben compensar por la diferencia, además de que se les asigna una penalidad de
30 %, en cualquier segundo periodo de compromiso.
En 2009, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por
países del Anexo 2 estaban 6,5 % por debajo de su nivel en 1990, de acuerdo a la Agencia Internacional
de Energía (AIE). Pero esta cantidad oculta grandes diferencias dentro del
grupo. Canadá en particular registra una emisión de carbono mucho mayor que la
de su objetivo.
Historia atribulada del tratado
El Protocolo fue adoptado por la CMNUCC como parte de un
"marco" de 21 páginas firmado el 11 de diciembre de 1997, después de
30 meses de negociaciones.
Siguieron varios años de discusiones debido a un muy
complejo reglamento, especialmente el conteo de áreas forestales como esponjas
de carbono, que pueden ser contrapuestas a emisiones nacionales, lo que muchos
ecologistas consideran una escapatoria, una excusa.
En marzo de 2011, el Protocolo fue casi destrozado cuando el
entonces presidente norteamericano George W. Bush abandonó el pacto al llamarlo
injusto y demasiado costoso para la economía estadounidense. Aun así, el
acuerdo sobrevivió gracias al apoyo de la Unión Europea.
La reticente ratificación de Rusia retrasó la
implementación, la cual finalmente se produjo el 16 de febrero de 2005.
Un futuro incierto
La mayor duda en Durban es si se logrará aprobar un segundo
periodo de compromiso de este Protocolo, a partir de 2013.
Los países en desarrollo están ejerciendo presión para
lograr este objetivo. A ellos les conviene Kyoto por sus cláusulas estrictas de
conformidad y verificación, además de las "diferenciadas"
distribuciones de cargas entre los países industrializados y los pobres.
Pero en los países ricos, el apoyo a Kioto se ha agotado
después de la tempestuosa Cumbre de Copenhagen en diciembre de 2009, la cual
estableció compromisos voluntarios con el fin de limitar el calentamiento del
planeta a 2°C .
Muchos críticos dicen que el tratado de Kioto es anticuado,
y que es injusto, porque no impone control de emisiones a China y Estados
Unidos, quienes juntos representan el 41 % de las emisiones mundiales de CO2.
Brasil, India e Indonesia, grandes emisores en desarrollo, tampoco los tienen.
En 2009, los países en desarrollo representaron 54 % de
emisiones de CO2, y Estados Unidos el 18 %. Los países de Kioto de categoría
Anexo 1 representaron sólo 25 %.
Fuente:
Observador Global.com, 28/11/2011, "¿Qué es el Protocolo de Kyoto?".
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